Julián Contreras, un creativo que fue puesto a prueba en 100k Strong in the Americas
El periplo de Julián Contreras por la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos, inició el pasado 13 de enero luego de un viaje de cerca de 10 horas al lado de sus tres compañeros, quienes al igual que él habían sido elegidos meses atrás por su profesor Alfredo Gutiérrez de Diseño Industrial, para representar a la Tadeo en la convocatoria NEXO Global - 100k Strong in the Americas.
El Fondo para la Innovación 100.000 Strong in the Americas es una colaboración del sector público y privado entre el Departamento de Estado de los Estados Unidos, las embajadas de este país, Partners of the Americas, la Asociación de Educadores Internacionales (NAFSA, por sus siglas en inglés) y los gobiernos regionales, que trabajan con redes académicas para estimular y apoyar intercambios académicos entre universidades de Estados Unidos y del resto del hemisferio occidental.
La participación de Julián y de sus tres compañeros se da gracias a la subvención (Grant) que Utadeo ganó y que fue conferida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y Partners of the Americas, en conjunto con el Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia (COLCIENCIAS), hoy Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación.
La misión de este estudiante y la de sus compañeros era llevar a cabo sus proyectos de grado final en torno a los métodos de diseño autónomo para la reparación urbana, a partir de prácticas creativas que ya están presentes en la “gente de la calle”.
Con maleta en mano y un proyecto por trabajar durante el intercambio de cuatro meses en la Universidad Estatal de Arizona, Julián inició su travesía académica y cultural en la ciudad de Tempe, marcada por las largas distancias entre un punto y otro.
“En los primeros dos meses de nuestra estadía en Arizona nos enfocamos en realizar una serie de visitas de campo a museos y a diferentes lugares, con el fin de aprender sobre la cultura del nuevo contexto en que nos encontrábamos. Esos primeros dos meses nos dieron una luz de la problemática o finalidad a la que podrían ir enfocados los proyectos de cada uno de nosotros. En mi caso, encontré un interés particular en las cuestiones relacionadas con el racismo y el White privilege”, cuenta Julián de sus primeros días en esta ciudad de las artes.
Pero, cuando hasta ahora empezaba a pensar en las posibles alternativas e intervenciones que podrían llevar a cabo con las problemáticas escogidas, la pandemia por la covid-19 cambió los planes y el proyecto.
El llamado era claro: debía reenfocar su iniciativa. Por eso, decidió inclinarse por su afición a los videojuegos, teniendo en cuenta que este se pudiera realizar en medio de las limitaciones de movilidad y, por qué no, traerlo al contexto de lo que él y millones de personas atravesaban.
“Así nació I-SoLo, un no-juego que tiene como objetivo mitigar las fricciones y conflictos generados por la incertidumbre y el aislamiento en estos tiempos pandémicos, a través de una metodología que usa objetos con una carga emocional alta para quien lo juega, para traer recuerdos de antes de la pandemia, con dos fines: el primero, lograr que por un momento el usuario no piense en el “qué va a pasar” sino en el “cómo fue” como una “terapia introspectiva” y segundo, que el jugador se convierta en el diseñador de alternativas para la nueva normalidad que viviremos en la etapa post-pandemia”, detalla.
En medio de la zozobra por saber qué pasaría con él y sus tres compañeros, al estar a kilómetros de distancias de sus familias, Julián quiso mantener la motivación que lo había llevado hasta allí de sacar su proyecto adelante.
Hoy, mirando hacia atrás, recoge lo mejor de esta experiencia pasada por el confinamiento. Vivir solo, asumir más responsabilidades y conocer una cultura tan distinta le abrió un panorama de oportunidades para su vida personal y profesional.
“Haber tenido profesores tan capacitados, que a la vez me dieron la oportunidad de interactuar y socializar con diseñadores, artistas y profesionales de muchas partes del mundo, hicieron que mi aprendizaje fuera más de lo que hubiese esperado. Aprendí bastantes cosas, no solo enfocadas al diseño, pero que perfectamente podrían ser aplicables y replicables en mi proyecto de vida”, concluye sobre su paso por esta experiencia.