Sin lugar a dudas Doris Salcedo es una de las egresadas más representativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Este lunes 10 de marzo la artista ofreció una charla en el Auditorio Fabio Lozano, en la que todos los espectadores sintieron y compartieron de cerca su experiencia creativa y su convicción de que en un país como el nuestro, mediado por una cruda violencia política, la memoria debe ser el lugar para resignificar el pasado y proyectar el futuro, haciendo público y colectivo un duelo que para ella no debe ser silencioso e individual.
Para ella “Nada es más humano que el duelo. La inmensidad de un duelo marca un espacio al cual nos es negado el acceso, erige una frontera que no podemos traspasar. Un espacio separado de la vida por una línea, como una cortada, una herida; es dentro de estos límites que he inscrito mi obra marcando sitios específicos para el recuerdo donde el duelo pueda tener lugar, he dedicado mi vida a crear imágenes de duelo, pues son todo lo que nos queda cuando un acto violento ocurre”.
La obra de Doris gira alrededor de un sólo tema, la violencia política, la cual define el ethos de nuestra sociedad. “A medida que pasa el tiempo me he dado cuenta que en todas mis obras he perseguido una misma meta inalcanzable, mi obra es un intento fallido de ser fiel a los testimonios que he recibido de las víctimas de la violencia”.
“El arte inscribe en la vida el tránsito que se da del sufrimiento a la pérdida sufrida”. En los últimos 30 años su trabajo ha sido en torno a la elaboración del duelo, considera que su obra comienza en el mismo instante del final de un mundo, la aniquilación de ese mundo que hace de cada ser viviente un ser singular y único. “La única respuesta simple que puedo dar al confrontar una ausencia irreparable, es crear imágenes capaces de permitir la ausencia, la carencia y el vacío, mi trabajo intenta dirigirse a los que ya no están cuando ya no pueden oírnos y cuando ya no queda nada por decir”.
La artista también se expresa respecto a la obra de arte que se refiere a la acción fúnebre, la cual intenta enunciar los principios de una poética del duelo, este tipo de obra no solo ratifica la elaboración del duelo sino que ella misma es una obra de arte que procura restituir el sentido, el significado y la forma que la violencia arrebató a sus víctimas.
La violencia siempre produce una imagen de sí, imprime sus marcas por la fuerza. Presentar violencia en una obra de arte sin violencia, no es fácil pero la obra debe ser capaz de referirse a ella.
La imaginación es la fuerza capaz de traer de una ausencia, una presencia que se concreta a sí misma en el seno de la imagen.
“Mi trabajo es acerca de aquellos que no tienen un espacio político ni participación en la esfera económica. Cada una de mis obras representa una víctima. La obra es un intento de retener lo que ya no está presente”.
La obra de Doris es, en sus palabras "un vano intento por remediar lo irremediable, es acerca de la impotencia, es una suma de impotencias que no logran resolver nada, y encuentra la incapacidad de alcanzar las presencias".
Sobre algunas de sus obras
Durante la charla, la artista compartió con la audiencia algunas de sus obras, y entre ellas su obra “A flor de piel”, la cual narra poéticamente el hecho de que una herida no puede ser tocada. Es una intención simple de presentar una ofrenda floral a una víctima de tortura.
En “Plegaria Muda” buscó trabajar con aquello que no puede ser representado: la ausencia que experimentan las madres de los jóvenes asesinados en Soacha y que fueron presentados al mundo como "falsos positivos". Las fosas comunes tan presentes en la historia de violencia política del país, son representadas en una hermosa composición en las que la vida y la esperanza se cuelan por los resquisios que le quedan.
Finalmente se refirió a “Shibboleth”, según ella, una brecha que separa la humanidad de la infrahumanidad. Obra inoportuna y aparentemente fuera de control expuesta en el Tate Modern, Museo Nacional Británico de Arte Moderno.
“He querido abordar el asunto desde la perspectiva del arte analizando el papel que desempeñó el arte en la formación del estereotipo de la raza humana” afirmó la artista refiriéndose a esta obra.
Finalmente, la artista dijo que aspira a que su trabajo pueda atravesar la historia y traer al presente ciertas experiencias extremas que ya han sido olvidadas en el pasado.
El director artístico de la Galería Flora, José Roca, acompañó la charla, con profundo agradecimiento por el honor de recibir la obra “Plegaria Muda” de la artista, en su galería Flora abierta al público hasta el próximo 29 de marzo.