Diego Fernando Angulo, el tadeísta que cambió el inconformismo ciudadano por la participación política
A sus 23 años, podría decirse que Diego Fernando Angulo, estudiante de séptimo semestre de Ciencia Política y Gobierno de Utadeo, es un fiel ejemplo a la hora de hacer política de otro modo. Este tadeísta, hace cinco años, decidió que como ciudadano no solo debía quedarse en el inconformismo frente a las instituciones públicas sino que debía actuar desde lo político para transformarlo.
Así fue como en las elecciones de autoridades locales del 2015, cuando se encontraba en segundo semestre en la Universidad, y bajo las banderas del Partido Liberal, se convirtió a los 18 años en edil de Kennedy, la segunda localidad más grande de Bogotá, con un total de 3000 votos, siendo, para entonces, el segundo edil más joven de Bogotá y el primero de su localidad.
El tadeísta se define como un amante de su localidad, esa misma en la que ha vivido toda su vida, pues creció y actualmente vive en Mandalay, uno de los 584 barrios que tiene Kennedy.
Sin maquinarias políticas, Angulo decidió apostarle firmemente a mejorar la calidad y el acceso a la educación a los cerca de 1.230.000 que habitan la localidad, a partir de convenios interinstitucionales con reconocidos centros educativos. Su gestión también lo llevó a trabajar en pro del mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades más vulnerables, y por supuesto, ayudar a contrarrestar algunas de las problemáticas que experimenta Kennedy, entre ellas el microtráfico y la delincuencia común. El trabajo arduo, reconocido por sus 11 compañeros ediles, lo llevó a ser elegido, al final del periodo, como vicepresidente de la Junta Administradora Local.
“Siempre le tomé amor a la política, a cómo se hace en comunidad y cómo se agrupa el gobierno local y su trascendencia en lo distrital y lo nacional, pues finalmente los tres niveles conforman un engranaje”, señala el tadeísta al referirse sobre su amor a la política, esa misma pasión que lo trajo a Utadeo.
En las pasadas elecciones de octubre de 2019, y gracias a su gestión, fue reelegido como edil de la localidad, esta vez con cerca de 4.500 votos, una de las más altas para esa corporación. En esta ocasión, fue elegido como presidente, cargo del que dice es una tarea ardua, pues debe encargarse que la JAL se encuentre al día y en concordancia con las diferentes normas distritales y nacionales, también es el encargado de abrir, moderar y cerrar las sesiones: “ser el presidente de la JAL de una localidad tan grande es una responsabilidad muy grande, casi como la de ser un mini presidente del Concejo de Bogotá pero enfocado en lo local. En este escenario te conviertes en el portavoz de tu localidad con otras instituciones”.
Actualmente, Angulo sigue siendo el edil más joven de Kennedy y el tercero de Bogotá, pero sus sueños no terminan ahí, pues quiere continuar su carrera política en el Concejo, y a futuro, ser ministro del Interior, cartera que le llama la atención por el relacionamiento que se tiene con el legislativo.
De los sesenta años de constitución de la localidad, con seguridad y orgullo, Angulo afirma que Kennedy está avanzando, no solo desde el desarrollo de su gente, sino también en el cuidado a sus monumentos históricos, entre ellos el de Banderas, el de la Diosa del Agua, el estadio de Techo o la Casa Tagasté: “la localidad ha cuidado su patrimonio y eso se ve en el desarrollo de los barrios. La participación en lo local también es muy buena, pues ha disminuido la abstención”, precisa.
Mientras camina por los pasillos de la Universidad como un estudiante más, Angulo continúa con su gestión como edil, pues es un fiel convencido de que solo a través de la educación se logra el cambio social, pero también reconoce que, solo a partir de la participación ciudadana, se pueden lograr transformaciones en lo público, razón por la que insta a toda la comunidad estudiantil a cambiar la realidad de la Universidad, la ciudad y el país a partir de las buenas ideas y la participación democrática, desde el voto.
“Así como en un momento lo hice, se debe pasar de la inconformidad ciudadana a la acción. Los jóvenes tadeístas tenemos muchas ideas y sueños, y una de las formas para lograrlo es a través de la participación política”.