Las relaciones participativas y la democracia en el hogar deben ser esenciales para el buen funcionamiento de la familia. Según cifras del Instituto Colombiano de Medicina Legal y Ciencias Forenses el año pasado se presentaron 75.939 procesos judiciales vinculados a violencia intrafamiliar, la violencia de pareja registró 64.33 % siendo las mujeres las principales víctimas y la violencia entre familiares alcanzó el 20.11 %. Por otra parte la violencia contra niños, niñas y adolescentes alcanzó el 13.7 % , mientras que la violencia hacia adultos mayores registró un 1.86 %.
El principal motivo de estas agresiones en un 87.67 % es la intolerancia y esta se da en un 88 % dentro de los hogares. Estas cifras evidencian la importancia de que en los hogares colombianos se promuevan las relaciones basadas en confianza, democracia, tolerancia, participación y paz, pues la familia es el espacio idóneo para la construcción de ciudadanos de bien y la construcción además de seres sociales que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de su entorno.
Algunas de las razones por las cuales una familia carece de democracia en el hogar son: la forma en la que se delegan las tareas del hogar, la toma de decisiones por parte de los niños para realizar las actividades los fines de semana, el trato de los adultos mayores dentro del hogar, la manera como los padres actúan frente a una discusión entre hermanos y algo muy importante y que con la llegada de la era digital se ha venido evidenciando, la forma de comunicación con sus familiares.