Las nuevas historias, que insisten en la dificultad de levantar, a propósito de las disciplinas, los momentos fundadores y los nombres de esos momentos, parecen estar hablando, aunque en realidad no han dado muestras ciertas de un interés real, del Diseño. Dicho de mejor manera, el Diseño parece que no tiene una fecha fundacional precisa y tampoco un nombre fundador, el debate a propósito se abrió hace décadas y si bien hay algunos acuerdos, difícilmente sería preciso hablar en este momento de fundación y fundador.
No obstante, no es la fundación disciplinar lo que quisiéramos repasar hoy, es la otra punta del ovillo lo que nos interesa. Lo que llamamos: la actualidad.
La premisa que siempre se repite es que llegamos tarde a todas partes; a la modernidad llegamos tarde, a la industrialización también. A la historia, llegamos para presenciar su fin. A la actualidad quizá no hemos llegado; o mejor, la actualidad es una condición que parece que se puede satisfacer desde distintas variables y en consideración a diferentes estados y desarrollos. La actualidad, si puede tener unas condiciones, no es precisamente algo que pueda ser descrito y universalizado. La actualidad es una manera de estar particular, en un tiempo compartido.
La actualidad del diseño, en el sentido de lo anterior, puede comprenderse por una parte como la voluntad de estar intentando atrapar el pasado vertiginoso de la incidencia del diseño en el desarrollo industrial o los estelares momentos actuales de la producción de mercancías y bienes de todo tipo, que tiene como condición el privilegio de sus canales, de su valor simbólico o de sus estructuras de relación. Por una parte entonces, puede intentar actualizar el tiempo y contexto de un diseño que ya pasó en el centroy por otra, actualizar las estrategias y apuestas de una disciplina que aparece hoy vinculada a la estructura de divulgación del mundo del deseo. La actualidad podría, en tales casos, enfrentar en condiciones distintas a contextos distintos, lo que permitiría pensar que la actualización misma no debe comprenderse como una estrategia lineal y acumulativa.
La actualidad del Diseño puede ser constancia de la transformación del término pero también de su articulación social y su devenir como espacio de conocimiento particular. Actualizar, debe ser estar en capacidad de constatar las nuevas preguntas que se hacen en el interior de la disciplina, pero también aquellas respuestas que se han modificado merced a la transformación del mundo y la plasticidad de la lectura que hace la disciplina. Actualizar el diseño es una manera de actualizar las interacciones y los contextos en los que la disciplina participa. La incidencia del diseño que evolucionó en nuestro país al mismo tiempo que evolucionó en el centro, es muy exigua, pocas veces algo se actualizó al mismo tiempo en el universo del diseño y en el contexto local.
En efecto, el diseño del centro siempre se actualizó de manera distinta al de la periferia. Ahora, por fortuna, el grueso disciplinar apunta justamente a señalar que la actualización responde a unas condiciones en este medio y contexto particular, porque el diseño es responde a unas condiciones en este medio y contexto, también particular.