Desempleo y pobreza, dos secuelas del coronavirus en Colombia
Con el último boletín en mano sobre la cifra de empleo del DANE en febrero, el director del Departamento de Economía, Comercio y Política Social, Jaime Tenjo, hace un análisis del antes y el después del mercado laboral en Colombia. Claramente el país no venía bien desde 2015, situación que se acentuó en 2019 cuando las tasas de desempleo aumentaron por cuenta, en parte, de la destrucción de cerca de 170 mil oportunidades de ocupación.
Luego de analizar el comportamiento de cada uno de los sectores económicos al concluir el 2019 y los primeros meses de 2020, el profesor Tenjo indica que “en general se puede decir que la cuarentena y el choque de la estrepitosa caída en los precios del petróleo nos encontró en un momento en que parecía haber alguna recuperación tímida del mercado laboral en las áreas metropolitanas, pero se mantenían los problemas de generación de empleo en el resto del país”.
Sin embargo, la economía se vino abajo en los sectores que venían levantando cabeza. La construcción y los servicios de alimentación y hospedaje fueron los primeros en sentir el golpe que, como efecto dominó, golpeó a los trabajadores independientes que por cuenta del confinamiento vieron limitada su actividad.
“Es muy difícil estimar la magnitud del efecto total porque no hay un precedente que nos sirva de punto de referencia, pero posiblemente el efecto va a ser grande y va a implicar el empobrecimiento de una parte importante de las clases medias y más pobres. Posiblemente cuando termine la emergencia vamos a tener tasas de desempleo muy altas (puede que lleguemos a los niveles de 20 % de principios de siglo), un aumento importante de la pobreza y un empeoramiento de la distribución de ingresos. La magnitud de estos efectos dependerá de qué tanto prolongue el gobierno la cuarentena y de las políticas que emplee para aliviar sus efectos”, comenta en su columna de El Espectador.
Sobre el futuro, todo es incierto. La solución no se dará de manera inmediata y menos desde la misma economía del país, así que dependeremos de la dinámica económica del mundo que “nos arrastre”. En ese sentido, “la crisis en la que estamos es muy dura y, desde luego, salir de ella es la prioridad, pero los dos años siguientes no van a ser fáciles” señaló Jaime Tenjo.