PROYECTO RECOMENDADO - Happy Thinkers

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PROYECTO RECOMENDADO - Happy Thinkers
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Lunes 10 de Mayo 2021

EMPRENDEDORAS EN DISEÑO - HAPPY THINKERS, DISEÑO PARA LA FELICIDAD

 

Hoy traemos para ustedes la historia de Happy Thinkers, el emprendimiento de una diseñadora gráfica Tadeísta, que le apuesta a la felicidad como concepto central para su diseño. Es la felicidad su marca y distintivo para desarrollar una serie de productos que hablan de investigación, comportamiento humano y  transformación del mundo, así que hablamos con Carolina y acá les dejamos su historia de felicidad y diseño...

Kimberly: Carolina eres diseñadora gráfica y creadora, cuéntanos un poco sobre tu recorrido, tu perfil, ¿Qué pasó antes de HAPPY THINKERS?

Carolina: Bueno, yo me gradué en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en el 2007, luego trabajé como profesora en una universidad en Ecuador, mi primer trabajo fue ese, ser maestra y era chévere porque tenía los conocimientos muy frescos. Después de esto volví al país y trabajé en estudios de diseño y agencias de publicidad. Estuve trabajando en Mottif donde tuve la oportunidad de trabajar en proyectos educativos, artísticos y culturales; a mi nunca se me dio tanto el diseño publicitario... y bueno, después de estas experiencias vino un momento de desamor frente al diseño, y era realmente desamor por la experiencia laboral del diseño en sí.

Yo me acuerdo cuando estaba en la universidad, nos decían mucho “ustedes no son artistas, son diseñadores y como diseñadores tienen que ser objetivos”, y aunque esa parte es muy cierta, en mi opinión, si tenemos un toque de artistas, por eso cuando sales de la universidad y te enfrentas a estar de 8 am a 6 pm (y casi siempre más) frente a un computador y con limitaciones creativas absolutas, porque no hay tiempo, no puedes experimentar, ni proponer ¡no puedes!. No me sentía preparada para esa realidad, todo lo que vives durante la carrera probando y experimentando conceptos, materiales, colores, texturas, fuentes, etc. Todo se perdía, pasa a depender del tiempo y de los lineamientos bastante específicos de los clientes ¡pare de contar!.

Me alejé del diseño y me fui a vivir a Argentina, allí estudié un poco de fotografía. Luego fui a trabajar como fotógrafa en cruceros y más adelante, en venta de obra de arte internacionalmente. Trabajando en subastas fue cuando, irónicamente me reencontré con el diseño, porque muchos conceptos que conocía sobre persuasión estaban ahí presentes,  vistos directamente en la interacción de persona a persona, no a través de una pieza de diseño. Había muchos conceptos que yo conocía desde la universidad, pero de repente hicieron un “click” de forma distinta… fuera de lo académico y más hacia la aplicabilidad en la vida de cada persona, ¡eso era lo que yo buscaba! Era lo que me había hecho falta en el pasado, encontrar cómo a través del diseño podía servir y comunicar con un propósito para mejorar la calidad de vida de las personas.

Luego de esta experiencia y con este conocimiento en técnicas de negociación y psicología de ventas dije “quiero enseñar esto a la gente y el mejor medio para hacerlo es el diseño”, la gente me decía …”pero si es negociación y fijación de metas ¿Por qué no te vuelves coach? ¿Por qué no estudias psicología?” y yo me decía “no, eso no me va”, tenía claro que el diseño era y es el medio que debía usar para enseñar este conocimiento, ahí arrancó todo el proceso de Happy Thinkers.

La idea siempre estuvo presente de alguna forma,  pero no estaba desarrollada en todo su esplendor.

Yo sabía que la publicidad definitivamente no, no era por ahí; me gustó ser profesora, educar y apoyar a otros… había muchas pistas de lo que quería y en un momento todo se dió y se unió, fue ahí cuando nació Happy Thinkers.

 

 


Kimberly:
¿Cómo nace este emprendimiento en investigaciones sobre comportamiento humano, diseño de procesos y objetos creativos, persuasivos y transformadores?

Carolina: Todo fue también muy empírico en el sentido que ha venido de la experiencia de vida que he tenido, como lo que te acabo de contar... “quiero enseñar esto a la gente” (los conceptos de persuasión, técnicas de negociación, psicología de ventas y fijación de metas, para mejorar la calidad de vida y bienestar de las personas, así como las relaciones entre ellos). Con ese deseo, empecé diciendo... primero a niños, quiero transmitir estas ideas sobre “qué debo hacer para vivir mejor” y los niños aprenden mucho más fácil. Fue entonces cuando llegó a mi vida un profesor de la Tadeo, Juan Pablo Velázquez. Él tiene un enfoque en diseño para el cambio de comportamientos y diseño social, empecé a entender que eso era lo que yo quería hacer.

En ese punto ya había un producto desarrollado: un planeador de hábitos, un booklet que trae unas manillas de seguimiento y un proceso orientado con una serie de preguntas que te van guiando para saber “si lo que yo quiero es mejorar mi calidad de vida en X aspecto… ¿Qué puedo hacer?”. Diseñamos todo el proceso y además lo hacemos muy atractivo para que la gente, al tener el booklet no solo fije las metas y cumpla un checklist, si no que la parte estética también despierte emociones y el proceso se vuelva un compromiso consigo mismos.

Cuando todo esto conectó con Juan Pablo, empecé a investigar más sobre desarrollo humano y sobre todos los estudios que hay sobre felicidad alrededor del mundo, los índices y reportes de felicidad ... por ahí decían que Colombia era el país más feliz del mundo, nos daba risa porque decíamos “¿Qué?¿Por qué?¿Si es verdad?”. Investigamos qué toman en cuenta para estudiar la felicidad y cómo esto se relaciona con el desarrollo humano en general. Esa idea de felicidad empezó a ser mucho más completa, entendiendo todos los factores que están involucrados para responder en el momento que nos preguntan “¿Cómo estás? Y tú digas “ ¡de maravilla!” o “me siento horrible”.

Empecé a entender cómo el diseño tenía la absoluta capacidad de involucrarse e intervenir en estos problemas, que si alguien no se siente satisfecho con su vida, el diseño puede contribuir para mejorar esa percepción. Esto de hecho, lo hacemos los diseñadores todo el tiempo, aunque sea de manera inconsciente. Digamos si una persona se siente infeliz porque no tiene pareja ¿Que hace? Entra a Tinder, una aplicación DISEÑADA para promover la comunicación con otros seres humanos fuera de tu círculo social. Entonces si, ya lo estamos haciendo, como diseñadores, ya estamos interviniendo problemas sobre felicidad, bienestar y calidad de vida.

Si el diseño está en todo a nuestro alrededor entonces ¿Por qué no usarlo con el fin específico de intervenir este tipo de problemas?

Juan Pablo me mostró cómo el diseño social y el diseño para el cambio de comportamientos, usualmente intervienen en temas como el medio ambiente, movilidad en las ciudades, confianza y otros problemas complejos, por medio de ejemplos y casos en el Reino Unido y otros lugares.  Gracias a él y las fuentes de información que él compartió conmigo, pude definir más claramente el problema que yo quería intervenir desde Happy Thinkers y empecé también a conocer metodologías propias del diseño para intervenir en este tipo de problemas complejos.

Kimberly: Tu nombras las metodologías de diseño y precisamente me da mucha curiosidad todo esto del proceso de creación que conlleva el diseño de herramientas chéveres y funcionales basados en diferentes investigaciones sobre calidad de vida y bienestar. ¿ Tu proceso es más lineal y estructurado o más “que venga la idea y la inspiración”?

Carolina: Al principio vino más de la inspiración realmente,  yo soy muy emocional, muy de la inspiración, de lo que quiero y siento.  Juan Pablo que ha sido como mi mentor, me ayuda a orientarme y reconectarme con muchos aspectos del diseño que yo había dejado de lado. Gracias a él identifiqué que realmente sí hubo una metodología de diseño, muy inconsciente al inicio, pero estaba ahí.

En este momento la metodología está más estructurada, ya no surge únicamente de lo que “quiero diseñar”. Ahora cuento con más aliados en empresas y con un equipo de personas para diseñar nuevas herramientas, se hace necesario tener un proceso más organizado. ¿Cuál es? Primero, es necesario identificar el problema y la necesidad de la gente, cuesta un poco hacerlo con claridad. El problema general que yo identifique es que un gran número de personas experimentan hoy en día una falta de satisfacción frente a la vida, independientemente de la fuente de insatisfacción: amorosa, laboral, falta de tiempo de ocio, etc. Con el problema identificado, empecé entonces a investigar sobre salud mental y cómo continuamente se relaciona con la manera en que vivimos con nosotros mismos, con el otro, con la comunidad, con la manera como trabajamos y estudiamos (Entendiendo que la salud mental no se refiere únicamente a los trastornos mentales, sino que juega un rol determinante en la manera como nos desempeñamos en la vida cotidiana).

Conocí el problema más a fondo y después pensé en las personas quienes tienen este problema, aquí viene el design thinking, lo primero fue definir y luego empatizar; en este caso empecé con el problema para luego pensar ¿Cómo voy a conocer la gente?¿Quiénes son?¿Por qué se sienten insatisfechos?¿Cuáles son sus problemas específicos? Después de tener estas respuestas, empiezo a idear posibles soluciones y a prototipar. Con mis propias herramientas testear, conmigo misma y con personas mi círculo más cercano, testearlo, probarlo y mejorarlo continuamente.

El design thinking no solo se hace al principio del emprendimiento o la empresa …¡y listo! No. Es algo que se repite continuamente, por ejemplo, con el booklet planeador de hábitos la gente continuamente nos está contando qué dificultades enfrenta, qué necesidades tiene y eso mismo es lo que nos ayuda a volver a idear y prototipar, ese es el proceso.

Kimberly: Y aproximándonos más al concepto de emprendimiento ¿Cuáles han sido los mayores retos como diseñadora y emprendedora en Colombia?

Carolina: Happy Thinkers es una empresa ganadora Fondo Emprender. Cuando empecé este proceso, fue ya con un prototipo, ya había realizado ventas y eso me llevó a decir “tengo algo valioso para la gente y que funciona pero ¿Cómo hago para escalarlo y llevarlo a más personas? Uno cree que por tener una idea grandiosa la gente va a creer, a comprar y que con eso ya la hizo, y... no.

Cuando nos empezaron a llegar las oportunidades grandiosas, yo  no tenía la capacidad de responder a las necesidades de las empresas, por ejemplo, en cuanto a la manera cómo éstas funcionan: las negociaciones se hacen con pago a 30 días y  yo no tenía el capital para hacer una producción así, diciendo “yo mando a hacer mil unidades, las entrego y usted me paga después”, no podía,  entonces ahí empecé a pensar ¡Necesito capital! Sabía que no quería socios ni inversionistas, entonces ¿Cómo hacía para conseguir este capital y seguir siendo independiente? Fue entonces cuando me presenté a Fondo Emprender que es un programa del SENA.

Allí vino otro reto, la gente decía “Usted es diseñadora, ¿Por qué podría intervenir en un tema así? ¿Usted es psicóloga o coach?” Existe un prejuicio frente a lo que es el diseñador, se limita al “usted hace cosas creativas y las hace bonitas y cheveres” “eso son diarios y agendas bonitas” entonces no tomaban en serio toda la investigación qué hay detrás. Fue un reto pero ha sido también una oportunidad para demostrar que el diseño tiene toda la capacidad de intervenir problemas complejos, entendiendo también que tenemos la necesidad de relacionarnos con otras profesiones. En mi caso particular yo debo asesorarme de un psicólogo, un entrenador personal, un asesor financiero o un coach en finanzas personales…, pero soy yo como diseñadora, la que estructura y prototipa la solución, gracias al conocimiento compartido; ahí, la gente empieza a notar que hay algo innovador y algo diferente. Ha sido un reto pero se ha transformado también en una gran oportunidad para los diseñadores en general, para darnos a conocer no solo por poder hacer las cosas estéticamente bonitas, sino por la capacidad de entender problemas complejos y profundos para poder intervenir y diseñar soluciones que contribuyan.

Kimberly: Hablando de retos y uniéndonos a la tendencia… Esto de la pandemia por COVID 19 ¿Cómo ha afectado a Happy Thinkers?¿Cómo han sobrevivido?

Carolina: Bueno, yo me presenté a Fondo Emprender a finales del 2019, el proyecto salió evaluado como viable y se suponía que empezaba la ejecución a inicios del 2020, preciso vino la pandemia… Yo no estaba preparada porque tenía todo planeado en torno al capital de Fondo Emprender: planeaba sacar producción, oficina, contratar personas, etc. Todo quedó en espera y ahí se acabó la producción que tenía. En ese momento Happy Thinkers aún era un emprendimiento, hoy somos empresa.

Cuando se terminó la producción y todo estaba cerrado, pensaba “¿Qué puedes hacer?” Si no hay producción pues....no había nada que pudiera hacer, sin embargo, pensé también en cómo podía seguir ofreciendo algo de valor a la gente, desde el objetivo que tiene la empresa, seguí diseñando herramientas para mandar por correo y generar interacción a través de las redes, era cuando las personas más necesitaban herramientas para mejorar su bienestar, todo se hizo digital y desde la buena voluntad porque en esos meses  no se generaron ingresos.

Sin embargo, con el equipo que ya venía seleccionando, empezamos a sentir “el mundo no se puede quedar quieto” y con Fondo Emprender empezaron a haber una serie de encuestas, incluso para saber si teníamos miedo de sacar el emprendimiento adelante y mi respuesta fue “¡No!''. Había trabajado duro por conseguir esta oportunidad y tenía claro que era cuando más se necesitaban nuestras herramientas. La oportunidad estaba ahí y nuestro modelo de negocios estaba planteado para  vender por internet, entonces yo decía “puedo manejarlo desde casa”.

Se inició con los miembros del equipo trabajando en casa. En mayo nos constituimos como empresa y en julio ya tuve las primeras contrataciones. Hasta noviembre empezamos en nuestro lugar de trabajo, antes de eso tuve la casa llena de cajas hasta el techo, hasta que no pude más jajaja, pero siempre teniendo muy claro el problema que quería intervenir y esa fue mi motivación para seguir a pesar del miedo, a pesar de la pandemia, el miedo por mi salud  y la de de mi familia, pensado si un empleado se me enferma ¿qué voy a hacer?

Teniendo claro el problema, los diseñadores tenemos la facilidad de idear y diseñar otras maneras de intervenir diferentes problemáticas,  sea en medio de una pandemia o la situación que sea. El problema es el mismo y las soluciones se pueden adaptar.

Kimberly: ¿Cómo te contactan tus clientes? ¿Cómo es el proceso de alianzas y la definición de proyectos?

Carolina: El contacto con los clientes es a través de internet, redes sociales y página web, también tenemos una tienda virtual . Estamos continuamente en redes, esa es nuestra principal fuente de contactos. En redes sociales empezaron a surgir contactos, con universidades, con empresas y ahí surgió otro otro tipo de cliente. Actualmente tenemos definidos cuatro que son: individuos como tú y como yo, que quieren leer más, ahorrar más, bajar de peso, tener mejor relación de pareja…crear hábitos para mejorar su bienestar y felicidad ellos nos compran en redes.

Surgió una oportunidad con universidades, en los departamentos de bienestar estudiantil, y empezamos a ver la posibilidad de intervenir el problema no solo a nivel individual sino  a nivel social. Llegaron también oportunidades con empresas, para el área de gestión de talento humano y por otro lado, empezamos a trabajar con profesionales, coaches y psicólogos quienes apoyan a sus pacientes y clientes en temas relacionados a la salud mental pero que evidencian una falta herramientas que les faciliten llevar el seguimiento de los procesos con ellos. A raíz de estas experiencias estamos empezando a trabajar el canal “B2B” a través del LinkedIn y también a través de bases de datos, por llamadas, correo electrónico y ruedas de negocios.

Tenemos en desarrollo una app que nos permitirá dar diferentes tipos de incentivos para incrementar el compromiso cuando las personas inicien sus procesos de cambio de hábitos, el hecho de poder compararse con otros y evidenciar que “300 personas están trabajando en los mismos hábitos que yo y 100 personas ya van en el día 6 de creación de su hábito” permite que la creación del hábito se transforme en un juego y desencadena la emoción de “yo también puedo”. Crear recordatorios y grupos de amigos o accountability partners para facilitar la creación de hábitos, son recursos que va a tener nuestra aplicación. Todo orientado a incrementar el compromiso y apoyar a las personas en la fijación de metas y creación de hábitos que mejoren la calidad de vida y bienestar.

Hemos también vendido en cantidades en Australia. Hoy tenemos dos de nuestras herramientas traducidas en Inglés y estamos listos para venderlas a nuevos mercados.

Las alianzas también han llegado a partir de las redes sociales. Yo no tenía amigos coaches, ni psicólogos... de hecho, cuando me hablan del coaching tengo cierta reserva porque sabemos que actualmente hay mucha gente que dice “yo soy coach” sin ninguna formación ni regulación.  En Happy Thinkers lo que tenemos muy claro al diseñar y al crear nuevas alianzas, es que no queremos generar la idea de que existe una fórmula para la felicidad.

Es decir, no le hacemos creer a la gente “para que usted sea feliz, debe hacer 1, 2, 3 pasos para que pueda conseguirlo”  si no que nuestras herramientas ayudan para que las personas se puedan conocer a sí mismas y digan “a mí lo que me haría feliz sería X y Y, entonces yo voy a hacer lo que puedo hacer con los recursos que tengo disponibles, para conseguirlo”. Muchos de quienes dicen ser coaches tienden a “imponer fórmulas”: “usted debe levantarse temprano, debe comer de cierta manera y debe actuar de cierta manera para ser exitoso y feliz” por eso la idea de nosotros es que se descubra la felicidad y el bienestar en la diversidad de cada uno, sin fórmulas.

Ese es un filtro que hemos definido para crear alianzas, sin embargo, los aliados no siempre son coaches o psicólogos, también hemos creado alianzas con asesores en finanzas personales,  en temas de alimentación saludable, tema de entrenamiento personal, etc. Existen en nuestro producto diferentes dimensiones que se relacionan con la felicidad y esto lo estudiamos a partir de índices de desarrollo humano más  los reportes de felicidad, entonces,  en esas 10 áreas,  hemos podido crear alianzas con diferentes tipos de clientes y profesionales, que trabajan cada uno de esos problemas más específicos.

Para el desarrollo de los proyectos existen dos formas: la primera es cuando en Happy Thinkers identificamos un problema o necesidad específica al interactuar con nuestros usuarios, a partir de ahí empezamos a idear para diseñar X solución para ese problema.

La otra forma se da cuando los aliados, profesionales o empresas,  me dicen por ejemplo “mira es que yo soy contadora y yo desarrollé un software para mujeres emprendedoras para que sepan llevar contabilidad pero les cuesta mucho crear el hábito” aquí ya es una necesidad mucho más específica en la que construimos entre Happy Thinkers y el aliado, un mapeado de los involucrados, de las necesidades y de la posible solución. Eso es muy interesante, cuando los aliados llegan aquí con ideas bastante específicas “venga, es que yo quiero hacer una agenda, para apoyar a estas mujeres ¿cuánto me vale?” Y yo intento darle la vuelta como diseñadora y decirle “Depronto lo que va a solucionar tu problema no es una agenda, de pronto va a ser una aplicación, de pronto va a ser una página web o diseñar un espacio de un grupo de apoyo”, es muy chévere ver la gente como se deja involucrar, asesorar y cómo se empiezan a desarrollar nuevas ideas y a definir el proyecto como tal. Es en este tipo de proyectos cuando los aliados entienden más el potencial del diseñador, y cuando yo personalmente como diseñadora, siento que recupero la libertad creativa, no sencillamente ejecutando lo que me piden con límites de tiempo, sino involucrándome en todo el proceso para ofrecer mejores soluciones a las necesidades de los clientes, aliados y usuarios.

 

kimberly: Ya para finalizar, a todos los creativos nos da como una ola de miedo, como tú decías un “desamor” por lo que conlleva terminar la carrera, surgen pensamientos como “¿Estoy en la carrera equivocada?¿ Que voy a hacer?¿Qué debería hacer cuando salga? Que nos recomendarías tú a los recién egresados y a los estudiantes… ¿Aconsejarías emprender en lugar de emplearse?

Carolina: Opciones hay miles y miles, no existe la correcta ni la incorrecta, también creo que ahora existe una presión por emprender o por el tema de cumplir “mi propósito”, tema que está muy de moda. Hay que cogerla suave para conocerse... porque definitivamente hay quien tiene el alma del emprendimiento, pero hay quien no la tiene y eso está perfectamente bien. Si tú te sientes feliz con el trabajo en agencia ...¡pues hazlo! pero lo más importante es que hay que reconocerse.

Tenemos miles de opciones como diseñadores, ya no estamos limitados a salir a trabajar a únicamente en una agencia de diseño o de publicidad, o únicamente a hacer diseño editorial, páginas web y ya... no, el mundo se nos ha abierto increíblemente con el diseño social, el diseño de cambio de comportamientos y el diseño sistémico. Tienes la oportunidad de intervenir el problema que se te ocurra. Eso nos debería dar la opción de sentirnos libres, ahora puedes escoger lo que quieres hacer y debes tomarte el tiempo para escogerlo, quitarte un poco esa presión de que tengo que encontrar un trabajo ya y escoger el que primero que salga. Hay que ser un poquito selectivos y empezar a buscar ese trabajo de tu vida (y estar dispuestos a mejorar continuamente para ese trabajo), el que te va a conectar con lo que tú quieres. El primer trabajo que consigas va a ser determinante en cómo se desarrolla el resto de tu carrera. Por ejemplo, en mi caso, trabajar como profesora y trabajar en Mottif, sin saberlo y sin tenerlo del todo claro en su momento, esas experiencias en proyectos artísticos, culturales y educativos  están hoy aquí presentes, viviendo en Happy Thinkers.

Evalúen sus opciones, conozcan sus habilidades, aptitudes y gustos, seguro que termina surgiendo algo grandioso Hoy podemos intervenir en temas de medio ambiente que tanto lo necesitamos, podemos intervenir en temas de movilidad, temas de comunicación, salud, temas de calidad de vida, problemas sociales, etc. No nos limitemos a que la primera opción es lo que tenemos que tomar, jamás.

Kimberly: Bueno muchísimas gracias Carolina por este tiempo que nos has brindado, y para cerrar diría que la gran reflexión de esta entrevista es primero, recordar la importancia del diseñador a nivel de adaptación dentro de los diferentes contextos y los percances que pueden crearse. Diseñador que se respete es adaptable.

Y por otro lado, el tema del autoconocimiento se vuelve el nivel básico para todo…Desde que entramos al colegio, entramos a la universidad, en estos grandes momentos de nuestra formación aún se siente que no nos reconocemos y ya cuando salimos al campo laboral se evidencian las consecuencias y el existencialismo por el “¿Qué voy a hacer?”. Darse un momento de introspección y de reflexión consigo mismo para identificarse según gustos y habilidades, luego lo que debemos hacer es … atrevernos e ir con toda seguros de sí.

 

 

Entrevista por: Kimberly Mesa Argoti

 

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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