Transformando las miradas del Diseño en 100k Strong in the Americas
"The Looker nace de un vacío que hay en los diseñadores con respecto a ser conscientes de la forma en que miramos el mundo, para así hacer del Diseño una práctica más consciente". Así explica su proyecto la estudiante de Diseño Industrial de Utadeo, María Fernanda Guevara, luego de su estadía en la Universidad Estatal de Arizona, una experiencia que se materializó a través del Fondo para la Innovación 100.000 Strong in the Americas.
Este Fondo es una colaboración del sector público y privado entre el Departamento de Estado de los Estados Unidos, las embajadas de este país, Partners of the Americas, la Asociación de Educadores Internacionales (NAFSA, por sus siglas en inglés) y los gobiernos regionales, que trabajan con redes académicas para estimular y apoyar intercambios académicos entre universidades de Estados Unidos y del resto del hemisferio occidental.
La participación de María Fernanda y de sus tres compañeros se da gracias a la subvención (Grant) que Utadeo ganó y que fue conferida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y Partners of the Americas, en conjunto con el Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia (COLCIENCIAS), hoy Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación.
Estudiantes beneficiados con la subvención (Grant): Antonio Rocca, María Fernanda Guevara, Julián Contreras y Laura Martínez. Foto: Cortesía
Sobre su proyecto, la estudiante comenta que este surgió a partir del estudio de la psicología de las miradas, planteadas en el texto Fenomenología de la mirada del filósofo colombiano Miguel Ángel Villamil, que le permitió mapear, tanto su forma de mirar como la forma de mirar de las demás personas involucradas en el proyecto.
A partir de esa indagación y de un collage de fotografías, María Fernanda diseñó instrumentos para interpelar la conciencia de la mirada de los diseñadores. Luego creó un instrumento al que ella llamó "especolario", un compendio de miradas que contienen la de los participantes y la del diseñador, de tal manera que mapea las distintas miradas y de esta manera genera miradas más construidas en los participantes.
Considera que el aporte de su proyecto está dirigido a "un cuestionamiento y un conocimiento sobre qué miramos, cómo lo hacemos y cómo reconocemos tanto nuestra mirada como las demás (...). Está claro que no podemos seguir produciendo basura, pero también que ahora más que nunca tenemos que entender cosas tan esenciales que no nos enseñan y que de haberlo aprendido o haber sido consciente al inicio de mi carrera, tal vez, el paso por la universidad hubiera sido diferente, de pronto con más preguntas que “respuestas”, de pronto, con más problemas que soluciones".
Cada clase, cada lectura, cada conversación y cada ejercicio alimentaron diariamente no solo su proyecto, sino el de cada uno de sus compañeros. Una de las actividades clave durante su estadía fue los “Design Sprint”, en los que descubrieron, observaron y analizaron los lugares que hacían parte de su contexto en Tempe, Arizona. De esta manera desarrollaron técnicas antiguas y nuevas para el proceso del proyecto que debían presentar al final de la subvención.
"El primer Design Sprint consistió en encontrar alguna intervención, exhibición, objeto o situación que nos evocara algo de nuestros proyectos iniciales en Colombia en el Museo de Arte de Arizona State University. Con esto la idea era hacer un collage para el cual me centré en una frase de Stuart Hall: “It is only through the way in which we represent and imagine ourselves that we come to know how we are constituted and who we are”, en un collage de Romare Bearden, en un trabajo de litografía de June Wayne y en el primer molino de Tempe (Hayden Mill), ya en ruinas que encontré un día caminando por la ciudad", destaca de esta primera experiencia.
Su paso por la Universidad Estatal de Arizona transcurrió en medio de la emergencia por la Covid-19, por eso comenta que "antes de la pandemia el proceso fue muy bueno, empezando por el recibimiento de Adam y Stacey (nuestros tutores en ASU) y por parte de los integrantes del CPT (Center for Philosophical Technologies). El proceso académico estuvo muy nutrido por varias clases llevadas a cabo por nuestros tutores, así como por las diferentes salidas a museos las cuales le aportaban mucho a cada proyecto".
María Fernanda Guevara, estudiante de Diseño Industrial de Utadeo. Foto: Cortesía
"Esta experiencia, y en cuanto a vivir una pandemia en territorio ajeno, me ha aportado mucha paciencia, tanto en lo académico como en lo personal. En general, y antes de la pandemia, toda la estancia en Phoenix estuvo llena de cosas buenas, de mucho aprendizaje y conocimiento, mucha motivación, mucha tranquilidad. Durante la misma, y como ya expliqué anteriormente, fue complicado, pero me dejó tres amigos muy especiales, sobre todo, Lau, quien fue mi compañía por mes y medio. Las recetas, los postres, las películas, el trabajo, las risas, los pájaros, las angustias, la incertidumbre, la tristeza, las molestias, todo eso hizo parte de mi estancia y me enseñó cosas que no podría describir con palabras", concluye María Fernanda sobre este proceso que también cambió su percepción de la vida.