Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos han estado marcadas por una cercanía sostenida durante décadas, pero también por tensiones que se intensifican en ciertos momentos.
En la actualidad, los desacuerdos entre ambas naciones parecen más visibles que nunca, alimentados por diferencias ideológicas, roces en temas domésticos (como drogas, derechos humanos e incluso el aparente involucramiento de Estados Unidos en una conspiración para dar un golpe de Estado) y un estilo de diplomacia más directo y digital.
Desde la llegada de Donald Trump al poder, y con el giro en las posturas del actual gobierno colombiano, el diálogo ha sido limitado. La confrontación ha girado en torno a temas como el narcotráfico, los derechos humanos e incluso teorías sobre intervenciones extranjeras en la política nacional.
Cinco claves para entender la compleja relación entre Colombia y EE. UU.
Para entender el presente, hay que revisar el pasado y analizar por qué Estados Unidos ha sido, por más de un siglo, el aliado internacional más influyente para Colombia.
El profesor del programa de Relaciones Internacionales, Christian Chacón, de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo, hace este análisis.
1. Un aliado político desde la pérdida de Panamá
Desde principios del siglo XX, tras la separación de Panamá, Estados Unidos fue adoptado como un modelo civilizatorio y un socio estratégico por las élites colombianas. Se convirtió en un respaldo ideológico y político, promoviendo estabilidad y legitimando a los líderes del país.
2. Interdependencia económica estructural
El café, los recursos naturales y otros productos agroindustriales consolidaron la economía colombiana en torno al mercado estadounidense. A cambio, se recibió tecnología, inversión y productos manufacturados. Esta relación de dependencia se ha mantenido hasta hoy, y cualquier tensión política impacta directamente en el aparato productivo nacional.
3. Falta de diversificación en la política exterior
El vínculo fuerte con Estados Unidos ha impedido desarrollar relaciones igual de sólidas con otros actores globales. La retirada parcial de programas como USAID o las variaciones en inversión muestran lo vulnerable que puede ser Colombia cuando los intereses de este país norteamericano cambian.
4. Colombia como aliado en temas de seguridad
Durante el siglo XX y comienzos del XXI, Colombia fue un socio clave de EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico y la promoción de su agenda global. No obstante, el ascenso de posturas nacionalistas en Estados Unidos y el nuevo enfoque del actual gobierno colombiano están transformando esa narrativa.
5. Debate interno sobre el rumbo de la política exterior
Hoy existe una tensión entre grupos políticos en el país: algunos sectores del gobierno impulsan un enfoque más autónomo, mientras otros abogan por el pragmatismo y el mantenimiento de los lazos tradicionales. Estamos, posiblemente, ante un punto de inflexión en la manera en que Colombia define su rol internacional.
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