En el último día de votaciones, un análisis sobre el abstencionismo en Utadeo
De acuerdo a un análisis realizado por El Heraldo, en las últimas 15 elecciones presidenciales el porcentaje promedio de participación de la ciudadanía es del 46 %. Es decir, más de la mitad de los colombianos habilitados no votan.
Un fenómeno similar ocurrió en el 2016, cuando se refrendaron los Acuerdos de Paz con la guerrilla de las FARC por medio de un plebiscito. En esa ocasión, el 62 % de los colombianos se abstuvo de votar. La cifra más alta en los últimos 22 años.
Para muchos, la razón de lo anterior es que existe una desconfianza generalizada en cuanto al proceso democrático, hay falta de credibilidad en los líderes y en las instituciones. ¿Sucede lo mismo en la Universidad?
Si bien el contexto es otro -no existen casos de desviación de recursos o corrupción y la democracia se ejerce de manera directa-, en Utadeo el panorama no es diferente. En las últimas tres elecciones, las cifras de abstención en el caso de los estudiantes han estado en el 85 %, mientras para los profesores es de cerca del 75 %.
Estas son las cifras de abstención para el Consejo Directivo en los últimos tres años:
“Creo que no nos interesamos lo suficiente en eso, y por la parte administrativa no nos hacen saber quiénes son los candidatos o sus propuestas. Por ahí se ven letreros con algunas caras, pero nada más”, afirma Lizeth Camila Barón, estudiante de Artes Plásticas.
Aunque la información circula por los medios y redes de la Universidad, como la página web, el correo electrónico institucional, Facebook, Twitter e Instagram, entre otros, por alguna razón no llega a los destinatarios.
Una encuesta realizada por la página de Facebook Confesiones y Memes para Tadeístas, que tuvo como muestra a cerca de 600 estudiantes, arrojó que el 93% de los encuestados no conocían a los representantes del periodo anterior o los logros de su representación.
Si bien es una muestra de alrededor del 5 % de la comunidad universitaria, refleja un problema que se corrobora con las cifras de abstencionismo.
Al respecto, consultamos a Karolina Ladino, representante al Consejo Directivo en el periodo 2017-2018. Para ella, “la abstención está ligada a que una persona, hasta que no sufre la necesidad de algo y no recibe atención, o quiere mejorar un proceso y no le ponen cuidado, o desea que su voz sea escuchada, hasta ese punto la persona no decide que es importante su voto”.
“Los líderes se esfuerzan mucho para que los escuchen y la universidad se de cuenta de las cosas que están mal y lo que se puede cambiar”, complementa.
El problema, en este y el caso nacional, es que la representación no consiste únicamente en el voto. Entre más exijan los representados a sus representantes, más se fortalece la democracia. No solo porque se tienen en cuenta las opiniones de los estudiantes y profesores sino porque se hace un control de qué tanto cumplen las personas elegidas. Es decir, informarse no es solo un deber de la Universidad o los representantes, es también de los representados.
Entonces, la respuesta es una: ¿Quiere que algo cambie? ¡Haga que pase y vote! Recuerde que las votaciones cierran hoy miércoles 28 de febrero a las 20:00.
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Por: Edier Alexander Buitrago
Oficina de Comunicación
