Beatriz Helena Rolón Domínguez
Magister en Educación, diseñadora de interacción e investigadora.
Profesora coordinadora de la Ruta de Interacción del área académica de Diseño de Producto.
En plena transformación generada por el COVID-19, se hace imprescindible considerar cómo vivir y sobrevivir a este complejo cambio, y aunque de forma general la vida en el planeta se vea implicada en la intención del aprovechamiento de las tecnologías digitales, se propone como un posible punto de partida el cuestionar las complejas prácticas cotidianas de las personas como fuerza real para el avance de muchos de estos desarrollos y sus aplicaciones prácticas en escenarios sociales, políticos y económicos.
En línea con ello, planificar, desarrollar y documentar los procedimientos necesarios para diseñar la interacción, es el principio fundamental para la comprensión de la tecnología digital emergente, su uso y contexto, siendo a su vez un reto que se asume desde el amplio espectro de posibilidades en las que ha evolucionado el campo del diseño.
Así mismo, al diseñar la interacción se exploran los límites disciplinares, pues implica dar valor a la manera como las personas interactúan en diferentes contextos, lo que ha permitido desarrollar reflexiones teóricas y trabajos prácticos que trascienden la producción de los objetos, para enfocarse en la comprensión empática desde diferentes dominios, sobre la manera en que las personas/usuarios y en general los individuos, perciben y experimentan los dispositivos y cómo sus acciones y comportamientos tienen sentido y crean significados.
Dado que desde esta perspectiva la interacción se mueve por el entorno, supone un proceso de comunicación que puede ser enriquecido por el diseño, puesto que en sus actividades proyectuales se destacan las aplicaciones sistemáticas que requieren capacidades analíticas, potenciadas y mediadas por diversos marcos metodológicos que ayudan a la exploración, entre ellos, el Diseño Centrado en el Humano (Human Centered Design), la investigación de usuarios (UX), el diseño para la emoción, el diseño de futuros y el diseño de servicios.
De igual manera, existen métodos que consideran las necesidades de las diferentes especies del planeta así como los alcances intergeneracionales, los diferentes modelos de creatividad, entre muchos otros que pueden utilizarse para simular situaciones, resolver problemas complejos o prototipar experiencias, actividades y demás productos de diseño, respondiendo de manera consistente a los modelos mentales presentes, al complejo problema del uso de dispositivos, entornos y servicios, los cuales pueden ser mediados o no por la tecnología digital.
En consecuencia, es importante destacar que la investigación de la interacción exige así mismo, la atención a los procesos de evaluación y de comunicación de las propuestas de diseño en entornos interdisciplinares, pues se enfatiza en la consideración de los individuos, particularmente en la manera como estos interactúan con el mundo (Moggridge, 2007), como lo experimentan y lo perciben. Así mismo, puesto que el pensamiento de diseño facilita la configuración de estrategias y el desarrollo de técnicas para dar relevancia al diálogo en los grupos de trabajo, por medios verbales o no verbales, el diseñar la interacción permite la detección de significados, deseos y necesidades con consistencia y coherencia en campos tan variados como lo son las ciencias sociales, económico administrativas, naturales y desde luego, en las artes.
Orientados al futuro, partiendo de los cambios a los que la humanidad se está enfrentando, cobran gran relevancia las reflexiones sobre el campo de estudio de la interacción que no se limitan a un dominio específico, pues invitan a la consideración de las dinámicas en el espacio pedagógico, el reconocimiento de la evolución de los campos de actuación profesional y el rol activo e interdisciplinario del diseño, conscientes de las transformaciones que exigen los problemas ecológicos y socioeconómicos más urgentes de nuestro mundo, evolucionando a estudiar el diseño centrado en la vida (Life Centered Design), y el cuestionamiento a la capacidad de respuesta de la disciplina a los entornos profesionales cambiantes y su actuación en el campo de la industria 4.0, las tecnologías digitales emergentes, el estudio de los datos humanos y la simulación de futuros posibles.
BIBLIOGRAFÍA
- Brown, Tim. (2019). Diseñar el cambio (Gestión del conocimiento). (Spanish Edition)
- Jordan, P.W. (2000). Designing Pleasurable Products: An Introduction to the New Human Factors. Taylor & Francis, London.
- LUMA Institute (2012). Innovating for People. LUMA Institute, Pittsburg, Pennsylvania, USA.
- Moggridge, B. (2007). Designing interactions. MIT Press, Cambridge, Massachusetss, USA.
- Norman, D. & Verganti, R. (2011). Incremental and Radical Innovation: design research versus technology and meaning change. 5th Conference on Designing Pleasurable Products and Interfaces, 22-25 June, Politecnico di Milano, Milano, Italy, 2011.
SOBRE LA AUTORA
Licenciada en Bellas Artes. Universidad de La Sabana. Especialista en Creación Multimedia. Universidad de Los Andes. Magíster en Educación. Universidad de Los Andes.
Con amplia experiencia académica en las artes y el diseño en diversas instituciones universitarias, entre las que se destacan la Universidad Militar Nueva Granada en el programa de Ingeniería Multimedia, la Universidad Nacional de Colombia en la Escuela de Diseño Gráfico, la Universidad de los Andes en el programa de Diseño y la Universidad Jorge Tadeo Lozano en los programas de Diseño Gráfico, Bellas Artes y actualmente en el Programa de Diseño Industrial. Sus intereses profesionales y personales están enfocados en la investigación y desarrollo de proyectos desde el marco del diseño centrado en el humano y el diseño de interacción, ya que en ellos articula el estudio de la experiencia de Usuario(UX) y el Diseño de experiencias de aprendizaje (LXD).