60 años del programa de Contaduría Pública: celebrar la historia de cara al futuro
Pensar en el ejercicio y rol del contador, para muchos, es una actividad en la que se ve a los profesionales con los tradicionales libros de contabilidad haciendo registros contables para las organizaciones. Tradicionalmente sucedió, sin embargo, en tiempos de constantes cambios y con la tecnología como aliada, la profesión se ha trasformado y presenta nuevos retos que se deben asumir desde la academia para facilitar ese talento que genere desarrollo social y económico.
En este contexto, en al Aula Máxima de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se dieron cita Gabriel Budiño, Contador Público por la Universidad de la República, Magíster en Sistemas de Información y doctorando en la Universidad de Buenos Aires; Jorge Castelblanco, CEO de Crowe Colombia quien ha contribuido activamente al desarrollo de la profesión de contaduría en el país como catedrático en las facultades de Contaduría y Ciencias Económicas en diferentes universidades; José Yimmy Sarmiento, Conferencista, asesor, docente e investigador en educación financiera y alto desempeño, y Edgar Jiménez Méndez, Contador Público de la Universidad Nacional de Colombia, especialista en Finanzas de la Universidad de los Andes, Magíster en Creación y Dirección de Empresas de la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid España y actual docente de Utadeo.
Invitados de lujo que se unieron a la celebración de los 60 años del programa de Contaduría Pública de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, institución que fue la primera en el país en crear el programa profesional con una mirada de futuro cuando en 1960 en Colombia se aprobó la Ley 145, la cual reglamentó el ejercicio de esta disciplina. Se estableció que para ser inscrito como contador público se requería el título correspondiente de una facultad colombiana autorizada por el Gobierno.
De tal manera que en 1961 un grupo de profesores se reunieron con el propósito de evaluar las ventajas de un programa de Contaduría, el aporte al país y las herramientas necesarias para llevarlo a cabo. Luego de un minucioso trabajo se concluyó que Utadeo contaba con docentes idóneos para la formación de esta profesión. Con ello, el Consejo Directivo aprobó la apertura de la Facultad en 1962. Han pasado seis décadas desde que la Universidad asumió el reto de formar contadores públicos que ocupan destacados cargos en los sectores público y privado.
Fotografías de archivo
“Para nosotros es un orgullo ser la primera Universidad en formar estos profesionales. Agradezco al personal docente, estudiantil y administrativo que a lo largo de los años han aportado al proyecto educativo y a la formación de profesionales de excelencia”, señaló el rector de Utadeo, Carlos Sánchez Gaitán. Excelencia y trabajo que reconoció públicamente la Asociación Colombiana de Facultades de Contaduría Pública (ASFACOP).
Diana Figueroa, en representación del Consejo Directivo de ASFACOP, entregó un reconocimiento al Rector por los 60 años del programa. En sus palabras “reconocemos el trabajo que ha hecho la universidad en la formación de profesionales responsables que aportan un grano más en la construcción de país”.
El Consejo Técnico de la Contaduría Pública (CTCP), también reconoció el aporte que desde el programa se ha hecho al desarrollo de la profesión en Colombia, su testimonio en las transformaciones a lo largo de seis décadas y la contribución en la confianza empresarial y el desarrollo económico del país.
A este reconocimiento se unieron egresados quienes destacaron el orgullo de haber pasado por las aulas y su gratitud por lo que aprendieron. “Lo más importante fue haber conocido amigos y profesores con quienes pudimos desarrollar nuestra carrera profesional”, mencionó María Fernanda Vaca, egresada de la promoción del 2006 quien labora en Estados Unidos. Egresados en varias partes del mundo ejercen la profesión llevando el sello tadeísta.
“Los egresados han cumplido a cabalidad con las dos características fundamentales que se pide de ellos: confianza en los resultados y lealtad con su profesión. Los cumpleaños son también el momento para hacer reflexiones y pensar en el futuro de nuestro ejercicio y en la manera en cómo formamos a nuestros contadores. La profesión está cambiando y tienen nuevos retos”, indicó Santiago Correa Restrepo, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
Retos que, primordialmente, están relacionados con la tecnología y con los nuevos roles de los contadores públicos en la sociedad como, por ejemplo, gestionar información no financiera y analizar una mayor cantidad de datos. Para ello, la inteligencia artificial, Big data, machine learning y herramientas para automatizar procesos se presentan como aliados para habilitar más espacios para el análisis y la prevención de escenarios de riesgos.
Según el contador uruguayo Gabriel Budiño, “las herramientas, la digitalización y la virtualización nos permiten trabajar en diferentes partes del mundo y a la vez estar conectados con colegas y pares en un mundo interconectado que está a la vanguardia”. La realidad de la contaduría es que es una profesión que está en constante cambio y hoy más que nunca es una pieza invaluable en cualquier dinámica económica empresarial porque permite tener un panorama de qué puede pasar en las organizaciones, los riesgos y las oportunidades.
“La contaduría ahora oficia como un rol más predictivo y de acompañamiento al cliente para tomar decisiones. El análisis y la estadística tomarán mayor relevancia razón por la cual se deben tener más horas de aprendizaje respecto al tema”, señaló Yimmy Sarmiento, conferencista, asesor, docente e investigador.
Celebración de los 60 años del programa de Contaduría
Utadeo está precisamente en ese proceso con los Comités Curriculares y el Comité de Facultad en un análisis profundo del programa de Contaduría Pública para introducir en un corto plazo los temas de vanguardia y tecnología. “Nuestros contadores tendrán un plus adicional a la hora de insertarse en el mercado laboral. Por eso, estos elementos estarán de manera transversal a lo largo de la carrera”, afirmó el Decano de la Facultad.
La introducción de la tecnología y nuevas herramientas también les permite a los estudiantes tener una perspectiva de lo que pasa en el mundo y dar pasos a la transición que vive la profesión. Sin duda alguna de las grandes conclusiones “es entender que la tecnología es la protagonista y que la automatización llega no solo para ahorrar costos en las organizaciones, sino para liberar a los contadores públicos de tareas operativas y permitirles generar valor a las organizaciones”, añadió Gabriel Budiño.
Valor que va acompañado de la vocación y del desarrollo de las habilidades blandas en las que se destacan el servicio cliente, gestión del cambio, habilidades de comunicación y gestión del tiempo por mencionar algunos. La importancia de estas habilidades radica en que los temas operativos del contador la tecnología las puede ejecutar, pero no la humanidad que se requiere es escenarios de tomas de decisiones y consultoría en las organizaciones.
De esta manera, “el contador es una persona con vocación de servicio, de confianza y que siempre se está reinventando. Acá la academia tiene un campo de acción amplio para saber leer la necesidad y los cambios que se presentan y capacitar a los contadores también temas de criptomonedas y robos digitales. Debemos tener la capacidad de ir un paso adelante”, resaltó Jorge Castelblanco.
Los retos son varios, pero la labor del Contador no es menor. Es el garante, en primer lugar, del registro y de la veracidad de la información contable de las organizaciones. Elemento central para la toma de decisiones y del conocimiento claro y real para todos los grupos de interés relacionados (accionistas, juntas directivas, la administración, los entes de control y la sociedad en general).
En segundo lugar, es el encargado de auditar y revisar la actividad de sus colegas. Una labor fundamental en el ejercicio de control y de rendición de cuentas de toda organización. Sus informes son públicos y garantizan que la información que suministran sea útil para la toma de decisiones y para el buen funcionamiento del gobierno corporativo. No es una responsabilidad menor.
“Hoy no basta con ser buenos en lo que siempre hemos sido, sino que debemos pensar en el futuro. Un futuro que está marcado por la innovación tecnológica”, concluye el Decano Santiago Correa Restrepo.
Redacción: María Alejandra Moreno
Fotografía: Lina Alejandra Zapata
Videografa: Katerina Rincón
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