Estas fueron las primeras ‘siete huellas’ que dejó la solidaridad de nuestros tadeístas
Del 22 de julio al 3 de agosto, la Tadeo vivió una jornada de solidaridad por parte de sus egresados y comunidad universitaria, a través de la iniciativa “Deja tu Huella”, la cual fue impulsada por la comunidad de egresados, con el apoyo de Unitadeístas, las oficinas de Egresados y de Cooperación Nacional e Internacional y la Fundación para el Desarrollo Universitario.
Las cerca de 1.000 donaciones, equivalentes a 16.737.000 pesos recaudados, servirán para que siete estudiantes sean beneficiados con el 25% de descuento en el valor de su matrícula; esto, habla del éxito de esta primera etapa de la campaña, que, debido a la solicitud de varios miembros de la comunidad tadeísta y egresados, continuará recibiendo donaciones de forma permanente, con el fin de fortalecer los fondos de becas de apoyo económico que tiene la Universidad, y así abrirle las puertas para que más estudiantes con dificultades económicas hagan su sueño realidad: el de ser profesionales de alta calidad.
En esta primera fase se sumaron varios de nuestros egresados más destacados, entre ellos los cantantes Carlos Vives, Mario Muñoz (Doctor Krápula) y Jaime valencia (Dueto Ana y Jaime), el caricaturista ‘Vladdo’, los publicistas Socorro Jaramillo, Francisco Samper y John Raúl Forero, el economista Juan Alfredo Pinto, el excanciller y profesor de Utadeo Camilo Reyes, el periodista Germán Mejía, los diseñadores industriales Natalia Ávila y Rodrigo Torres, la contadora Diana Patricia López Jiménez y su hijo, el estudiante tadeísta Jorge Andrés, los diseñadores gráficos Arturo Cortés Pineda y Álvaro Argüello, y la actriz y publicista Natalia Ramírez, entre otros.
Pero también se dieron muestras de colegaje, como el de la primera cohorte de egresados del programa diurno en Comercio Internacional, conformado por 31 tadeístas, quienes, con una contribución individual de aproximadamente $65.000 pesos, lograron recaudar cerca de $2.500.000. Precisamente, como lo comenta Danilo Torres, director del Área Académica de Economía y Comercio Internacional de Utadeo y uno de los miembros de esta cohorte, este grupo lleva varios años de conformado y han logrado desarrollar redes de colegaje que se han mantenido con el tiempo, así que la iniciativa nació como una invitación, a través de su grupo de WhatsApp, por parte de Torres. Gracias a la gestión del egresado Leonardo Sicard Abad, miembro de la Junta Directiva de Unitadeístas, quien llevó a cabo la logística de la donación, el grupo de tadeístas consignó el recurso a la campaña.
“La Universidad nos dio una formación y unas habilidades que nos han permitido desempeñarnos en el mundo laboral. Esta es una muy pequeña contribución por todo lo que ha hecho la Universidad por nosotros y contribuir así en estos momentos difíciles, para que unos jóvenes colombianos puedan seguir estudiando. En este grupo entendemos que la educación es un elemento fundamental para cerrar las brechas que tiene la sociedad colombiana; este, precisamente, es un tema recurrente en nuestras conversaciones”, puntualiza Torres.
La solidaridad también salió a flote por parte de profesores y administrativos de la Universidad. El Sindicato de Trabajadores de Utadeo (Sintratadeo) también se sumó con un significativo aporte a la campaña, al igual que lo hicieron varios trabajadores, con sus descuentos en nómina, a través de la Cooperativa de Empleados (Cooptadeo).
A todos ellos y a los que participaron en la campaña, ya sea donando o divulgando, queremos extender un inmenso agradecimiento, pues son los artífices de que más sueños tadeístas se cumplan.
Siete sueños hechos realidad
Los sueños de Nicolás Ortiz (Publicidad), Deivid Nectario Torres (Comercio Internacional y Finanzas), Juan Diego Ramírez y Diana Paola Chaves (Diseño Industrial), Diego Alexander Herrera (Contaduría Pública), Camilo Esteban Soto (Ingeniería Ambiental) y Yael de Jesús Cambar (Derecho) se harán realidad gracias a las donaciones que se hicieron como parte de la campaña “Deja tu Huella”. Hablamos con cuatro de ellos sobre lo que significa este apoyo. Esto fue lo que nos contaron.
- Un trabajo que da frutos
Camilo Esteban se encuentra en octavo semestre de Ingeniería Ambiental. Para él, haber ganado esta beca fue inesperado, pues luego de dar a conocer a los diferentes seleccionados en otras convocatorias de becas, pensó que su nombre no iba a estar incluido en tan anhelado listado. Para él, este estímulo es una recompensa al trabajo hecho en la Universidad, pues ha participado en varias monitorías académicas de matemáticas. Así, en medio de ecuaciones diferenciales y cálculos vectoriales, este tadeísta ha puesto en diálogo sus dos amores: el medio ambiente y las matemáticas, a tal punto que está construyendo, como parte de su trabajo de grado, un modelo que permite identificar los movimientos de los fluidos, lo cual ayudaría a comprender el movimiento que tienen ciertos contaminantes en el agua.
“Este es un apoyo al trabajo desinteresado que he venido desarrollando, pues jamás he buscado obtener una ganancia. Ganar la beca fue perfecto, dado que la situación actual ha dificultado varios aspectos económicos. Por eso invito a que otras personas se animen a donar, pues este capital que están invirtiendo es para una mejor educación en el país y un apoyo para desarrollar proyectos que puedan ampliar los conocimientos en distintas ramas”.
Camilo Esteban Soto, estudiante de Ingeniería Ambiental
- Un sueño que no se aplaza
Diana cursa tercer semestre de Diseño Industrial. Ama la pintura y el patinaje. Esta beca le brindó la posibilidad de no aplazar, por segunda ocasión, su carrera, dado que los ingresos de su familia no están pasando por un buen momento. Recuerda que, cuando le dieron la noticia, lloró de felicidad: “fue un sentimiento difícil de explicar, pues era una ayuda que realmente necesitaba. 10.000 pesos marcan la diferencia para que muchas personas que lo necesitan y quieren, puedan estudiar”, afirma con emoción, al considerar que el apoyo brindado la lleva a valorar lo que le dieron, dar lo mejor de sí y ser muy aplicada en sus estudios.
“Muchas gracias por apoyar a los jóvenes que queremos estudiar y seguir avanzando en nuestra formación”, agrega.
Diana Paola Chaves, estudiante de Diseño Industrial
- Estudiar con pasión, la clave del éxito
Desde que salió del INEM de Kennedy, Diego Alexander deseaba estudiar en la Tadeo. Sin embargo, debido a diferentes circunstancias, inicialmente adelantó sus estudios en el SENA y, posteriormente, prestó su servicio militar. Gracias al convenio de profesionalización que Utadeo tiene con el SENA, Diego pudo entrar a la Universidad, homologar algunas materias y obtener un descuento en su matrícula. Sin embargo, para este semestre, sabía que necesitaba un “empujoncito” adicional para poder pagar su matrícula.
Este tadeísta recuerda que le dieron “la mejor noticia del año” cuando estaba en la casa de su tía. Fue una llamada inesperada, pero que es muestra del trabajo duro y del estudio con pasión y esfuerzo: “No hay palabras suficientes para mostrar mi agradecimiento. Sin embargo, yo creo que el mejor agradecimiento es responder con esfuerzo, sacando buenas notas y ayudando a los que más lo necesitan. El día que yo salga de la Tadeo y sea egresado, me sentiré muy orgulloso, y sin duda, también voy a colaborar a los que están estudiando, para que cumplan sus sueños”.
Él asegura que la ayuda le permitió arrancar el semestre con toda la actitud y el esmero posible. Por eso, brinda una recomendación a sus compañeros: “Traten de dar lo mejor de sí mismos, porque uno no solo representa su nombre, sino también el de la familia, y luego de que salga, el de la institución”.
Diego Alexander Herrera, estudiante de Contaduría Pública
- Un ejemplo de fe y perseverancia
Juan Diego está en tercer semestre de Diseño Industrial. Ama la ilustración, pero también la música, en especial el rap. En cuanto a su carrera, señala que le llama la atención la ruta de creación de productos, ese proceso en el que una idea se vuelve un producto que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas.
Infortunadamente, debido a la pandemia y a la crisis económica que esta agudizó, sus padres, quienes son trabajadores independientes y eran la fuente de financiación de su matrícula, vieron disminuidos sus ingresos, pues tuvieron que cerrar uno de sus negocios, mientras que otro, por las cuarentenas estrictas sectorizadas, tuvo una disminución significativa de los ingresos. Ante ese panorama, era difícil retomar los estudios.
“Da gran felicidad que aún existan personas que, teniendo las posibilidades económicas, ayuden a los estudiantes y se pongan en la posición del otro, en momentos donde se vive mucho el egoísmo y hay bastante apatía. Por eso mi llamado es a no perder la fe y ser perseverantes, pues, aunque las situaciones sean complicadas, siempre habrá una ayuda en camino”.