Foto: Manuel Saldarriaga Quintero
En abril de este año, la Asociación Nacional de Exportadores de Café de Colombia (Asoexport) dio un giro inesperado. A su dirección llegó Gustavo Gómez, un bumagués de 28 años con el que se renovó un gremio de, al menos, 81 años de historia (ver Paréntesis).
¿La pretensión? Que pudiera oxigenar un sector tan tradicional e importante como el cafetero y tener la mira puesta en la innovación y el compromiso sostenible.
Con él también llegó la idea de pacificar la tensionante relación de la Asociación con la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) y de la alianza estratégica con la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
La vida de Gómez ha estado relacionada con el café pues siendo santandereano creció en los cafetales de su familia. Después de haber estudiado ingeniería industrial en la Universidad Industrial de Santander (UIS) y un máster en administración en Grenoble Ecole de Management, en Francia, tiene planes para hacer más eficiente la actividad cafetera, desde el transporte y los trámites, para lograr reducción en los costos de los agricultores. EL COLOMBIANO habló con él sobre cómo volver estos sueños realidades.
¿Qué ha implicado la nueva etapa de Asoexport con Analdex?
“Es un beneficio mutuo. Asoexport ha logrado acercarse más a instituciones como el ICA, el Invima y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Analdex ha ganado, pues se ha vuelto experto, pertinente y relevante en temas de café”.
¿Qué proyectos ya son fruto de esta alianza?
“Nos ha permitido que estemos trabajando en planes de optimización de transporte de carga terrestre, que puede llegar a disminuir hasta 20 % los costos. También estamos con la mira en la sostenibilidad e instalamos con la ministra María Lorena Gutiérrez una mesa técnica de café”.
¿Puede ampliar el plan sobre la reducción de costos?
“Estamos trabajando con un centro de innovación que se llama Logyca. Analizamos los porcentajes de ocupación de los vehículos cafeteros y cómo podemos aumentarlos. También, estamos viendo cómo lograr que los vehículos se vayan totalmente llenos y que los tiempos de cargue y descargue sean los óptimos. Ellos lo hacen a través de modelos matemáticos para poder hacer más eficientes las rutas”.
¿Cuánto puede cargar un vehículo hoy?
“La capacidad de un vehículo son 500 sacos, pero en los contenedores se exportan 275, entonces cuando se va a acomodar en dos contenedores quedan sobrando 50 sacos, y esto genera que las compañías logísticas tengan que planear estrategias para poder ir lo más llenos posibles... la idea es que entre empresas y Asoexport puedan combinar cargas y aumentar el nivel de ocupación”.
¿Cuándo estaría lista esa disminución de los costos de transporte del café?
“Vamos a aplicarlo el año entrante, con las empresas de Asoexport. Ahora, estamos en una fase de diseño”.
¿En qué más están trabajando?
“En eliminar los trámites y restricciones que quitan competitividad al sector cafetero de Colombia. Estamos trabajando en las guías de tránsito, la emisión de Certificados de Origen del Café y en la importación de muestras de café (por ejemplo, cuando el mismo exportador tiene problemas de calidad en destino y necesita importar pruebas para verificar esta situación; lo que ocurre es que tiene problemas de ingreso con la muestra al país y los laboratorios nacionales para verificarlas, entonces debe llevarlas a otros territorios para hacer esto y eso genera sobrecostos)”.
¿Cuántas empresas están vinculadas a Asoexport?
“Del total exportado, la FNC lleva al exterior una cifra cercana a 23 % y Asoexport, por volumen, representa 65 %. Asoexport representa a más o menos 22 empresas”.
Hablando un poco entre la ambivalencia existente entre la FNC y Asoexport ¿en qué va?
“Históricamente hubo una rivalidad, pero con la entrada de Roberto Vélez hemos trabajado de la mano en varios aspectos. La idea es sentarnos con ellos en la mesa técnica de café y programas de sostenibilidad. La relación que en algún momento fue bastante tensa, en estos años, ha venido mejorando mucho y de hecho, estamos trabajando en equipo en algunas cosas”.
¿Cómo se está impulsando la calidad del café?
“Nosotros estamos más enfocados a temas de logística y competitividad. No en los temas de producción, eso es más de la FNC y hacen muy bien su trabajo. Nosotros participamos en otras partes de la cadena de valor. Estamos apoyando temas de sostenibilidad, a ver cómo aseguramos que podamos ser productivos, cómo en el futuro, a pesar del cambio climático y efectos adversos del planeta, podamos seguir cultivando café”.
¿Cuál es la perspectiva a 2017? ¿Si alcanzarán los 18 millones de sacos a 2024?
“Vamos a estar cercanos a los 14 millones de sacos. No hay problema de abrir mercados, o de ser más eficientes, sino de poder producir más café para exportarlo. Estamos seguros de que si el Gobierno y la Federación logran impulsar proyectos para aumentar la producción de café lo exportaremos y venderemos al exterior”.
¿Cuál es la expectativa a 2018?
“La cifra se va a mantener, no se va a crecer demasiado, a menos que algo extraordinario ocurra. Sin embargo, hay que esperar la cosecha, y lo que va a suceder en la zona central para tener una cifra más precisa. Estará entre 14 millones y 14,5 millones de sacos”.
¿Y en nuevos mercados?
“Nuestro mercado más importante es Estados Unidos, como 40 % de las exportaciones van hacia ese destino. A ese destino le siguen: Alemania, otros países de Europa y Japón. No tenemos problemas de mercado. Sabemos que hay un crecimiento de consumo. Hay países como China, que en otros sectores es un mercado muy importante y que nosotros podríamos llegar más masivamente. El tema de mercado está solucionado. Lo que necesitamos es que Colombia produzca más”.
POR NATALIA CUBILLOS MURCIA
PUBLICADO EL 07 DE NOVIEMBRE DE 2017
El Colombiano