Utadeo Caribe fortalece sus vínculos con las personas que más lo necesitan
La historia de Roxibel Linero y Kevin zambrano, de 25 y 30 años respectivamente, no es muy diferente a la de miles de ciudadanos venezolanos que llegaron a Colombia huyendo de la crisis desatada en el país vecino hace algunos años; sin embargo, llegaron en la peor de las situaciones, teniendo que pasar sus noches a la intemperie durante meses y sobreviviendo con la que pudieran encontrar por su camino. Su fe en salir adelante y las ansias de poder volver a ver a sus hijos no los dejaron desfallecer, así que durante el camino se encontraron con una mano amiga en Utadeo Caribe, quién les ha brindado más que un apoyo semanal en su labor de reciclaje.
Para Roxibel y su esposo su historia en Colombia comenzó en el sector de Bocagrande, en Cartagena; allí sin conocer a nadie, sin tener una moneda en el bolsillo, vivieron durante un año en las calles; de día caminaban buscando cualquier material en las basuras que pudiera ser reciclable y así lograr conseguir algún dinero para sobrevivir, mientras que en las noches, no les quedaba otra opción que utilizar algún lugar, buscar algún refugio en las calles que caminan de día, para intentar descansar.
Roxibel Linero y Kevin zambrano de 25 y 30 años, oriundos de Maracaibo, Venezuela; a través de su trabajo han logrado un vínculo de amistad con Utadeo Caribe
Sin duda alguna, pudo ser el año más difícil en la vida de estas dos personas, pues si bien ninguno de los dos tiene estudios de educación superior, en Venezuela, en la ciudad de Maracaibo, mientras Kevin trabajaba reparando bombillos, ella podía quedarse en casa cuidando de sus dos hijos, sin pasar alguna necesidad; según nos contó Roxibel, sus ganas de salir adelante y la de su esposo son tan grandes que el Centro de Acopio Cartagena Amigable, el centro de reciclaje al que llevaban el material que recogían, les empezó a facilitar una carreta y su compromiso era tal que les brindaron un camión para que su trabajo pudiera tener más alcance y la oportunidad de trabajar formalmente con ellos.
A partir de este momento, se empezó a entablar una relación con Utadeo y más específicamente con la Coordinadora Administrativa y Financiera de Utadeo Caribe, Glenda Olier Puello, pues el Centro de Acopio les asignó una ruta específica de lugares, dentro de los cuales se encontraba nuestra sede en Cartagena, un lugar al que nuestros dos protagonistas le fueron tomando aprecio poco a poco.
La Coordinadora Administrativa y Financiera de Utadeo Caribe se refiere a ello de manera muy modesta como “un matrimonio que trabaja en pro de la conservación del medio ambiente a través del reciclaje” y asegura que trabajan de la mano de Utadeo Caribe realizando la recolección de residuos previamente clasificados por la Universidad.
Sin embargo, para la pareja, el apoyo brindado desde Utadeo y por por parte de Glenda ha trascendido al punto que ellos sienten nuestra Universidad como un lugar diferente, al que quieren llegar cada semana y no solo por trabajo; en sus palabras expresa que “Con la señora Glenda tenemos una relación muy bonita, muy cordial.. Ha sido un apoyo incondicional, ella y la Universidad Jorge Tadeo son una gran bendición para nuestra vidas”, al tiempo que se refiere a nuestra coordinadora Administrativa y Financiera como una persona “Muy linda en la que se puede confiar”.
Y al igual que para muchas personas, la pandemia impactó negativamente su trabajo, reduciendo sus recorridos a uno mensual, sin embargo, Roxibel nos cuenta que no se sintieron solos ni alejados de la Tadeo, pues con mucha agradecimiento nos contó que Glenda no los dejó solos y los ayudó a sobrellevar la situación; motivos por los cuales, según nos dijo, siempre va a recordar con agrado a nuestra familia tadeísta.