Decálogo de recomendaciones al leer
1. Concéntrate en la lectura.
Busca un lugar propicio para la labor, cómodo, alejado de fuentes de ruido y de otras distracciones. Ten a la mano todos los materiales que puedas necesitar: los libros, un cuaderno o papel, un diccionario, un lapicero, un resaltador, un lápiz, etc.
2. Lo que leemos fue escrito por alguien.
Es importante conocer la información básica de los autores para tener en cuenta en qué momento histórico se escribió lo que leemos, en relación con qué tradición, con qué orientación teórica, o con respecto a qué problemáticas concretas.
3. Divide y vencerás.
Es más efectivo tratar el texto de a pocos. Los párrafos sirven para desarrollar y expresar una idea que puede ser resaltada para una mejor identificación visual. Un párrafo se identifica porque expresa una idea completa y porque está separado del resto del escrito por un punto aparte.
4. Leer es una acción en la que debes construir el sentido del texto.
No pases simplemente tus ojos sobre las líneas del texto, trata de identificar las ideas centrales de cada párrafo que lees.
5. Para leer es indispensable escribir.
Primero, intenta usar un resaltador para marcar sobre el texto las palabras que expresen las ideas centrales en cada párrafo y/o toma nota en un cuaderno de cómo las interpretas.
6. Nadie nace aprendido, siempre hay que buscar.
Si no entiendes una palabra, si no conoces alguno de los nombres de personas o lugares que la lectura menciona, no lo ignores, búscala en un diccionario o en internet.
7. Lo que leemos fue escrito para algo.
Identifica el objetivo general de lo que lees planteándote preguntas como: ¿qué preguntas propone el autor? ¿porqué es importante tenerlas en cuenta? ¿cómo pretende el autor resolver los interrogantes que propone?. Por lo general estas ideas aparecen en la parte inicial de un escrito y conforman el cuerpo de una introducción.
8. Los esquemas ayudan.
Si previamente has señalado la idea central de cada párrafo, al finalizar la lectura no debería ser difícil hacer un esquema en el que representes las relaciones entre estas ideas: empieza por la idea que exprese el objetivo general del escrito y reconstruye el camino que se recorre para alcanzarlo. Ten en cuenta que puede haber relaciones de temporalidad (antes y después), de oposición (esto es lo contrario de lo otro), de causalidad (algo es la causa de otra cosa), etc.
9. Pon a prueba tu comprensión.
Comenta la lectura con tus compañeros de clase o con alguien que haya leído el mismo texto. ¿Han llegado a la misma interpretación? ¿Han llegado a interpretaciones distintas?, si esto último sucede, es conveniente revisar los apartes de la lectura en los que radica el desacuerdo para resolver la dificultad.
10. Que no te dé pena pedir ayuda.
Cuando hayas intentado leer un texto siguiendo las recomendaciones del 1 al 9 y aun sientas que no logras comprender la lectura, trata de ubicar los puntos concretos del escrito en donde se ubican tus dudas, redacta por escrito de la manera más clara posible en qué consisten y pacta un encuentro de tutoría con tu profesor. Muy seguramente allí podrás resolverlas y descubrirás que no eres el primero, ni el último al que la lectura de un texto se le haya dificultado.