“Dios es, por naturaleza, digno de la más santa seriedad, pero el hombre
ha sido hecho para ser un juguete de Dios y eso es lo mejor en él.
Por eso tiene que vivir la vida de esta manera, jugando los más bellos juegos
con un sentido contrario al de ahora.”
PLATÓN
Todo juego es sagrado y en mi juego de quitarle el trono a Dios, me siento yo a la mesa a comerme la figura del hombre tirano; lo mastico con calma, lo trago y espero a expulsarlo. Este es el sacrilegio libre de toda culpa, me alimento del fruto prohibido y guardo las semillas para llenar de nuevo la tierra de manzanas jugosas.