Tras cuatro años de trabajo conjunto entre Penn State University y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, se llevó a cabo la primera visita en 2022 a Colombia con el objetivo de reafirmar esa alianza y buscar nuevas iniciativas que conduzcan al desarrollo sostenible a través del modelo Water-Energy & Food Nexus (WEF Nexus), el cual está siendo implementado en el país gracias al proyecto de cooperación internacional.
“Fue una visita muy importante porque tocamos puertas en el Gobierno Nacional, Gobierno Distrital, el Acueducto de Bogotá y diferentes ONG para que se sumen a este proyecto y así seguir aportando al desarrollo”, señala Isaac Dyner Rezonzew, decano de la Facultad de Ciencias Naturales e Ingeniería de Utadeo, quien tiene claro que con nuevos aliados se podrá impactar en otras partes del territorio colombiano.
Por eso, en medio de la visita se anunciaron las nuevas alianzas con las universidades: Javeriana, Nacional y EAN, quienes se suman al proyecto para realizar investigación y trabajo de campo. Estas alianzas se dan en un momento determinante en el que Colombia y el mundo se movilizan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y avanzar en todos los eslabones donde el proyecto de agua, energía y alimentos tienen una oportunidad.
Hasta el momento se están desarrollando tres proyectos basados en mejorar los medios de vida de los pequeños productores y la sostenibilidad ambiental en Magdalena; la evaluación de las condiciones de vida de las comunidades vulnerables de La Guajira; y el impacto climático en los servicios ecosistémicos en el Páramo de Chingaza.
Estos proyectos que se denominan seed-grants o proyectos semilla van por más de la mitad, aún no se ha realizado implementación de infraestructura, sino que se está recogiendo información para saber cómo trabajar con las comunidades y educarlos en el concepto de desarrollo sostenible que muchas veces se asocia únicamente con tecnología, pero que requieren de formación para apropiarse de los conceptos. Son tres pilares fundamentales: investigación, educación y extensión con la comunidad.
Existe otro proyecto que está en marcha en el Magdalena, con una suma de 5.000 millones de pesos de regalías, en el que se está utilizando el modelo WEF para tres municipios en los que se trabaja en las escuelas el tema de agricultura protegida, generación de electricidad a través de paneles solares y el uso eficiente del agua en la producción de alimentos.
“Este es un proyecto representativo porque se logra esa articulación con el Estado y la Academia y así generar desarrollo. Para este año tenemos como objetivo producir proyectos de diez millones de dólares y hasta 50 millones de dólares para ampliar el modelo”, dice el decano Isaac Dyner Rezonzew.
Para este año la hoja de ruta es clara: buscar proyectos productivos para llevar a la práctica, tener más acercamientos con las nuevas universidades que se unen al proyecto para que lo conozcan a fondo y generar de manera sincronizada esa investigación que impacte en las sociedades además, generar acercamientos y posibles alianzas con el sector empresarial.
También se realizará una escuela de verano en la que estudiantes de pregrado y posgrado se relacionen con el proyecto y propongan nuevas propuestas de territorios para intervenir. “Toda Colombia tiene unas oportunidades excepcionales hacia las sostenibilidad en temas de agua, alimentación y energía”, concluye el decano Isaac Dyner Rezonzew.