Hay un sentimiento de desesperación en el aire. La rutina, el futuro, el capitalismo, la religión y la música son entes gigantes que consumen a la sociedad desde sus más profundas raíces. Los hippies no lograron cambiar al mundo y estamos enojados por cómo regresaron felizmente a su vida diaria. Las tasas de desempleo son más altas que nunca y la represión, de mano de la buena conducta están acabando con la libertad de expresión y la autenticidad. Es hora de decirle no al sistema, de darle la espalda y buscar el significado de lo que somos. Quizá se encuentra en la violencia, en la anarquía o el sedentarismo. Quizá la música puede ser el escape; explotemos todos juntos y demostremos que no somos más que individuos que no quieren estar muertos por dentro.
El punk no se resume en un párrafo, la ideología, filosofía y vida de un movimiento tiene muchas vertientes. Desde el surgimiento de las vanguardias artísticas de principios del siglo XX el arte se fue transformando de lo tradicional a lo abstracto y llegó a pasar a lo figurativo y conceptual. En estas transformaciones las vanguardias tuvieron muchas ramificaciones que se fueron deslindando de la academia y del museo.
Aunque las vanguardias más conocidas ya habían muerto hace muchos años, a finales de los 60 una vanguardia continuaba activa en Reino Unido: la vanguardia situacionista, esa que se caracterizaba por crear situaciones que elevaran la vida al nivel de arte; estas situaciones debían cambiar la perspectiva del hombre y ayudarlo a liberarse de la alienación y cotidianidad en la que estaba sumergido desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Fue de esta vanguardia de la que nacióking mob, un grupo de radicales expulsados del situacionismo quienes no veían la creación de simulacros como algo efectivo; sin embargo, en la provocación, la rebeldía y la revolución, encontraron la semilla que germinaría a una nueva sociedad.
Fueron ellos, teóricos de arte, filosofía y economía que encontraron en la violencia y el vandalismo la forma de abrir los ojos de la gente, poco a poco su radicalización comenzó a decaer y como suele suceder en movimientos puristas, la mercadotecnia y la industria se apoderaron de la identidad para llevar a la gente algo llamado “Punk”.
El punk nació de una idea pura, la inclusión en el mercado no significa que el movimiento haya muerto o desaparecido, siempre habrá quienes con sus ideales bien planteados puedan escoger lo diferente, lo autentico y lo real. Punk no es sinónimo de violencia como en su tiempo lo fue King Mob, el punk busca un modo de vida que exprese un desencanto con la sociedad contemporánea y la alienación. No se delimita en un contexto del siglo XX, se mueve con la gente, entre generaciones y siempre está activo en quien busque dentro de la música, el cine, el arte y más importante, en las calles.
El cine ha honrado al punk de muchas formas, en los años 70 y 80, las producciones fueron muchas, pero desde entonces el camino ha continuado. Diferentes perspectivas han capturado la esencia del movimiento. No se trata de botas de obrero y cabellos extravagante, se trata de un estilo de vida, un tipo de pensamiento que si bien muchos dicen que no ha madurado, otros dicen que simplemente aboga a la pureza de lo que es la esencia humana, una congruencia inocente quizá, pero al final, siempre será una expresión de individualidad y descontento a la que todos tenemos derecho.
Estas son 20 cintas que expresan la identidad punk y que al verlas, cualquiera puede entender que esto era más que bandas que no sabían tocar y personas que no entendían el anarquismo. El punk no se puede expresar en un párrafo pero quizá estas películas sean una buena introducción.
We are the best! – Lukas Moodysson (2013)
Jubilee – Derek Jarman (1978)
Sid and Nancy – Alex Cox (1986)
Rock ‘n’ Roll High School – Allan Arkush and Joe Dante (1979)
Joe Strummer: The Future is Unwritten – Julien Temple (2007)
GBGB – Randal Miller (2013)
Breaking Glass – Brian Gibson (1980)
Desperate Living – John Waters (1977)
Straight to hell – Alex Cox (1987)
Mary Jane´s Not a Virgin Anymore – Sarah Jacobson (1997)
The Punk Singer – Sini Anderson (2013)
Valley Girl – Martha Coolidge (1983)
The Warriors – Walter Hill (1979)
Blank Generation – Ulli Lommel (1980)
Y sin dejar fuera a un género que surge de la esencia Punk y se mezcla con la ciencia ficción, estas cinco cintas de “Ciberpunk” pueden ayudar aún más a entender esta corriente de pensamiento y estilo de vida.
Blade Runner – Ridley Scott (1982)
Akira – Katsuhiro Otomo (1988)
Nemesis – Albert Oyun (1992)
Matrix – Lana y Andy Wachowski (1999)
Fuente,cultura colectiva.