Por: Msc. Diana Piedad Aldana Celis
La imagen de los individuos ha sido un tema de estudio para algunas disciplinas, pero ¿qué tan importante es en realidad?, se podría decir que la imagen es nuestra representación social, es aquello que nos comunica con los demás, esto de manera integral pero intangible, se trasmite por medio de diferentes canales (visual, oral, auditivo y hasta táctil) se cree falsamente que se comunica tan solo de forma visual, lo cual tiene sentido, pues es el canal más utilizado en la mayoría de personas (Estebecorena,2021).
La imagen está atada a la representación o a ese conocimiento espontaneo o más conocido como sentido común, que no es más que el opuesto al conocimiento científico, este conocimiento se integra a partir de nuestras experiencias, de informaciones y conocimientos que recibimos y trasmitimos a través de la educación, la cultura en la cual hemos vivido y lo que la sociedad nos comunica, de esta manera no es más que un conocimiento práctico, pero socialmente elaborado. (Jodelet,2008)
Es la representación del yo, que proyecta nuestra identidad, lo que nos hace diferentes, los rasgos y una forma global de ser percibidos, es decir lo que la mente capta de manera veloz en el momento que se entra en contacto no solo con los individuos, pasa también con los objetos, los productos, las empresas, las marcas, etc.; se encarga de comunicar e interpretar de forma inmediata sensaciones positivas o negativas, la imagen está íntimamente ligada con la identidad, es decir, quienes somos, en dónde nacimos, qué gustos tenemos, cómo nos sentimos, la imagen debe ser muy bien cuidada pues es quien habla por nosotros, para conseguirlo, como regla general se debe tener una buena imagen de sí mismos, es aquí donde intervienen el autoestima, el autocuidado y por supuesto la confianza, logrando ser únicos e irrepetibles (Garrido,2010).
Ahora bien, parte importante de obtener una imagen ideal es entender como proyectarla, es decir con el autoconocimiento se generan estrategias que propenden por reflejar una buena imagen, sin ninguna duda herramientas que proporcionan progreso y realización, es así como, si la imagen personal es manejada estratégicamente, se pueden alcanzar objetivos tales como tener mayor empatía con quienes se relaciona, no solo a nivel social, a nivel laboral, en el plano de conquista, etc. Estos argumentos de qué es la imagen y para qué sirve no debe quedarse solo en las personas, ha tenido repercusión en las empresas y sus marcas, éstas deberían tener como filosofía del “saber hacer” estrategias definidas para el manejo de su imagen.
Si bien es cierto que los productos son los que sostienen las empresas también es cierto que el producto por sí solo no hace el todo de la empresa, para Jennifer Aaker las empresas y sus marcas solo atraen aquellas personas que poseen los mismos rasgos de personalidad, aquellos que les proporcionen empatía, las personas eligen a las marcas con las que se identifican o aquellas a las que quisieran parecerse, ante el consumidor las marcas adquieren rasgos comparables a los de la personalidad humana y son percibidas como un todo formando en su mente una imagen global (Kotler & Keller,2009).
La imagen de la marca es, al igual que en las personas, el valor percibido que definitivamente es crucial y decisivo en la preferencia de la marca y en la decisión de compra, es importante tener claro que la imagen se encuentra fuera del producto, es el camino que hace llegar hasta él, es aquello que queda anclado en la mente del consumidor y que como debe tiene que siempre ser una imagen positiva, labor crucial y relevante para las marcas.
En definitiva, la imagen es ese sello único e irrepetible, es lo que se proyecta, cada empresa, marca, institución posee una, lo importante es saberla manejar de manera adecuada, acción significativa no solo por la generación de percepciones y opiniones positivas, sino con el fin de mantenerse en el mercado, ser competitivo y permanecer en el tiempo, este símil entre los individuos y las marcas no es más que lo verídico de la vida y el comportamiento de los mercados, se podría aplicar una nueva frase basada en el procesamiento de la imagen “Como te perciben te tratan”.
Referencias
Estebecorena, M. (2021). Imagen personal y resiliencia en adultos. Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación.
Garrido, R. A. (2010). Imagen personal. Editorial Vértice.
Jodelet, D. (2008). El movimiento de retorno al sujeto y el enfoque de las representaciones sociales. Cultura y representaciones sociales, 3(5), 32-63.
Kotler, P. y Keller, K. (2009). Dirección de Marketing. México: Pearson Educación.
SOBRE LA AUTORA:
Títulos académicos
Técnico profesional en Diseño de Modas y Alta costura. Fundación Universitaria Centro de Diseño Taller Cinco Cinco (1991).
Profesional en Diseño de Modas y Textil. Fundación Universitaria del Área Andina (2007).
Especialista en Psicología del Consumidor. Universidad Konrad Lorenz (2016).
Maestría en Psicología del Consumidor. Universidad Konrad Lorenz. (2017).
Perfil
Experiencia en dirección creativa, mercadeo, comercialización, distribución y producción teniendo a cargo los departamentos de patronaje, interpretación, escalado y direccionamiento de producciones industriales a nivel dotacional y de moda industrial. Manejo de licencias internacionales llevando el proceso de diseño, control de calidad, comercialización y distribución a nivel nacional. Docencia universitaria y en institución de educación no formal desde el año 1997 en patronaje básico, interpretación y técnicas de confección básica, diseño de la alta costura, diseño de modas y diseño para la Industria en el segmento masculino y femenino con aplicación de investigación desde el aula.