Daniel Vega, el retrato de un verdadero guerrero de la vida
La historia de Daniel Felipe Vega Cañón, estudiante de quinto semestre de Cine y Televisión de Utadeo, es la de todo un campeón de la vida. Oriundo de Florida (Valle de Cauca), es uno de los beneficiarios del programa Ser Pilo Paga, en su tercera versión, al haber obtenido 347 puntos en su prueba Saber 11, puntuación que lo colocó como uno de los mejores de su colegio, el Ricardo Nieto.
Hoy, en plena crisis sanitaria por cuenta de la pandemia del coronavirus, su testimonio de vida sale a flote, pues Daniel hace parte del grupo de más de 850 colombianos que fueron diagnosticados con el COVID-19 pero que ya se han recuperado. Sin embargo, su historia tiene un matiz adicional, pues en los últimos meses ha tenido que librar varias batallas por su vida. Como buen guerrero ha salido avante de ellas: la primera inició en el mes de noviembre del año pasado, cuando le encontraron algunas masas en su cerebro, las cuales fueron diagnosticadas, en el mes de enero, como cáncer.
Daniel Felipe Vega
La lucha comenzó una semana antes de finalizar el segundo semestre del 2019. Daniel recuerda que, en medio de una exposición, sintió que su pierna estaba dormida. Aunque inicialmente pensó que era un problema muscular o de sus huesos, al ingresar por urgencias rápidamente descartaron estas causas. Una tomografía, finalmente, fue la que dio los indicios sobre un sangrado en su cerebro.
Para ese mismo mes, Daniel fue sometido a su primera cirugía, la cual consistió en la extracción de la masa que tenía en su cabeza. Tras diez días de hospitalización, comenzó a recuperar la movilidad de su pierna. Las biopsias a estas muestras indicaron que el tumor era maligno.
Daniel junto con su familia
La noticia, por supuesto, fue devastadora para Daniel y su familia, especialmente para sus padres y su tía, quienes lo han acompañado en todo el proceso. Aunque sintió que la enfermedad frenaba sus sueños e incluso, menciona, llegó a tenerle miedo a la vida, Daniel se convirtió en el mejor retrato de un perseverante. Sin embargo, dado que el tumor volvió a crecer, tuvieron que practicarle una segunda intervención quirúrgica en febrero de este año. En esta ocasión, menciona el tadeísta, el procedimiento fue muy difícil y le afectó no solo su pierna sino también su brazo derecho, de modo tal que, en los siguientes días, tuvo que realizar terapia para aprender nuevamente a escribir, tomar los alimentos y hasta amarrarse los zapatos. Aún se está recuperando de las secuelas de la operación, pues está en el proceso de rehabilitación para volver a caminar.
Su familia, sumados a un grupo de amigos incondicionales, el equipo de médicos que lo ha tratado y funcionarios del programa de Cine y Televisión de Utadeo, entre ellos su director Santiago Trujillo y la coordinadora académica Maribel Cortés, han sido un halo de esperanza para seguir cumpliendo sus sueños y entender que el cáncer solo es un obstáculo en su camino, pero que, pronto, podrá salir victorioso de él, y así culminar su sueño de convertirse en todo un profesional.
La familia ha sido un apoyo incondicional para la recuperación de Daniel
“Hay un dicho que dice mi papá y es que ‘después de la tempestad vendrá la calma’. Uno tiene que pasar por las duras, por las verdes y luego vendrán las maduras, cuando ya estará reconfortado. Siempre hay que ser agradecido con Dios o con ese ser supremo en el que crean, pues se tiene vida”, afirma Daniel, pues es precisamente esa devoción la que le ha permitido seguir adelante.
En todo caso, sin imaginárselo, el COVID-19 también llegaría a su vida. Aunque afirma que los primeros cinco días de la enfermedad fueron los más difíciles, por la presencia de fiebres altas, dolor en el pecho y tos seca, lo cierto es que su experiencia con el cáncer lo hizo fuerte para poder resistir: “Lo más duro de la enfermedad fue estar aislado, pero me ayudó a ser más paciente, pues siempre he sido muy acelerado”, destaca el tadeísta.
Daniel y algunos de sus amigos incondicionales
Aunque le asustó ver por las noticias la expansión de este virus, así como algunas muertes que ya había dejado esta pandemia, dice que siempre mantuvo su mente distraída con la lectura, revisando contenidos en su celular y coloreando un libro que tenía en su lugar de aislamiento.
Daniel aún no sabe en qué momento ni cómo se contagió de coronavirus, pues sus familiares dieron negativo en las pruebas, y así mismo, debido a que en la segunda semana de marzo tuvo su primera quimioterapia, estuvo todo el tiempo sin salir de su casa.
Actualmente está cumpliendo en su hogar los catorce días de cuarentena. A poco menos de una semana de finalizarla, dice que este tiempo ha sido muy satisfactorio, pues nuevamente está en su hogar y puede escuchar, así sea a la distancia, la voz de sus familiares, lo cual lo reconforta.
Desde su aparición en medios de comunicación como uno de los recuperados del coronavirus, manifiesta que no han parado de llamarlo algunos compañeros de la Universidad e incluso del colegio. Todos ellos le han enviado mensajes de apoyo y lo han reconfortado. Una de las personas que se han comunicado con él es la profesora Carolina Lucio, del Departamento de Comunicación Social y Cinematografía, quien, en nombre de todos sus profesores, le deseó una pronta recuperación.
La faceta de un apasionado por el cine
La historia de Daniel es mucho más que su enfermedad. Aunque inició estudiando Ingeniería Civil durante dos semestres, dado que las matemáticas siempre fueron su fuerte en el colegio, a tal punto que participó en varias olimpiadas, rápidamente supo que lo que realmente lo llenaba era el mundo del “Séptimo Arte”.
A nuestro tadeísta siempre le ha gustado ir a cine y ver cortometrajes. Así que, con el apoyo de sus padres, de algunos amigos, contactos y del director del programa Santiago Trujillo, se decidió finalmente a iniciar este camino que, al principio, confiesa, le dio temor emprender, pero del cual ahora sabe que es parte de su vida.
“Me parece muy bonito imaginarse todo el componente de ficción de las películas, desde la ambientación, el sonido y las fotografías, con el fin de transmitirle mensajes al espectador. Es espectacular lo que hace el cine a la hora de crear mundos y personajes”, afirma.
Para él, la Tadeo se convirtió en el lugar donde puede mostrar su esencia y compartir con otros en medio de la diversidad y el encuentro de muchas culturas y regiones. Por eso, uno de sus mayores anhelos es volver a la Universidad y seguir adquiriendo conocimientos sobre la carrera que lo enamora, pues señala que cada materia es enriquecedora; además quiere volver a verse con sus compañeros del programa.
Desde la familia tadeísta deseamos su recuperación y sabemos que muy pronto tendremos el privilegio de tener a este guerrero en nuestras aulas de clase.