Arquitectura colaborativa: diálogos entre la profesión y las comunidades
Poner a dialogar las experiencias profesionales de los arquitectos y aquellas surgidas a partir de los saberes de las comunidades, con el propósito de conformar redes de trabajo colaborativo en arquitectura social, emergente y participativa, fue el principal objetivo que congregó a colectivos de base comunitaria que trabajan en entornos urbanos y rurales, grupos de investigación de diferentes universidades, estudiantes de semilleros que desarrollan proyectos sociales en campo y colectivos de arquitectos y egresados en lo que fue el primer Encuentro de Acciones Urbanas y Arquitectura Emergente que se desarrolló los días 25 y 26 de octubre en las instalaciones de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y Utadeo.
Como parte del evento, en la Sociedad Colombiana de Arquitectos se exhibió la galería itinerante de pósteres sobre las apuestas de los colectivos que allí se congregaron
El evento, organizado en conjunto por el colectivo Urbz Colombia, C-Innova Distancia Cero e ILIAD Lab, con el apoyo de Utadeo, la Universidad de Illinois, la Sociedad de Arquitectos y la Universidad Piloto de Colombia, fue la materialización de un sueño de los profesores de la Escuela de Arquitectura y Hábitat de la Universidad, Alejandra Villamil y Andrés Sánchez, quienes, en el marco de la asignatura de Taller disciplinar de arquitectura y tecnologías, decidieron generar este encuentro.
Tras el evento, recogimos algunas de las experiencias nacionales e internacionales más fructíferas que allí se presentaron.
Belkis Campos
Promoviendo ciudadanía desde la arquitectura
Belkis Campos es arquitecta de la Universidad Simón Bolívar de Caracas (Venezuela). En ese país, y desde la Fundación Trazando Espacios, promueve el empoderamiento ciudadano en los más pequeños, a partir de las relaciones que se tejen entre el diseño, la arquitectura y el espacio público.
A través de talleres que duran aproximadamente cinco meses, los niños eligen un lugar del espacio público de su comunidad en aras de mejorarlo, a partir de nociones básicas de diseño. Las ideas posteriormente se ejecutan en una suerte de co-creación con las comunidades.
En el encuentro, los diferentes colectivos compartieron sus experiencias en torno a la arquitectura colaborativa y emergente
“La arquitectura al final es una manera de empoderar a la gente. En la medida que me siento capacitada para transformar el entorno que me rodea, no hay limites a lo que se pueda hacer”, señala Campos, quien agrega que “la cocreación ayuda a forjar la identidad de las comunidades y a romper los paradigmas de violencia rescatando los valores de estas que se puedan traducir en proyectos arquitectónicos”.
Para este arquitecta venezolana, el encuentro fue una experiencia fructífera y motivante que le permitió conocer lo que los lideres comunitarios de Bogotá y sus alrededores han logrado en materia de movilización ciudadana y materialización de sus ideas en torno al territorio: “Debido a la situación que enfrenta Venezuela, es muy difícil conseguir líderes con estas características y sobre todo que busquen de tantas maneras las alternativas para cambiar su realidad”.
Sebastián Trujillo
De Ahmedabad a Bogotá: dos realidades que se entrecruzan desde la arquitectura
India y Colombia tienen realidades geográficas, sociales y políticas que son distantes. Sin embargo, desde Chaal Chaal Agency estas distancias se han convertido en aprendizajes que pueden replicarse en ambos contextos con el ánimo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Así lo señala Sebastián Trujillo, quien indica que esta organización nació como fruto de un trabajo colaborativo de investigación y diseño en la Facultad de Diseño Urbano de la Universidad CEPT, a partir de la exploración de los contextos de Ahmedabad y Bogotá.
Su trabajo se ha centrado en las infraestructuras experimentales, aquellas que hacen un abordaje de las carencias arquitectónicas de las comunidades a partir de soluciones móviles en el espacio público que son autogeneradas y autogestionadas por estos grupos sociales. Por ejemplo, en la ciudad india, se ha trabajado en proyectos como un filtro de agua móvil para potabilizar el líquido: “para ellos el servicio de agua es precario y de baja calidad y este dispositivo es un gran paso, así para nosotros sea algo cotidiano o sencillo”.
En Bogotá, el colectivo está trabajando de cerca con los habitantes del barrio San Germán en la localidad de Usme. Hasta el momento se han identificado las necesidades y requerimientos de estos entornos informales, mientras que el grupo de profesionales brinda asesoría a la comunidad en términos técnicos, espaciales y de infraestructura.
“El encuentro permitió la visibilización de procesos que muchas veces están ocultos académica y profesionalmente. Como ciudadanos tenemos el potencial de transformar nuestro entorno y mejorar las condiciones de vida más allá de lo institucional”, apunta Trujillo, quien señala que el evento permitió crear una red profesional de organizaciones que, hasta ahora, se encontraban atomizadas y marginales.
Andrés Sánchez
Arquitectura que reconoce el potencial de las comunidades
Andrés Sánchez fue uno de los co-organizadores del evento. Desde hace ya varios años hace parte del colectivo Urbz, el cual nació en la India en el 2008 y ha expandido sus soluciones a Brasil, Corea del Sur, Suiza y Colombia. En nuestro país, la organización trabaja de la mano con asentamientos autogestionados o informales, principalmente con comunidades víctimas del conflicto armado y poblaciones indígenas como las Emberá.
Uno de los proyectos de mayor impacto desarrollados hasta el momento se ubica en Altos del Pino, en Cazucá (Soacha). Este territorio, aunque su población se estima en 70.000 habitantes, se cree que con los asentamientos informales puede llegar al millón de habitantes, siendo esta una de las localidades con mayor número de desplazados internos y externos más grande de América Latina.
Sánchez y su colectivo trabajan de la mano con las madres comunitarias en el Proyecto Escape, el cual, desde hace veinte años, tiene como propósito sacar a los niños de las olas de violencia que se viven en el sector. Hoy la iniciativa se ha ampliado a ámbitos de educación ambiental y deportiva, y desde la intervención arquitectónica, se está trabajando en la construcción de un centro cultural, del cual ya se tienen maquetas e iniciativas de diseño participativo.
“No podemos seguir siendo los profesionales los únicos que aportamos experiencia en la construcción de ciudad. Traer a este encuentro a las comunidades de barrios que llevan muchos años luchando por su territorio y construyendo sus propias dinámicas de producción del espacio fue lo más productivo del espacio. Además, encontramos en el evento una plataforma para dialogar de manera horizontal desde varios actores para desarrollar alianzas y procesos colaborativos”, puntualiza Sánchez.
De esta manera, dice Sánchez, la cocreación se constituye en un elemento tanto transversal como fundamental, pues es a partir de él donde se desarrollan intervenciones colaborativas y horizontales que permitan valorar los conocimientos y potenciales saberes de las comunidades, en un diálogo franco con la profesión del arquitecto.