Debido a la problemática criminal a la que las personas de Medellín y el Valle de Aburrá viven día a día, quieren diseñar una política pública, con el objetivo de que exista la disposición de confiar en el otro, ya que en los sitios en donde la violencia predomina, los 'líderes barriales' como ellos los denominan, son quienes tienen la disposición de cooperar.
Según cifras recolectdas hasta el 25 de octubre, por el sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (SISC), la Policía atiende al día en Medellín, 129 riñas, 15 casos de violencia intrafamiliar y 1,5 ataques a funcionarios públicos.
Es por ello que los ciudadanos que han sido víctimas de la violencia en la ciudad, hacen un llamado a la comunidad en general a no "responder a la intolerancia con intolerancia”, además de trabajar mucho dentro de la familia, ya que esta es la célula de la sociedad y es la que hace seres buenos o a personas que le hacen daño a los demás. Por su parte, la Secretaría de Gobierno trabaja los temas de convivencia recibiendo las inquietudes de la ciudadanía, a través de consejos ciudadanos y estos son llevados al Comité Local de Gobierno que lo integra un inspector, el jefe de Policía del sector, un comisario de familia y el gerente territorial, para así buscar la solución a los problemas planteados.