En la charla "De cómo el realismo mágico dio un Premio Nobel y transformó un continente", moderada por @vanesadelatorree, dice Sergio Ramírez que "si viviéramos en países felices, deberíamos escribir de otra cosa".
"Gabriel García Marquéz fue un reportero de nuestra realidad, que aprendió a leerla y desenterró huesos" afirma Mónica González. En estos tiempos, sería un reportero de guerra, de una guerra que parece no tener fin y empeora con el tiempo.
Aún así, la festividad de los colombianos hace 40 años por nuestro (porque aunque lo recibió uno, sacamos pecho todos) Nobel de Literatura, transmitió una felicidad que da cuenta de un espíritu latinoamericano que "enseñó al resto del mundo a celebrar el recibimiento de un Nobel". De eso puede dar fe Gonzalo Mallarino, amigo de Gabo.
Gabriel García Marquéz es un "presidente eterno", quien llevó a la mesa de los poderosos, lo popular; capaz de contar fantasías graciosas, impresionantes y contundentes que el mundo entero creía. Por eso, después de 40 años, seguimos celebrando a nuestro Nobel.
Por: @unaviajeramas1
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