Con la declaración de finalización de la emergencia sanitaria a partir del 1 de mayo, se inició por 20 semanas la vigilancia del comportamiento de los indicadores epidemiológicos, entre otros el de incidencia, la letalidad y la ocupación de las unidades de cuidado intensivo. Recientemente en el Puesto de Mando Unificado No. 140, el Ministerio de Salud y Protección Social confirmó el descenso del quinto pico de Covid-19 que había iniciado el 5 de mayo, caracterizado por un incremento semanal continuado de la incidencia hasta el 30 de junio, seguido por una meseta hasta el 14 de julio y desde ese corte un descenso semanal continuado, esta situación se da en medio de la circulación en nuestro país de las subvariantes de Ómicron BA.5 y BA.4; y es que Ómicron BA.5 es dominante en más de 62 países y ha sido catalogada por las autoridades sanitarias del planeta como la peor versión del virus, y no sólo eso, también los expertos la conocen con características de “escape inmunológico”, debido a que infecta a personas vacunadas o que habían tenido una infección previa por otra variante del virus.
Desde el Ministerio de Salud se reitera que la población de mayor riesgo sigue siendo la de 70 años en adelante, franja de edad donde se concentra el 51% de los decesos, la letalidad desde el inicio del quinto pico de incidencia presentó una meseta hasta el 16 de junio; desde este corte hasta el 28 de julio se presentó un incremento continuado de los descensos semanales y de este punto en adelante se presenta un descenso continuado por 4 semanas, es por lo anterior que desde el Gobierno se insiste en la necesidad de no bajar la guardia en la vacunación, se deben asegurar esquemas completos y la aplicación de refuerzos.
La siguiente figura permite identificar la tendencia semanal de la incidencia y la letalidad, aclarando que dicha periodicidad, se debe a la divulgación semanal de información de las cifras por parte del Instituto Nacional de Salud el día jueves, las cifras acumulativas para el corte del 18 de agosto también se visualizan en el gráfico.
En cuanto a la disponibilidad de las Unidades de Cuidado Intensivo, durante 16 semanas se presenta una disponibilidad promedio del 42%, el registro más bajo se presentó para el corte del 11 de agosto con el 37,61%.
El Ministerio de Salud precisó en el entorno del puesto de mando unificado 140 lo siguiente: "Tenemos que analizar estas próximas semanas, de acuerdo a los indicadores que estamos viendo y que podamos ver que vamos descendiendo aún más y que podamos entrar nuevamente en los canales de seguridad que tiene el país, en esos umbrales que estamos esperando y que perdure por semanas".
Quizás estos son vientos deseando el fin de la pandemia, pero esta decisión no se hace a nivel particular, sino a nivel general, y se da desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), la declaración del fin de la pandemia implicaría que acorde a parámetros de la OMS, el coronavirus ya no es un riesgo para buena parte de la población mundial; en palabras del Dr. Carlos Álvarez (Epidemiólogo Colombiano, miembro de la Asociación Colombiana de Infectología) “Significaría que se considere que el virus ya no es una amenaza para la mayoría de la población del mundo y que se tiene un menor riesgo de colapsar los sistemas sanitarios; los parámetros de la OMS para terminar la pandemia del Covid-19 se centran en reducir los contagios y aumentar la vacunación”, el objetivo para el 2.022 era que en julio todos los países hubiesen alcanzado el 70% de su población completamente vacunada, según statista.com a corte del 28 de junio el porcentaje de la población que ha recibido al menos una dosis de la vacuna por región es: Norteamérica 79%, Asia-Pacífico 79%, Latinoamérica 79%, Europa 69%, Oriente Medio 57% y África con el 23%.
Ahora bien ¿La BA.5 no será la última variante del Covid? La opinión generalizada de las autoridades de salud es que BA.5 no será el juego final, en la medida que el virus siga su circulación por todo el planeta hay una tendencia evolutiva de surgimiento de nuevas variantes, quizás más transmisibles y con mayor capacidad de escape inmunológico o quizás con consecuencias de mayor gravedad de las enfermedades generadas por Covid y por ende una mayor tasa de hospitalización, este escenario de características probabilísticas de ocurrencia o no de variantes, aporta a la decisión del fin de la pandemia, que como se indicó, la OMS toma con base en aspectos epidemiológicos, y conlleva a efectos administrativos de los países como puede ser bajar la guardia, reducción de la vigilancia genómica, disminución de la importancia en los planes de vacunación y por ende menor disponibilidad de recursos necesarios para la atención y el manejo de la pandemia; y es que la OMS, no ha declarado el fin, pero sí, su Director Tedros Adhanom, dio una alerta sobre la fuerte caída de las pruebas de diagnóstico en numerosos países, lo que está conduciendo a una nueva ola de contagios del 30% en Europa, y es que una baja en las pruebas oculta la verdadera evolución del virus y la carga real de casos de Covid-19 en el mundo, según explicó el Dr. Adhanom, agregando que hay una percepción de la gente de que este virus se volverá endémico, conllevando a un relajamiento total de las medidas de prevención en medio del cambio de condiciones climáticas; dado lo anterior, la OMS expresó: "No es tiempo de declarar el fin de la pandemia", el Covid-19 todavía puede causar mucho daño”.
Tratando de llegar a una aparente respuesta a la pregunta con la que se tituló este artículo, entre varias fuentes, se consultó un artículo publicado en time.com y titulado “Cómo finalizó la pandemia de 1.918”, encontrándose “…algún día, de alguna manera, se va a terminar la pandemia, después de todo, otras pandemias lo han hecho…”. Y es que con la pandemia de gripe de 1.918-19 se infectaron unos 500 millones de personas de las cuales al menos 50 millones murieron; “nunca” tuvo una declaración memorable de que había llegado el fin, y es que en la primavera de 1.919 se creyó que la propagación se había detenido, volvió a aumentar el contagio a principios de 1.920, y a mediados de dicho año la cepa se había desvanecido en muchos lugares. La conclusión de la ciencia fue que para que una pandemia termine, la enfermedad en cuestión tiene que llegar a un punto en el que no pueda encontrar con éxito suficientes huéspedes para contraerla y luego propagarla, aunque al final de la pandemia un tercio de la población mundial había contraído el virus, y también se concluyó que el distanciamiento social fue un elemento clave para llegar al fin.
Concluyamos, trayendo a relación aspectos de la pandemia de 1.918, las personas estaban cansadas de las limitaciones de la vida diaria por lo que se levantaron la mayoría de las restricciones sanitarias, entre lo que se encontraba el distanciamiento social, el uso de mascarillas, este regreso apresurado generó que los casos de la enfermedad aumentaran, todo esto en un contexto donde los políticos culparon la despreocupación de las personas y otros le bajaron el perfil a la enfermedad.
El manejo de la pandemia del Covid ha sido beneficiado por el desarrollo científico que no existía hace 100 años, incluyendo mejores condiciones sanitarias en los hospitales y una vacuna.
Unas cifras finales, en octubre de 2.020 se habían confirmado a nivel global 35 millones de personas positivas de Covid-19, la OMS estimó en su momento que ya se habían infectado al menos 780 millones de personas, 23 meses después se acerca la confirmación de 600 millones de casos, ¿qué estimación tendrá hoy la OMS?
Hace un siglo, ser proactivo en materia de salud pública salvó vidas, y puede volver a serlo hoy.
