Óscar encuentra inspiración en los libros y sigue haciendo lo que forjaba cuando tenía 20 años. Monta bicicleta, corre y nada. Le gusta brindar, compartir con amigos y mantiene el criterio para defender el periodismo y la comunicación como una posibilidad necesaria y urgente en sociedades como la colombiana.
Le apuesta a la transformación del programa de Comunicación Social y Periodismo. "El periodismo puede ser un oficio que apuesta constantemente al optimismo, pero que entiende que no va a llegar del todo. Sin embargo, me levanto todos los días pensando que sí se puede dar el cambio. En ese proceso de diálogo que tuve con más de 30 colegas para traerlos a la Universidad, me di cuenta de que todavía existe fe".
Entre esta nueva nómina están: María Fernanda Peña, comunicadora; los periodistas Alejandro Pino, Óscar Parra y Federico Arango, y los cineastas Octavio Rodríguez y Christian Mejía. "Necesitamos personas con amplia capacidad de adaptación, pero también de actualización. Que sepan moverse en el escenario de los nuevos lenguajes, tecnologías y formatos. Que ofrezcan productos actualizando a los jóvenes de la Universidad”.
La comunicación entró en un terreno en el que perdió conexión con la gente, no se puede seguir replicando la misma fórmula de considerar que la única manera de llegarle a la audiencia es utilizando la información como un espectáculo. "Somos muchos los que aún tenemos optimismo en formar buenos comunicadores, se puede reposicionar este programa de periodismo en búsqueda de una mejor sociedad".
La educación superior pasa por momentos de turbulencia motivados por los defectos que desnudó la pandemia. Esto debe ser motivo de actualización de programas para buscar el interés de los jóvenes. “El contacto y la comunión que existe en la comunidad académica es un valor agregado que todavía se puede proteger y ofrecer”, resalta.
Se siente con la necesidad de entregarle a los estudiantes que apostaron por este programa un sentido más humano, más afectivo. Todos los procesos de capacitación digital que oferta el mercado actual brindan información rápida y a la mano, “la educación superior tiene que ofrecer algo diferente y adicional. Ese componente afectivo que es verdadero y útil”.
La transformación digital ha permitido un desvío a la hora de informar; se disfrazan de información las opiniones. Hoy se ven profesionales en las plataformas que son activos y protagonistas de la misma información. Óscar destaca la importancia de la ética como el elemento diferenciador que da valor. “Es importante que el dueño o el vehículo que lleva la información se mantenga, yo no diría anónimo, pero sí con un perfil muy bajo, porque lo que trasciende y lo que debería importar siempre es el hecho. Y eso se evalúa en la medida en que entendemos cuál es la responsabilidad que tiene un comunicador y un periodista en una sociedad como la nuestra que tiene tantas dificultades”.