Estudiantes desarrollan mejoras en dos sistemas de automatización del CIPI
Durante un poco menos de dos siglos, los procesos térmicos de pasteurización y de autoclave han sido de vital importancia a la hora de eliminar microorganismos en alimentos como la leche y medicamentos, pues muchos de estos agentes patógenos, en otrora, eran causantes de graves enfermedades e, incluso, de muertes. Sin embargo, los mecanismos manuales para manipular estos instrumentos pueden ser peligrosos, debido a la presión y la temperatura que allí se maneja, por eso la importancia de crear sistemas de automatización que, en industrias alimenticias de vanguardia, cada vez son más sofisticados y frecuentes, en la medida que permiten controlar los dispositivos desde una computadora o, en la Industria 4.0., mediante control remoto usando el Internet de las Cosas (IOT).
El grupo de estudiantes desarrolló el proyecto como parte de la asignatura de Automatización Industrial
Esa apuesta fue la que, precisamente, llevaron a cabo un grupo de estudiantes del programa de Ingeniería en Automatización, liderado por el profesor Álvaro Patiño. Durante este semestre, David Malpica, Diego Melo, Leonardo Rodríguez y Rafael Boheiro desarrollaron una serie de mejoras para el sistema de automatización de la autoclave y del pasteurizador del Laboratorio de Transferencia de Calor del CIPI de Utadeo: “arreglar este tipo de sistemas suele ser costoso, así que el propósito de este proyecto era poner a punto los sistemas”, afirma Patiño.
Aunque este espacio ya contaba con una plataforma de automatización denominada Opto 22, desde hace algún tiempo, según explica el profesor, no estaba funcionando, así que la tarea fue ajustar los parámetros y las redes de acuerdo con las necesidades de los estudiantes y profesores de los programas de Ingeniería de Alimentos e Ingeniería Química, quienes son usuarios frecuentes de estas máquinas.
Los estudiantes desarrollaron la solución basados en la plataforma Quick Services
En el caso del pasteurizador, los estudiantes trabajaron en torno al control de la temperatura de los líquidos que atraviesan las diferentes tuberías del dispositivo, desde su enfriado y calentado. De igual forma, ajustaron los controles de las válvulas y las bombas, según los datos recibidos por los sensores de temperatura: “Antes, el manejo del pasteurizador era manual e incluso los estudiantes debían esperar y tomar tiempos para hacer los registros”, agrega el profesor.
En el caso de la autoclave, el proceso de automatización estuvo relacionado con la generación de los choques eléctricos al interior de la máquina, a partir del control de una electroválvula, desde su encendido y apagado.
Pero la propuesta no se agotó allí, pues los estudiantes desarrollaron un sistema de ejecución de manufactura que permite documentar la trazabilidad de los procesos y el funcionamiento de los equipos, gracias a la conexión que se logró entre la plataforma y Excel.
Ahora, en las siguientes fases del proyecto, los esfuerzos se concentrarán en la actualización de las redes del CIPI, pues la idea es que este mismo proceso de automatización pueda ampliarse, de manera cableada y remota, a diferentes dispositivos y laboratorios de este centro, como lo pueden ser los equipos de extracción de aceites esenciales y los analizadores de aires.
Como lo resaltan los estudiantes, uno de los principales aprendizajes del proyecto fue el trabajo interdisciplinar y en equipo, pues durante este semestre tuvieron que aprender nociones básicas sobre la pasteurización y las formas para hacerla más efectiva: “es una gran oportunidad para que los estudiantes puedan desarrollar sus conocimientos, no es lo mismo explicarlo en el aula, que enfrentarlos a una realidad donde tienen que cumplir unos requerimientos”, destaca el profesor tadeísta. Este proyecto hizo parte de la muestra final de la Feria de Ingeniería que se llevó a cabo el pasado 22 de noviembre.
