Nuevas estrategias de enseñanza para nuevas formas de aprendizaje
En un momento donde las prácticas tradicionales de enseñanza se ponen en debate ante los conocimientos, cada vez más amplios, que adquieren las nuevas generaciones por fuera del aula de clase, Lucila Dughera, profesora visitante de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual de Utadeo, proveniente de las universidades de Buenos Aires y de la Nacional de José Clemente Paz, plantea que las universidades deben comenzar a repensar sus estrategias pedagógicas, al tiempo que establecen diálogos entre los saberes tecnosociales con los que vienen los estudiantes y las prácticas de enseñanza en el aula y en espacios de educación no formales.
Como parte del trabajo que de manera articulada viene adelantando Utadeo, a través de los profesores Silvia Buitrago y Camilo Páez, con tres universidades argentinas (Universidad Nacional de San Martín, Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Nacional de José Paz), desde el Observatorio Interuniversitario de Sociedad, Tecnología y Educación (OISTE), se aborda, en una primera fase de investigación, acerca de las implicancias de los saberes tecnosociales de quienes ingresan a las instituciones de educación superior en ambos países. Desde allí, se pretenden caracterizar las maneras, los lugares y las dinámicas mediante las cuales estos jóvenes adquirieron conocimientos tecnológicos previos, y desde esta lógica, ponerlos en diálogo y afianzarlos desde la academia.
La estancia de Dughera en Utadeo obedece a un primer momento de trabajo de campo con diez estudiantes de diferentes carreras que hacen parte de la electiva interdisciplinar de creatividad e innovación social. Con ellos se trabaja en la aplicación de grupos focales, desarrollo de encuestas y entrevistas en profundidad, con el ánimo de caracterizar esos saberes y su apropiación. La idea es, en una segunda fase, analizar los resultados, y posteriormente, cruzarlos con la aplicación de estos instrumentos en el caso argentino, con el fin de generar estudios comparativos que, a largo plazo, incluso, puedan abarcar a otros países como Chile y México.
Los investigadores parten de la idea de que los saberes tecnosociales son transversales y exceden lo local, pues algunas de las prácticas vinculadas a la tecnología pueden ser iguales en cuanto a la manera como se aprenden y vivencian. Una segunda hipótesis tiene que ver con que los estudiantes que ingresan a carreras vinculadas a los saberes “duros” o relacionados con la informática tendrán experiencias y trayectorias diferentes con las mediaciones digitales que aquellos que toman otro tipo de programas académicos.
Lucila Dughera y Silvia Buitrago
Durante el mes de visita a la Universidad, la académica argentina también ha participado en otros espacios académicos y de investigación, relacionados con los cruces entre el arte, la tecnología y la educación. Dos de estos espacios los tuvo en el marco de Inimaginable: CreAcción 2019, uno de ellos con el artista Esteban Gutiérrez y otro a través de una conferencia sobre los desacoples de la educación. También desarrollará un taller dirigido a profesores sobre la relación compleja entre la tecnología y la educación, así como un coloquio de investigación con estudiantes que se encuentran desarrollando sus trabajos de grado.
Repensar las estrategias pedagógicas o morir en el intento
Para Dughera, si bien en una primera instancia de la investigación se analizan las prácticas de aprendizaje de los estudiantes, también es necesario, en una segunda fase, pensar en las prácticas de enseñanza y comprender cuáles son las particularidades de los métodos actuales, con el fin de plantear nuevas pedagogías informacionales. Para ello, como parte de su visita, también se desarrollarán trabajos de observación de clases al interior de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual de Utadeo, especialmente aquellas en las que los profesores hacen uso de mediaciones tecnológicas.
Como lo argumenta la académica argentina, las instituciones de educación superior viven un desacople entre lo que se enseña y los conocimientos que los estudiantes ya traen. Muestra de ello es el descenso de las matrículas en las universidades, fenómeno que no solo pasa en América Latina sino a nivel mundial y que es propio de esta última etapa del capitalismo basado en la información.
Así, dice Dughera, mientras los jóvenes adquieren prácticas de aprendizaje basadas en el aprender haciendo, la experimentación y el “cacharrear”, las universidades continúan enseñando de la manera tradicional: “el desafío del sistema educativo es repensar su quehacer. Hay que pensar en nuevas pedagogías que posibiliten que realmente valga la pena hacer el tránsito por la universidad y que permitan entender cuál es el aporte de este tipo de instituciones”.
Ello solo es posible, a corto plazo, incorporando prácticas de enseñanza en la que los estudiantes sientan que lo visto en la Universidad aporta a su formación, al tiempo que la academia les muestra que sus conocimientos previos también son válidos. Para ello, afirma, los espacios de educación no formales, como los semilleros de investigación o laboratorios de investigación-creación como Tadeo Lab, pueden constituirse en escenarios de gran trascendencia para cumplir con dichas apuestas, en las que la “universidad se contempla como punto de anclaje”.
Lucila Dughera
“Me parece valioso los que está haciendo Utadeo como espacio que recupera el estar haciendo por parte de los estudiantes. Celebro que la Universidad trabaje, como actor de la educación superior, en repensarse como institución”, agregó la investigadora, para quien la transformación de la enseñanza es un proceso que tiene imbricados a diferentes actores que van desde los educadores, pasando por los estudiantes hasta llegar a los tomadores de decisiones.
“Reitero mi agradecimiento a la Universidad y a la Escuela, pues esta es una experiencia rica en múltiples aspectos. Me encantaría que este tipo de iniciativas también se puedan replicar con colegas del OISTE y de la Tadeo”.
Por lo pronto, fruto de las pesquisas adelantadas hasta el momento, la profesora Buitrago y la estudiante Johanna Sierra viajarán a Buenos Aires en el mes de noviembre, con el fin de presentar los avances de la investigación, a través de una ponencia en el Congreso Argentino de Estudios sobre Ciencia y Tecnología.