La toma de decisiones estratégicas y la gestión de proyectos de negocios sostenibles en las empresas de biotecnología requieren procesos que les permitan realizar seguimientos a la evolución tecnológica, el entorno normativo, los competidores, las formas de producción, clientes, proveedores, clústeres y cadenas productivas, fortaleciendo la competitividad empresarial y permitiendo a las compañías nacientes, o startup, biotecnológicas participar activamente en las nuevas oportunidades de negocio que ofrece la bioeconomía.
La vigilancia tecnológica les facilita a las organizaciones disponer de información relevante sobre las tecnologías existentes y emergentes para el desarrollo de nuevos productos y/o procesos. Existen varias formas de desarrollar esta vigilancia, como la pasiva o escaneo, una manera rutinaria de buscar información relevante para el desarrollo del negocio; también está realizar búsquedas de información tecnológica con un carácter investigativo y hacer una búsqueda puntual de información tecnológica en un tema determinado de interés para la empresa.
Otro componente importante que deben tener en cuenta los participantes en el mercado de la bioeconomía es la inteligencia competitiva que, junto con la vigilancia tecnológica, permite una activa participación de las organizaciones en este mercado emergente. Uno de los beneficios que aporta la inteligencia competitiva es la minimización del riesgo en la toma de decisiones, además de proporcionar herramientas para anticiparse a los acontecimientos del mercado. En relación con la biodiversidad, puede suministrar información relevante respecto a la propiedad intelectual. Esta genera incentivos a las empresas en biotecnología, incrementando los niveles de inversión en investigación, desarrollo e innovación en nuevos productos y procesos. En la propiedad intelectual, lo que más impacta en el mercado de la bioeconomía son las patentes, debido a los altos costos en el que incurren las compañías para el desarrollo de nuevos productos; también están las indicaciones geográficas, que señalan el origen de los bienes, y las obtenciones vegetales que dan un derecho por un plazo determinado a la empresa que obtuvo la especie vegetal protegida, esta última regulada por la Unión Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales.
De acuerdo con el Banco Mundial, el cobro del uso de la propiedad intelectual de Colombia en el 2012, en relación con los Estados Unidos, fue de el 1,3 por ciento, mientras en países como Brasil y Argentina fue del 9,2 y 5,7 por ciento, respectivamente. El gasto en investigación y desarrollo en el 2009, que se realizó a nivel mundial, fue de 2,21 por ciento, como porcentaje del PIB, y en América Latina fue de 0,78 por ciento. Con información de la Ocde, el porcentaje destinado en Colombia para el mismo año fue 0,16 por ciento, y se proyecta que para el 2020 esta cifra se ubique en el 0,5 por ciento.
Los adelantos de este mercado en Colombia se evidencian en el Programa Nacional de Biotecnología, que fomenta la investigación, desarrollo e innovación en este campo, y el aumento de los proyectos aprobados por Colciencias sobre biotecnología.