Con el compromiso que supone hacer que las ideas circulen en el escenario de lo público, pero también con el gusto que produce el reto de renovarse en las palabras, asumo la invitación del OBSERVATORIO DE DISEÑO DE PRODUCTO -de la Universidad Jorge Tadeo Lozano- como una oportunidad para pensar en torno a una suerte de “criterios” que, a decir de algunos que dicen de educación en diseño(s), puede ser también pensar en torno a los desafíos del diseño industrial en Colombia.
No sobra aclarar que aparece cierta resistencia de mi parte a localizar geográficamente los destinos derivados de las prácticas del conocimiento, más aún cuando el conocimiento en diseño sigue siendo tremendamente dinámico y por lo tanto, susceptible de parecerse a los destinos del diseño de todo el mundo. En este sentido, la pregunta inicial sería respecto a la singularidad del conocimiento -en nuestro caso- del conocimiento en diseño industrial.
IDEA 1. Una retirada del conocimiento específico
En un mundo complejo como en el que vivimos, con aparentes democracias, organizaciones sociales que responden a la diversidad, realidades múltiples y en general sociedades que transitan entre lo coincidente, lo conveniente y lo contradictorio de las ideas, resulta profundamente extraño hablar en singular para referirnos a un campo de conocimiento o a un tipo de formación capaz de observar y describir la realidad, más todavía si se reconoce la posibilidad de varios niveles de percepción de esa realidad. Cuando se intenta, no dejamos de pensar en la domesticación que padece nuestra mirada sobre el mundo y en el afán por contener el conocimiento en un molde, aún cuando notamos que lo que contiene se desborda. Sin duda se asiste a un rechazo generalizado de la herencia especializante de la academia occidental y lo que antes parecía ser un atentado contra la identidad disciplinar, hoy en cambio es una muestra de la “hospitalidad” por un conocimiento que está por venir: un conocimiento que respondería a la exigencia de otras maneras de aproximarse al mundo.
Los retos apuntan a la necesidad de articular intercambios entre disciplinas y seguramente a configurar de formas distintas los campos de conocimiento, pensando en las limitaciones de lo disciplinario y particularmente de la autorreferencialidad. Todo indica cierta perturbación en las convenciones del conocimiento, cierta convulsión en cuyo movimiento se forman tejidos nuevos que no buscan parecerse a lo que fueron, sino más bien se aproximan a lo más extraño de sí mismos. Lo preexistente del conocimiento se convierte en un lienzo tan inconcluso como ilimitado; muy distante de lo inequívoco y lo singular, de lo disciplinar, del dominio y el control; lo que creíamos saber se desdibuja, se desplaza hacia lugares más complejos, lugares de aparentes cooperaciones que comprometen la actitud feudal del territorialismo disciplinar. Parece que es justo allí, en la indeterminación del conocimiento, donde la ciencia y las artes se encuentran. Es algo así como una retirada de los excesos de identidad del conocimiento específicoque huye de la exclusión y del eclecticismo, de los excesos de objetividad y por qué no, de los excesos de soledad.
Ahora bien, los extremos indeseables de cualquier hospitalidad también provocan sospechas, y la idea de que el conocimiento disciplinario está escindido abre un nuevo espectro de interrogantes.
No hay que olvidar que una retiradatambién se refiere a una fuga o a un retorno; de allí que no está de más preguntarse si acaso presenciamos una derrota del conocimiento que se repliega y retrocede. Entonces, ¿a dónde vuelve el conocimiento?
Sin duda alguna, el conocimiento derivado de las artes y el diseño también asiste a su propia indeterminación al interrogarse desde otros lugares, al renombrar o desnombrar las cosas que lo caracterizaron, al acercarse a otros artefactos de creación y reconocer que la potencia de sus objetos no tiene que ver con lo posible o lo imposible de ellos –no tiene que ver con lo verosímil-, sino con la experiencia que producen. Una aproximación que si bien no es verdaderamente nueva, puede que sí actualice la pregunta sobre el sentido de la materialización plástica -como principio generativo del acto de diseño- y sobre si acaso su pertinencia está más allá del conocimiento propio; probablemente el sentido del diseño se busca en “otros” diseños que no saben de forma, uso y función, pero en cambio se acercan a la vida, la experiencia y las relaciones humanas.
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A este respecto, y solo por recordar queno estamos ante una aproximación verdaderamente nuevapero si ante una posibilidad de actualizar lo que ya se ha dicho, me permito acuñar algunas viejas ideas en torno a estas transiciones del conocimiento y las prácticas diseño. Ideas que sin duda siguen siendo vigentes frente a la pregunta ¿cuáles son los desafíos del diseño en Colombia?
IDEA 2. Nada verdaderamente nuevo
Ya ha pasado tiempo desde aquella época en la que el diseño en Colombia era una expresión suprema de ideales de belleza subordinados por las muchas ventajas técnicas que indefectiblemente suponían los objetos, como paradigma fundacional del diseño industrial. Una época donde las revistas mostraban “el buen diseño” y más aún, mostraban a los buenos diseñadores que deleitaban con sus creaciones a futuros profesionales, a expertos, críticos y a empresarios que notaban el valor del diseño industrial traducido en una suerte de promesa de movilidad social[1].Seguramente los 90s fueron años proclives para tales elucubraciones socio-estéticas del diseño.
No hay nada verdaderamente nuevo cuando el diseño asiste a una suerte de crítica de sí mismo. ¿Será que su naturaleza es dudar de todo lo que parece claro?
Simultáneamente sucedían reflexiones académicas en las carreras de diseño industrial, donde se advertía la omnipresencia de los objetos en la vida, en el desarrollo de las civilizaciones y en las promesas del mundo; en algunos casos, se asumía que tal permanencia objetual estaba lejos de una sociedad hambrienta de ideales de belleza o de la falsa grandeza de las cosas grandes y en cambio escondía la capacidad de belleza de las cosas simples (Eduardo Galeano, citado por Builes, 2015). Esto era más que una idea inocente de la estética, era un empujón para pensar -como diría Lefebvre en su libro La vida cotidiana en el mundo moderno(Lefebvre, 1984; p.11)- porqué en cada fragmento de las 24 horas de un día la presencia del diseño insinuaba la historia del mundo y de la sociedad.
Para muchos diseñadores industriales ejercitar la mirada estética de lo cotidiano del diseño suponía buscar la emancipación de la forma y las retoricas escondidas en la funcionalidad del objeto, pretendiendo liberarlo de la idea de propiedad privada que le fue atribuida en el tiempo y así también –como menciona Aristóteles cuando refiere el ejercicio de la dominación-, de lo que puede significar la esclavitud de ser “manejado” por un amo, sea para su propio disfrute y servicio personal o para la producción de bienes (citado por Campillo, 2010; p. 660). Cobraba sentido preguntarse si acaso el diseño debía servir auna sociedad avasallada y rendida por el mercado, donde lo que se propone es sostener el curso de la acumulación capitalista, o pensar si la racionalidad instrumental del progreso -promovida por las invenciones socio-técnicas como los objetos- conducía a un tipo particular de desarrollo social.
Desde luego, un escenario que trascendiera la historia misma del diseño industrial también sería el escenario de una nueva revolución, pero esta vez no solo de tipo industrial sino probablemente una revolución profesional, en la que los diseñadores industriales entrarían en el circuito de incesantes búsquedas de su aporte al orden social de un país como Colombia, con sus realidades y complejidades locales, por encima de las ataduras mercantiles universales convenientes a la propiedad privada que por muchos años definieron al diseño industrial. Calidad de vida, bienestar, progresosocialeran conceptos que provenían de múltiples particularidades, por tanto el diseño industrial estaba llamado a entender complejidades locales que incitaran expresiones, manifestaciones y creaciones coincidentes con las experiencias estéticas, intelectuales y prácticas de las personas. En estos tiemposya se vislumbraba cómo el diseño industrial intentaba escapar de la trampa de su representación: los objetos.
IDEA 3. La agonía del diseño
Se asiste desde entonces a una nueva vidadel diseño donde agonizan las virtudes y poderes que se le otorgaron –virtudes asociadas al mundo de los hechos- dada la evidencia de lo insuficiente de la presencia de las cosas por las cosas mismas. Hoy -como antes- se celebranlas maneras como el diseño industrial se aproxima a ámbitos que le fueron originalmente ajenos, por ejemplo, el ámbito de la vida pública y de todo aquello que en su nombre se edifique: los derechos, la libertad, la igualdad y la dignidad humana. El reto del diseño es y ha sido siempre el mismo: una suerte de renovación de las ideas, sensaciones y prácticas tendientes a una vida justa, responsable, respetuosa de los derechos de los seres sintientes; al final, el reto será siempre edificar una buena vida.
A propósito de la buena vida, en la actualidad desde el Diseño Industrial latinoamericano se reconoce la necesidad de encontrar cierta independencia de los paradigmas económicos de la modernidad y de todo aquello que defina las promesas del progreso social, promesas situadas en los avances propios del desarrollo ascendente y en cómo contrarrestar la escases de los bienes materiales. El Diseño Industrial en la región se enfrenta a encontrar alternativas que subordinen los preceptos de la economía a criterios ecológicos, éticos, políticos y a aquellos conducentes a valorar las relaciones del hombre con otras formas de vida, por encima del antropocentrismo que lo ha caracterizado en el tiempo.
Entonces, uno de los desafíos del Diseño Industrial en Colombia será reconocer que, si bien la competitividad y la innovación de las empresas en el mercado global siguen siendo parte de sus propósitos, es indiscutible que las condiciones actuales de los mercados, así como las coyunturas económicas, sociales, culturales, ambientales y tecnológicas propias del escenario global, revelan la necesidad de situar estrategias alternativas para movilizar valores que el sistema capitalista -como sistema económico dominante- frecuentemente desconoce. Valores como la solidaridad, la cooperación, la confianza, el respeto por el medio ambiente, etc. son parte de lasnuevas economías complementarias al sistema de producción actual y por tanto, si se reconoce la necesidad de superar las críticas a la economía hegemónica desde economías alternativas, el desafío está en encontrar las maneras como el diseño industrial se involucre con el desarrollo integral de la vida, siendo el hombre una de sus manifestaciones pero no la única.
Es por eso que en ese camino resulta sospechoso el interés por la adjetivación “administrativo-social” del diseño (diseño estratégico, prospectivo, de futuro, de servicios, táctico, etc.), y la manera como en su nombre se explican las tendencias organizacionales, competitivas, innovadoras, disruptivas, etc., que hacen creer que el diseño está más cerca de la administración de la vida de que del arte de vivir. Este panorama indefectiblemente recuerda que el diseño y sus apariciones sociales coadyuva hoy, como siempre lo ha hecho, al mantenimiento de un orden social, desplazando a nuevos lugares de sentido aquello de ser un objeto del deseo.
El diseño para la administración de la vida o para el arte de vivir: valdrála pena preguntarse si acaso el diseño bordea hechos, excava en memorias propias y ajenas, no necesariamente cuenta “la gran historia” sino que cuenta una historia privada que se despoja de lo que significan las cosas y se centra en lo que pueden significar. Discutir si acaso esas historias -cuando se acercan al reino de lo sensible- se trasladan a un objeto, una imagen, una práctica o a cualquier otro dispositivo social, que recuerda porqué desde el diseño se moviliza la creación, se reconoce la vida desde lugares anónimos, se subjetivista lo que se ve y al final, se entiende que lo importante de él no es salir de dudas sino entrar en ellas.
De ser posible estas y otras preguntas, pareciera que el mayor desafío del diseño industrial -en Colombia y en Latinoamérica- será acercarse de nuevo al acto puro de diseñar y resistirse a la desaparición de las cosas concretas.
¿acaso debemos asistir a los tiempos del DISEÑOy resistirnos a cualquiera de sus formas específicas como el DISEÑO INDUSTRIAL?
[1]La movilidad social hace referencia a las posibilidades que una persona tiene de cambiar su situación socioeconómica en relación a la del hogar en que nació. La movilidad social le apuesta a reconocer las oportunidades que tienen las personas para alcanzar el éxito y buena calidad de vida.
BIBLIOGRAFÍA
Buchanan, R. (2001) “Design Research and the New Learning”. Design Issues 17.4. p. 2-24
Builes, C. (16 de abril de 2015). Eduardo Galeano: la revolución de las cosas chiquitas. El Espectador. Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/ cultura/eduardo-galeano-revolucion-de-cosas-chiquitas-articulo-554990
Campillo, A. (2010). Sobre las formas y los límites de la emancipación. SEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política, 43, 659-669. doi: https://doi. org/10.3989/isegoria.2010.i43.715
Castelblanco-Caicedo, D. (2019). Lo grande de los pequeños objetos públicos. Papeles de coyuntura 44, p.158-181. Recuperado de: www.papelesdecoyuntura.com
Chantiri, P. Aalto. (2014) Lab México: Co-Designing to Maintain Ecosystem Services. Design for Sostenaible Well-Beign and Empowerment. Ed. Monto Mani and Prahbu Kandachar. Bangalore, India79-90
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Ricoeur, P. (2006). Tiempo y Narración III. Ciudad de México, México: Siglo XXI.
Lefevbre, H. (1984). La vida cotidiana en el mundo moderno. Madrid, España: Alianza
SOBRE LA AUTORA
DIANA ZORAIDA CASTELBLANCO CAICEDO
Diseñadora Industrial en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Especialista en Gerencia de Diseño y Magister en Hábitat de la Universidad Nacional de Colombia, donde obtuvo tesis meritoria.
Co -Fundadora del estudio de diseño ENLACE DISEÑO Ltda. Actualmente dirige los Programas de Diseño Industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Desde el año 2002 trabaja como docente, investigadora y directora de proyectos de grado de las Universidades Javeriana y Jorge Tadeo Lozano en las áreas de estética, diseño y hábitat.
Sus campos de investigación se orientan a la relación diseño, sociedad, territorio, desde donde Diana desarrolla sus proyectos de investigación, publicaciones, así como la participación en eventos nacionales e internacionales.
Vinculada al grupo de Investigación Diseño Pensamiento Creación de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, con proyectos como: (1) DISEÑO DE EXPERIENCIAS TURÍSTICAS PATRIMONIALES, COMUNITARIAS Y PARTICIPATIVAS EN EL CARIBE COLOMBIANO-. NC State University y Universidad Jorge Tadeo Lozano (2014 a la fecha) (2) BICICULTURA TADEÍSTA: LABORATORIO DE DISEÑO PARA LA MOVILIDAD URBANA. Universidad Jorge Tadeo Lozano (2014). (3) LABORATORIO DE DISEÑO INDUSTRIAL PARA PENSAR LA CIUDAD COLOMBIANA. Universidad Jorge Tadeo Lozano (2012-2013). (4) LOS RELATOS DEL OBJETO URBANO. Universidad Nacional de Colombia. (5) ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO DEL IMPACTO DEL DISEÑO EN EL HÁBITAT URBANO COLOMBIANO. Universidad Jorge Tadeo Lozano, Especialización Gerencia de Diseño (2003).
Ponente en eventos internacionales como (1) World Design Summit en Montreal -Canadá-, (2) XI Congresso Internacional sobre turismo rural e desenvolvimiento sustentável. CITURDES en Santiago de Compostela -España- (3) III Congreso Internacional de Estética y Política “Metáforas de la Multitud” en Valencia-España- (3) 6to. Encuentro BID de Enseñanza. Organizado por la DIMAD Central de Diseño | Matadero de Madrid – España. (4) DESIGNA 2015 - International Conference On Design Research,- en Covilha -Portugal-(5) VIII Congreso Internacional Literatura, Memoria e Imaginación de Latinoamérica y el Caribe. Organizado por: Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIALC-UNAM), Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma deEstado de México (UAEM), Pontificia Universidad Católica del Perú. (6) ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE DISEÑO: Organizado por: Facultad de Diseño y Comunicación de la Universidad de Palermo, Buenos Aires.
También ha participado en eventos nacionales como (1) CONGRESO DE FILOSOFÍA, ARTE Y DISEÑO, Universidad Javeriana de Cali, (2) SID en Popayán, (3)DISEÑO EN SOCIEDAD. Departamento de Diseño de la Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle (4) EL FESTIVAL DE LA IMAGEN. Universidad de Caldas (5) IV SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN EN DISEÑO. Universidad de Santo Tomás. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (6) TISO CALI - COLOMBIA. (4) INDISCRETO. Universidad de Pamplona (7) Departamento de Diseño de la Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle (8) CONGRESO INTERNACIONAL DE FILOSOFÍA LATINOAMERICANA. Universidad Santo Tomás
Entre sus publicaciones están los libros: (1) Los Relatos del Objeto Urbano. Una reflexión sobre las formas de habitar el espacio público, (2) Capítulo de libro: Un Diseño Político en la Ciudad -Diseño Y Ciudad . Improntas de un Error- y artículos en revistas especializadas como (1) la Revista Nexus de la Universidad del Valle e Colombia, (2) La Revista Lasallista de Investigación de la Universidad de Antioquia, (3)Revista Ciudades de México, (4) Revista La Tadeo (5) Papeles de Coyuntura.