Conoce a los ganadores de las cuatro medias becas otorgadas por las representantes al Consejo Directivo
La excelencia académica y el rigor investigativo, sumado al sentido de pertenencia con lo que significa ser tadeísta, son el común denominador que caracteriza a los estudiantes Juan Pablo Lozano (Biología Marina), Victoria Lucena (Historia del Arte), Stephanie Larios (Ingeniería Ambiental) y María Paula Moreno (Diseño Industrial y Diseño Gráfico), ganadores de las medias becas que, como ya es habitual desde hace dos años, conceden semestralmente las representantes de los estudiantes y profesores ante el Consejo Directivo, Martha Lucía Ortiz y Claudia Angélica Reyes, respectivamente.
Martha Lucía Ortiz
En el caso de las becas concedidas por la representante de los estudiantes, no solo se buscaba la excelencia académica, sino también un verdadero sello de identidad tadeísta, a través de participaciones destacadas en deportes, actividades culturales, colectivos o instancias de representación en el gobierno universitario, mínima de un año. Como lo indica Ortiz, en la definición de las condiciones de la convocatoria y en la selección de los ganadores se contó con la participación de la representante ante el Comité Académico y la presidenta del Consejo Estudiantil Tadeísta (CET).
Asimismo, este espacio fue la oportunidad para divulgar algunas de las múltiples actividades extracurriculares que oferta la Universidad a sus estudiantes, con el fin de motivarlos a participar más allá de la vida académica: “las personas que obtienen estas becas son líderes y esta convocatoria es el reflejo de un pensamiento colectivo desde una instancia de representación”, aseguró Ortiz.
Claudia Angélica Reyes
Por su parte, Reyes asegura que estos incentivos son fruto del trabajo que se ha logrado en la representación ante el Consejo Directivo. El proceso de selección se hizo por méritos de excelencia académica, pero también por las fortalezas demostradas en investigación, especialmente desde los semilleros, espacios que considera de vital importancia para la Universidad, pues son de trabajo autónomo que demuestran el interés de los estudiantes por construir verdaderos escenarios de enseñanza aprendizaje.
En ese sentido, el incentivo de las medias becas ha sido tan solo una de las múltiples apuestas en las que ha trabajado Reyes que, entre otras, estima el reconocimiento de los semilleros de investigación, a través de estímulos y financiación de proyectos mediante convocatorias internas.
Tadeístas con una fuerte conciencia ambiental
Como si el destino los hubiera juntado, Juan Pablo, Victoria, Stephanie y María Paula tienen en común una fuerte conciencia ambiental, esa misma que está explicita en el ADN de todos los tadeístas.
María Paula hace parte del Semillero de Investigación de Pensamiento en Diseño y es un claro ejemplo del encuentro entre arte y ciencia. Desde hace un año, cuando vio la asignatura de Fibras Naturales, decidió asumir el reto de desarrollar investigaciones en este aspecto, de la mano del profesor Juan Manuel España, en el Centro de Bio-Sistemas, primero con el proyecto de cultivos de tomate en invernaderos, y posteriormente, en el plantulario, con el fin de mejorar los procesos a escala semindustrial a través del diseño, aprendizajes que también serán la base para desarrollar su trabajo de grado. El proceso de investigación le permitió, entre otras actividades, desarrollar la marca para la tienda del plantulario, denominada Eurofresh: “aunque nunca pasó por mi mente que me iba a ganar una beca, hoy siento que valió la pena arriesgarse”.
Victoria Lucena
Por su parte, Stephanie participa en el Semillero de Ecosistemas de Alta Montaña, liderado por el profesor Luis Beltrán. Desde allí ha trabajado en proyectos relacionados con la mitigación de los efectos nefastos de la polilla pluma en los frailejones, así como en germinación de semillas a través de los biotrones o incubadoras instaladas en el Centro de Bio-Sistemas, espacio desde el que también se monitorea el comportamiento de las larvas de dicha polilla.
Todas estas actividades han llevado a que Larios también desarrolle, de la mano de sus compañeros, programas de educación ambiental y de proyección social con las comunidades cercanas del Parque Natural Chingaza, en conjunto con la Universidad Estatal de Pensilvania.
María Paula Moreno
Finalmente, Victoria es una mujer multifacética. Monitora académica, ambientalista, estudiante, y el rol más importante, ser mamá, hacen parte de los títulos que hacen de esta tadeísta a una mujer diez, consagrada en el trabajo ambiental, pues, junto a su mamá e hijo, creó la Reserva Natural Bosque de Niebla, adscrita a la Red de Reservas de la Sociedad Civil. También es la representante estudiantil del programa de Historia del Arte, hace parte del colectivo ambiental de Utadeo y ha sido ganadora de la Beca a la Excelencia, gracias a su promedio ponderado de 4,6.
“Yo estoy enamorada de la Tadeo porque creo que es un espacio donde la diferencia se vive. El reconocimiento a los buenos estudiantes es clave para que también podamos ser generadores de humanidad conscientes, que aporten a la sociedad, con investigación en múltiples sentidos”, agrega Lucena, quien agrega que este tipo de iniciativas fomentan la construcción del tejido social de la Universidad.
