El año pasado, la profesora Beatriz Suárez, en el marco de su trabajo con las personas privadas de libertad, fue invitada a evaluar las “entregas” finales de las mujeres privadas de libertad que recibieron capacitaciones sobre sus derechos sexuales y reproductivos por parte de la Corporación Mujeres Libres.
Allí pudo evidenciar de primera mano las violaciones a estos derechos por parte del Estado. A través del arte varias mujeres del Buen Pastor y de la cárcel Distrital pusieron en evidencia la falta de atención a estos derechos y la necesidad de garantizarlos parte del Estado.
“Como permanecemos en el patio y no podemos entrar en las celdas, cuando nos llega el periodo y necesitamos una toalla o necesitamos cambiarnos porque se nos olvidó sacarla, la guardia nos ha exigido que nos bajemos los pantalones y mostremos los interiores para verificar que sí tenemos el periodo y estamos con sangre”.
“No nos dejan entrar implementos para la menstruación con las que nos sentimos cómodas. Por ejemplo, a mi no me gusta utilizar toallas, a mi me gusta utilizar tampón y no dejan entrar casi tampones, a muchas personas no las dejan entrar copas, que yo sepa no está permitido”.
Estos son algunos de los testimonios emitidos por las mujeres a lo largo de los talleres dictados por Mujeres Libres.
En el conversatorio la profesora Beatriz Suárez resaltó la metodología de trabajo a lo largo de los talleres, pues a través del arte es más fácil comunicar cosas que por temor, pena o timidez no se dice con palabras.
Para consultar el informe completo haga clic acá: https://www.mujereslibres.co/cicatrices-del-silencio/