Como estudiante, docente, investigadora y ahora decana (e) de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo, Denisse Grandas comprende la Universidad desde una perspectiva integral. Para ella, esta multiplicidad de roles le ha permitido valorar la esencia de la institución, una universidad que se distingue por su capacidad de transformación constante sin perder su identidad.
En sus palabras, la riqueza de Utadeo está en su dinamismo y diversidad, factores que han permitido consolidar una comunidad universitaria multicultural, creativa y comprometida con la formación de ciudadanos críticos y agentes de cambio.
“Lo más importante es avanzar sobre lo construido. Esta Facultad cuenta con un gran equipo de directivos, profesores y administrativos. Tenemos una responsabilidad social universitaria muy importante en razón a que ofrecemos a toda la Universidad dos componentes de formación integral fundamentales: el de las humanidades y el de la ética, la ciudadanía y la paz”.
Uno de los ejes fundamentales de su liderazgo es la interdisciplinariedad. Para Denisse, el conocimiento no puede estar fragmentado, debe tejerse a partir del diálogo entre distintas disciplinas. Esta visión se traduce en redes de colaboración académica, tanto en la Universidad como en escenarios nacionales e internacionales donde la interacción con otros saberes enriquece la formación de los estudiantes y fortalece la investigación.
Para ella, el aprendizaje debe trascender las aulas y conectar con los problemas reales de la sociedad. En este sentido, considera que la investigación aplicada es un elemento esencial en la formación de los estudiantes, pues les permite desarrollar habilidades analíticas y de resolución de problemas en contextos diversos. Desde la facultad, se promueven proyectos de impacto social que abordan desafíos contemporáneos como la gobernanza territorial, el diseño de políticas públicas innovadoras y el fortalecimiento de la participación ciudadana.
La nueva decana resalta la importancia de adaptar los programas académicos a las nuevas realidades del país y del mundo, con un enfoque que integre la innovación y la tecnología. Esta actualización responde a la necesidad de formar profesionales que comprendan su entorno, y sean capaces de diseñar e implementar soluciones que aborden los desafíos contemporáneos con una perspectiva crítica, creativa y multidisciplinaria.
“Este tipo de transformaciones académicas no solo enriquecen la formación de los estudiantes, sino también posicionan a la Universidad como un referente en la educación superior. La clave, está en anticiparse a las necesidades del entorno y en ofrecer programas que respondan a las demandas del mercado laboral y los retos sociales”.
Su mensaje es claro: la educación no es solo un proceso de transmisión de conocimientos, sino una plataforma para inspirar, innovar y proyectar soluciones que respondan a los desafíos del presente y el futuro. Desde la decanatura, su apuesta es por una facultad que siga siendo referente de transformación social, interdisciplinariedad y liderazgo académico.