Reyson Velásquez y su mundo de fantasías desde el Pacífico colombiano
Esta historia comienza en 1763, en una isla con forma de luna creciente que es conocida como Isla de Carabel, ubicada en el Océano Índico. Allí se encuentra la escuela de niños espirituales, una edificación de la época donde el blanco y verde sobresalen, con pisos en baldosín y puertas de madera que rechinan. Demian, el protagonista, camina sigilosamente, a la vez que va tocando las paredes en busca del despacho de la directora.
Así inicia el primer capitulo de “Demian y el vórtice prohibido”, una historia que, en el 2017, fue lanzada como una serie web de fantasía, pues está llena de efectos especiales y mundos imposibles que se vuelven posibles gracias la imaginación de Reyson Velásquez, el escritor de esta historia que une elementos universales, como el bien y el mal, con la idiosincrasia chocoana.
“Esta es la historia de un niño que tiene que encontrar y destruir el antiguo libro de los misterios; para ello debe arrebatárselo a los tres hermanos del mal: Malimba, Picho y Potosí, que lo tienen en su poder”, comenta Velásquez, quien por esta historia ganó la convocatoria audiovisual dirigida a comunidades negras, afro, raizales y palenqueras y rom del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. En total son $250.000.000 que le permitirán hacer una producción de primer nivel en época de pandemia y con el reto de lograrlo en tres meses.
Un camino de éxitos
La vida de Reyson ha estado influencia por el arte. Empezó con la literatura y el dibujo por sus tíos, que siempre estaban haciendo música, pintando o escribiendo y él se unía. En el colegio encontró un grupo de amigos con los que compartía el mismo gusto, experimentando con óleo y diferentes técnicas de pintura.
“Siempre que mi mamá viajaba a Medellín o Bogotá le pedía que me trajera óleo y demás materiales para pintar”, recuerda Reyson y menciona que en una ocasión ganó un concurso de pintura en el colegio.
Entró a estudiar Artes Visuales en la Universidad Tecnológica de Pereira, donde se encontró con la animación y de paso con el cine. “Allí me doy cuenta que lo que quiero hacer está por ese lado, porque es por donde se puede conjugar de diferentes maneras del arte y se llega más a los sentidos de los espectadores”, comenta Reyson.
Autores como Tolkien y J.K. Rowling, creadores de sagas como "El señor de los Anillos" y "Harry Potter", inspiraban a Reyson en sus escritos y trabajos: “Era motivante encontrar en la universidad un área donde podías explorar. A partir de ahí hice mi primera proyección que fue un trabajo de animación, titulado "Las semillas destructivas", proyectado en el auditorio de la Universidad en el 2013”, señala.
Aquella primera producción encendió la llama de lo que sería una hoguera de producciones que lo llevarían por el camino del cine, no sin antes ser profesor de un colegio en el distrito de Agua Blanca en Cali, trabajar con empresas de animación en Bogotá y en el periódico “La Tarde” de Pereira, ciudad que le permitió volver al Chocó.
“En un evento mostré algunos trabajos que había realizado y allí había una persona del SENA que me comentó que estaban buscando a un instructor para el área de animación”, señala Reyson, que en ese momento vio lejana esa posibilidad, pero a los dos meses ya estaba trabajando allí.
Estar de nuevo en el Pacífico le permitió conectarse con el talento en Quibdó, donde empezó a producir contenidos audiovisuales con la ayuda de los jóvenes. “El cine afro nos permite contar nuestras propias historias”, resalta en su discurso Reyson, que junto a su equipo de trabajo han puesto sobre la mesa temas de construcción de identidad y la creación de una representación digna de las comunidades.
“Es importante que desde nuestras propias manos podamos contar nuestras historias y no que otro venga a contarlas”, comenta y hace énfasis en que el hecho de hacer obras audiovisuales abre un espacio para poder hablar. “Nuestras historias ya no hablan de racismo y exclusión, al contrario, hablan de empatía y respeto”, añade.
"Gracias a la maestría pude tener un proyecto más sólido para poderlo presentar a la convocatoria"
Reyson ha sido ganador del estímulo de relatos regionales del Fondo de Desarrollo Cinematográfico en dos ocasiones. La primera le permitió realizar la producción de la película “La prueba de los ancestros” y en la segunda pudo producir una película que promovía los valores de la cultura en las regiones. En el 2019 ganó el estímulo de finalización otorgado por el Festival Internacional de Cine de Cartagena, para el cortometraje “El secreto del rastro”. Es representante del Chocó ante el Consejo Departamental de Cinematografía y dirige su empresa de producción audiovisual Dela Mina Studios.
Potencia Pacífico
Ante las credenciales de su trabajo, la Corporación Manos Visibles y Utadeo le otorgaron uno de los 35 cupos en la cohorte del programa Potencia Pacífico, dirigido a todos los gestores culturales del litoral Pacífico y su diáspora que tuvieran interés en cursar la Maestría en Gestión y Producción Cultural y Audiovisual.
“Yo he estado pendiente de las cosas que aparecen, y es así como llegó esta oportunidad para seguir aprendiendo”, señala Reyson, quien también destaca que: “Ha sido muy importante porque una maestría como esta, con los maestros que hemos tenido, logran abrir los ojos para entender demasiados aspectos”.
Reyson no tardó mucho en entender el potencial de sus capacidades y con un poco de ayuda de sus maestros, logró presentar un proyecto como pocos a la convocatoría de MinTIC, que destaca la riqueza cultural de la región, pero también involucra elementos de alta tecnología, como lo son los efectos especiales.
Su proyecto fue elegido entre mas de 580 postulados a la convocatoria y espera posicionar su trabajo y el de su empresa, así como de quienes la conforman. El máximo desafío al que se enfrenta es desarrollarlo todo en tres meses, tiempo en el cual deberá producir tres capítulos de 30 minutos cada uno.
“Vamos a hacer una adaptación más elaborada, porque lo que antes hacíamos era con las uñas, ahora es con profesionales”, señala Reyson, quien ya conformó su equipo de trabajo con talento chocoano.
Entre la magia y la fantasía, la historia de Demian continúa tres años después su lanzamiento; Reyson revelará el vórtice prohibido y conoceremos las ficciones que pueden surgir desde un territorio que empieza a hacer visibles sus historias, las cuales siempre estuvieron ahí.
Por: Miguel Ángel Durán Guzmán
Oficina de Comunicación Utadeo