La cultura cerámica, una tradición que sigue viva en las manos de nuestros artesanos

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La cultura cerámica, una tradición que sigue viva en las manos de nuestros artesanos

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La cultura cerámica, una tradición que sigue viva en las manos de nuestros artesanos
Viernes, Octubre 2, 2020
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Como una antesala al IV Festival Internacional de Cultura Cerámica (FICC2020), que apoya Utadeo y que se llevará a cabo del 18 al 20 de octubre, hablamos con su creadora, Mayra Carrillo, sobre el estado de la cultura cerámica en el país.
Foto: Pixabay

La fusión del barro, el agua y el fuego dan origen a las más bellas creaciones de ornamentos, cuencos o cerámicas, objetos que reflejan y documentan historias, culturas y sociedades delineadas por las manos de los artesanos. Es la cultura cerámica la que reúne todo lo que la humanidad ha producido y producirá con relación a este material: técnicas, historias, textos, maestros, aprendices, discípulos, piezas coleccionadas en museos.

El concepto de cultura cerámica, creado en 2009, es el resultado de los procesos educativos que la ceramista social Mayra Carrillo vivió desde 1995 en diferentes universidades nacionales y extranjeras, en las que compartió y adquirió saberes de este oficio.

"Me di cuenta de que no era posible pensar de manera amplia en todo lo relacionado con la cerámica, si no se introducía dentro de una cultura" señala. Aunque esta cultura ha sufrido varios embates a lo largo de la historia, para esta ceramista social el oficio ha resurgido como el ave fénix entre las tradiciones de los artesanos y de las comunidades indígenas que han contestado al llamado de sus ancestros y al legado de miles de años.

Foto: Pixabay

Con estudios de pregrado en Artes Plásticas -profundización cerámica- y formación investigativa de posgrado en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura, Mayra ha desempeñado un trabajo juicioso para mantener vivo el oficio; de ahí que asegure llamarse la primera ceramista social, una profesión creada en el 2006 y un término tomado del pensamiento ampliado del arte del artista alemán Joseph Beuys, quien cambió la historia de la enseñanza de las artes en el mundo con la creación de tres conceptos: escultura social, arte social y plástica social.

"El ceramista social es un ser que actúa conscientemente para transformar la sociedad desde cuatro líneas de trabajo: Creación de espacios formales e informales para su enseñanza y difusión, conceptualización y producción de eventos, creación y gestión de proyectos para la cultura y la educación, y realización de asesorías a personas, grupos e instituciones", explica Mayra, quien se encuentra dedicada al desarrollo de investigaciones y productos que le permitan perfeccionar las labores de formación, educación y servicios culturales.

Con el fin de reconocer cuáles son las áreas de trabajo del ceramista social en Colombia, Mayra comenta que originalmente existen cuatro: arqueológicas, industriales, artesanales y artísticas, "pero agregué una quinta área en el centro del mapa: patrimoniales, haciendo alusión a las colecciones sobre las cuales existen leyes de protección desde de la Constitución Política en adelante. Este quinto grupo recoge pilares que permiten reconstruir parte de la historia de las áreas de trabajo mencionadas".

Áreas de trabajo del ceramista social. Imagen: Cortesía - Mayra Carrillo.

Algunas de las áreas de trabajo mencionadas nacen y se practican en lugares como Ráquira, La Chamba Tolima, El Carmen de Viboral, donde el pasado 3 de septiembre, las vajillas de esta región fueron incluidas en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Nación, y San Sebastián de Urabá. Sobre este último municipio, Mayra explica que allí se tenía una tradición alfarera enfocada a los asuntos religiosos; sin embargo, cuando el fundador de la Facultad de Antropología de la Universidad de Los Andes, Gerardo Reichel-Dolmatoff, hizo algunas excavaciones en la zona, los indígenas retomaron el oficio y se reafirmaron en la idea de mantener viva la tradición de sus ancestros; fue así como resurgió la cultura cerámica en el territorio.

Alguna de las exploraciones hechas por antropólogos como Reichel-Dolmatoff en Colombia mantienen vivos los procesos de la transformación de la arcilla. Adicionalmente, los hornos -huecos construidos en el suelo- con los que los indígenas realizaban las quemas de sus objetos, se mantienen vigentes. Como asegura Mayra, hoy en día existen muchas comunidades artesanales que siguen trabajando con técnicas como esta. Incluso, un hecho particular como el hallazgo del acervo de saberes, escrito por investigadores hace varias décadas, impulsó el trabajo artesanal, las costumbres y las representaciones simbólicas de los “Cubeo”, una comunidad indígena ubicada en el departamento del Vaupés, en las fronteras con Venezuela y Brasil.

"En este momento siento que hay muchas personas que están interesadas en ayudar a fortalecer la cultura cerámica. Hay un gran auge de talleres ceramistas y esto se evidencia en la producción y venta de hornos en los últimos años", comenta sobre el panorama actual, que se ve prometedor, pese al golpe sufrido por la pandemia.

Para Mayra, los años difíciles en los que la cultura cerámica era vista con desdén por cuenta de la apertura económica en los años 90, época en la que quebraron cerca de un 80% de los artesanos dedicados al oficio, quedaron atrás. Se muestra optimista y ve en la pandemia una oportunidad, puesto que "el excesivo encierro nos llevó a entender la importancia del contacto con la naturaleza y con el otro, y creo que justamente muchas personas van a buscar la cerámica como una forma de contrarrestar este fenómeno de la cibercultura. Además, la cerámica resulta muy terapéutica y ayuda a liberar muchas cosas que uno tiene en el alma".

Parque principal de Ráquira, Boyacá. Foto: Pixabay

Es Colombia, junto a México, Perú, Ecuador y Brasil, uno de los países reconocidos por la maestría en este arte. Sin embargo, Mayra pone de presente que falta más apoyo por parte del Estado para preservar los saberes. "He admirado la gestión que hizo Brasil para lograr que los maestros artesanos tengan un salario digno, además de garantizarles aprendices que perpetúen en el tiempo la tradición", resalta.

Se refiere a la ley de Registro de Patrimonio Vivo (Ley nº 12.196, de 2 de mayo de 2002), que tiene como objetivo preservar las manifestaciones populares y tradicionales de la cultura pernambucana, así como permitir que los artistas pasen sus conocimientos a nuevas generaciones de alumnos y aprendices.

En una traducción que hizo, Mayra rescata el siguiente párrafo: "Una nación que no cultiva o preserva su cultura, su tradición y saberes milenarios dejados por los antepasados no deja raíces ni desarrolla valores que sean heredados por las nuevas generaciones. Es necesario, por lo tanto, crear y divulgar eventos que den valor a la vida y obra de los maestros artesanos que, anónimamente dejarán un legado cultural, y, en general, vivirán y morirán sin acumular riquezas, viviendo solamente para la producción de su obra artística."

Mientras eso sucede, Mayra seguirá trabajando desde su vocación de maestra de este arte y ceramista social. Por eso, una vez más, le da la bienvenida a la cuarta versión del Festival Internacional de Cultura Cerámica (FICC 2020), un espacio para vivir la educación y la cultura cerámica desde el próximo 18 hasta el 20 de octubre. El FICC fomenta articulaciones conscientes entre cultura y educación, además de propiciar el desarrollo de procesos de descubrimiento, organización y transmisión de los valores individuales y sociales que posee la cerámica. En este sentido el FICC 2020 abre nuevas alternativas de gestión internacional para una de las más antiguas Artes Plásticas y Visuales que posee la humanidad. Toda la programación se encuentra disponible en francés, inglés y español en el link: https://cieceramica.jimdofree.com/inscripcion-ficc-2020/

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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