La creatividad y la buena música se juntaron en "Nos tocó en un garaje"
Un anaglifo (imágenes de dos dimensiones que proveen percepciones tridimensionales) con toques rojizos y azulados nos da la bienvenida al sótano 2 del Edificio de Artes y Diseño. En una combinación entre los análogo y lo digital que genera distorsiones, acompañada con sonidos y movimientos de luces, es el concepto que trabajó Antonela Cotrino y su grupo en la propuesta de imagen para el grupo “Un doble yo”: “Podemos mostrar nuestro trabajo a más gente y ellos nos dan sus consejos. Este es un evento de crecimiento personal”, relató emocionada la tadeísta.
Precisamente, en una verdadera fiesta llena de luces, color y buena música, pero, ante todo, rebosante de creatividad, así se vivió el encuentro de bandas “Nos tocó en un garaje” que sirvió como excusa para presentar las propuestas de diseño de los estudiantes de la asignatura de Proyecto de Diseño II del programa de Diseño Gráfico de Utadeo, las cuales giraron bajo dos frentes de trabajo: los 40 años de las relaciones diplomáticas entre Colombia y China que celebrará nuestro Instituto Confucio el próximo año y las estrategias gráfico-promocionales para las bandas de punk, rock y alternativo “Gelatina Royal”, “Un doble yo”, “Lobo viejo”, “Nuevo Antagonismo” y “Almacruda”.
Javier Cucalón, vocalista y guitarrista de la banda “Un doble yo”, calificó las propuestas de nuestros estudiantes como increíbles y excepcionales: “la Universidad Jorge Tadeo Lozano, particularmente en la Facultad de Artes y Diseño, está a la vanguardia de Colombia y el mundo. Las propuestas están más que a la altura. Se nota completamente la creatividad, el empuje y las ganas de sacar cosas distintas”. En el caso de su banda, dos grupos trabajaron en torno a la imagen: “ellos hicieron una lectura completa de lo que queríamos como banda y de lo que sentían en los ensayos y cuando hablaban con nosotros”, agregó.
Por su parte, Angie Martínez y su grupo nos demostraron cómo los hilos pueden unir el pasado, presente y futuro de dos países lejanos geográficamente y diferentes desde su cultura, tal como sucede con China y Colombia. La apuesta de estos tadeístas se centró en la empatía al momento de unir los telares de seda del país asiático y los de sus homólogos de las comunidades indígenas. Con una intervención del espacio, dominada por fotografías en abstracto y figuras geométricas tejidas en hilo rojo, esta apuesta habló por sí sola del trabajo de investigación en torno a las técnicas y elementos milenarios de ambos pueblos: “al final las cosas pequeñas son las que más nos unen y eso fue lo mas lindo del proyecto”, destacó la tadeísta acerca del diálogo permanente que tuvieron con el Instituto Confucio durante el proceso.
Pasadas las 3:00 p.m., las presentaciones que, durante seis horas, desarrollaron los estudiantes, cesaron. El evento se convirtió en un agradecimiento de las bandas por el trabajo arduo y efectivo que llevaron a cabo los tadeístas. Ahora, las mejores propuestas serán seleccionadas para aplicarlas a los clientes.
Una muestra para medirse y retarse
En total, como lo describe el profesor Germán Gómez, de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual, se presentaron un total de 100 estudiantes distribuidos en 29 propuestas, orientadas por cinco profesores: “esta asignatura es crucial para los diseñadores gráficos en formación pues es el punto de partida para las líneas finales del programa, además se constituye en el examen de seguimiento de la carrera”, destaca Gómez.
De igual manera, como lo señala la profesora Martha Liliana Barrantes, es una oportunidad para que los estudiantes se enfrenten a las condiciones del mercado real, al tiempo que comprenden las lógicas del sector y logran materializar las ideas y necesidades de los clientes.
“El trabajo del diseñador se ve reflejado en el proceso, en la investigación, en entender lo que el cliente quiere. En el proceso que se debe llevar a cabo para obtener un resultado final. Estar con el cliente en vivo y en directo les permite hacer una retroalimentación, competir sanamente entre ellos y por eso el ejercicio es tan gratificante”, agrega la tadeísta.
