Luego de dos días de jornada académica, los gestores culturales recibieron la certificación del taller para bibliotecas comunitarias.
“Todo lo que nosotros hacemos es desde la intuición, desde el corazón y lo que queremos aportarle a la comunidad”. Estas son las palabras de Kelly Montenegro, líder de la Fundación Presente Perfecto y gestora de la biblioteca comunitaria El Progreso, quien participó en el taller “servicios y estrategias para bibliotecas comunitarias” que organizó Utadeo para entregar herramientas de formación para la autogestión.
Estos cursos se dan como parte del proyecto de Biblioteca de Puertas Abiertas que tiene el Sistema de Bibliotecas de Utadeo, en el marco de una serie de alianzas en dos grandes vías: con BiblioRed y con una biblioteca amiga que pertenece a la Fundación Presente Perfecto para apalancar la biblioteca comunitaria El Progreso. “Acá entregamos herramientas de formación para profesionalizar el trabajo que ellos hacen en cada una de sus comunidades y así acompañarlos a desarrollar otras habilidades”, señala Claudia Becerra, Directora del Sistema de Bibliotecas Utadeo.
Durante dos días los veintiocho gestores culturales, de las 19 bibliotecas comunitarias, vieron temas relacionados con diseño de servicios presenciales y virtuales, estrategias de uso de las bibliotecas, manejo de bases de datos y levantamiento de inventario y catalogación por mencionar algunos.
El objetivo del curso fue claro: formar bibliotecarios que respondan de manera adecuada, fundamentada e innovadora a las necesidades de información de los usuarios de su comunidad, aportando con sus conocimientos al fortalecimiento de las bibliotecas comunitarias del sector.
“Estos dos días para mí han sido una experiencia maravillosa porque yo no tenía ese conocimiento. Este curso nos permite alinearnos con los otros gestores culturales para darle un orden a las bibliotecas, tener un estándar y manejar un mismo idioma, claro, sin perder nuestras vocaciones y así poder ser más rigurosos con nuestro trabajo”, dice Kelly Montenegro.
Esas vocaciones sin duda alguna son determinantes para el desarrollo de las comunidades y más cuando el trabajo que se promueve es desde las bibliotecas. En palabras de Claudia Becerra “sabemos el poder que tiene un libro y cómo le puede abrir la puerta del conocimiento a niños y adolescentes. De ahí la importancia desde la universidad y su sistema de bibliotecas de capacitar a esos líderes comunitarios que ejercen a diario esta actividad”.
Un trabajo que día a día tiene sus retos y también gratificaciones. “A mí se me llena el corazón de alegría ver a los niños y niñas leyendo, ávidos de aprender, de descubrir… Además, saber que es la puerta para construir un mejor futuro”, añade Héctor Gutiérrez, quien hace parte de una de las 19 bibliotecas comunitarias.
Los gestores que estuvieron los dos días de formación recibieron su certificado y la oportunidad de ampliar y fortalecer sus relaciones con otros gestores culturales amantes de la lectura y las bibliotecas. “Desde la Universidad seguiremos desarrollando proyectos con un impacto social que permita consolidar esos saberes: el empírico y la academia”, concluye Claudia Becerra.