Hace tiempo que la ciencia sospechaba que los pulpos son daltónicos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Queensland por fin lo ha confirmado, pero por el camino ha encontrado otro detalle fascinante. Los pulpos son capaces de cambiar su espectro de visión para adaptarse a la profundidad de las aguas.
El sistema funciona como una especie de mecanismo de compensación. En aguas costeras, los pulpos ven en tono verde. A medida que alcanzan mayores profundidades, el ojo de estos asombrosos animales pasa a ver en el espectro de los azules. Este tipo de visión espectral avanzada es común a todas las especies de cefalópodos como los calamares o las sepias.
Por lo demás, los pulpos y sus primos marinos son completamente ciegos a los colores en el sentido en el sentido en el que los percibimos los seres humanos. Solo tienen un tipo de fotorreceptores en la retina.
A pesar de ello, su pupila en forma de U es capaz de sentir el color midiendo el ángulo de aberración cromática de los objetos. Eso es lo que les permite imitar con tanto talento la tonalidad de las superficies sobre las que se posan. [vía Gizmodo]