¿Puede un hombre desorganizado ser la voz de una comunidad?
“Julián es un hombre sumamente responsable”, son las palabras de una madre que ha visto cómo su hijo ha intentado de todo hasta encontrar su verdadero “sentido”. Julián Andrés Parra Correa, director y productor de radio y televisión, desde hace 15 años dirige la sede de la emisora Unilatina en Facatativá. Su familia y él siempre han vivido en Facatativá, actualmente vive con su mamá, y a pesar de que tiene tres hijos y no vive con ninguna de las madres, su papel de padre lo cumple responsablemente.
Los problemas por lo que atraviesa el periodismo, por lo general, están en manos de otras personas, las cuales amenazan, callan, censuran y presionan. Esta historia también tiene estos impedimentos, sin embargo, los mayores retos del periodismo de Julián vienen de él mismo.
“La emisora para mí es como un hijo”, dice Julián con mucha frecuencia. Aunque tiene tres herederos, con los que juega a ser locutores y narradores de un partido de fútbol, es en la 94.4 FM, donde se siente en familia. La comunidad y la emisora, fruto de sus mayores esfuerzos, son su satisfacción.
Julián nació el domingo 5 noviembre de 1978 en el Hospital San Rafael de Facatativá, el parto fue atendido por el doctor Manuel Rocha.
El hijo de la doctora Flor
A los 25 años, Julián había intentado estudiar medicina veterinaria en la Universidad de La Salle, estudiar inglés en cuanto instituto se aparecía en Facatativá e ingresar a la policía, es por esto que su madre, la doctora Flor, al ver la falta de lecciones para su hijo, decidió ir a la casa de su vecina, que en ese momento era la secretaria de la Universidad Unilatina, sede Facatativá, y con mucha determinación, como lo dice orgullosamente, inscribió a Julián en el programa de Dirección y Producción de Radio y Televisión. Al llegar a su casa, las palabras de la señora Flor fueron: “Mañana tiene que estar listo a las siete de la mañana, su tío pasa por usted y lo lleva a la universidad. Va a estudiar Radio y Televisión”.
El prestigio de Julián en el municipio al occidente de Bogotá no solo se debe a ser el director de radio Unilatina. Al principio de su vida pública, fue su madre la que dio los primeros empujones. La doctora en derecho Flor María Correa, primera mujer en ejercer el oficio de la abogacía en Facatativá y colaboradora social para el análisis del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) municipal, es la madre de un hombre que pretendió vivir en desorden, pero que con el tiempo fue el desorden el que lo organizó. Al inicio de la dirección de Julián en la emisora, entre los vecinos se preguntaban ¿quién es ese muchacho?, a lo que siempre se respondía: el hijo de la doctora Flor.
La mamá de Julián no solo es una mujer abogada, también es una líder social, hecho que la ha llevado a tener importancia social que, de una o de otra forma, le ha dado visibilidad a Julián. Por una época, la vida de la doctora, estuvo entre el miedo y la incertidumbre. “Yo fui declarada objetivo militar de un frente paramilitar y dos frentes guerrilleros”, recordó la mamá de Julián. Por esa época, en Faca, operaban en la zona de La Tribuna, a 15 minutos del casco urbano, tres frentes de grupos alzados en armas que se sentían amenazados por una mujer que se empoderó de problemas sociales e hizo visibles realidades injustas. Para la época, Julián aún estaba en bachillerato, y no sabía que la voz social de su madre llegaría a él, afortunadamente, esto tampoco lo sabían estos grupos, que habían representado peligro para el oficio periodístico.
Años después, en el marco de las actividades para fomentar la paz y la reconciliación, en un Consejo de Paz, realizado en Facatativá, Julián tuvo que encontrarse con los amenazadores de su mamá, y experimentar todo lo contrario a su temperamento, marcado por el genio y el carácter directo, para llegar a escuchar, entender y de una manera profunda, perdonar.
Las actuales instalaciones de la emisora están ubicadas en el centro de Facatativá, la emisora se mudó de la finca en el 2009.
Otra de las cualidades que ayudan a entender el prestigio de Julián es su amor por la comunidad, las motos y los carros. De pequeño solía salir y empatizar con los vecinos jugando con una carretilla que le había regalado su mamá, y es esa la escena que más recuerda su madre, “él era el niño del barrio”. Por un lado, él se hacía visible y querido en su barrio, y, por otro lado, empezaba a tomarle gusto a una pasión que lo ha llevado por muchas etapas.
Desde pequeño en la casa de Julián había carro, esto hizo que aprendiera a conducir y que usara estos vehículos para la salir con sus amigos y trasladarse hacia la universidad. Un día, en una de las locuras que caracterizaban a Julián Andrés, decidió ser el conductor del grupo, bajo los efectos del alcohol, iba con sus amigos cuando chocaron contra una volqueta, esto hizo que el carro diera algunas vueltas, pero no tantas ni tan fuertes para ocasionar alguna pérdida. Julián, con el miedo de que su madre se enterara de que iba con sus amigos y que había puesto en peligro las vidas de ellos, decidió llevar el carro hasta la entrada del municipio, acordó con sus amigos que ellos se irían y él llamaría a su mamá para avisarle. La mentira no le duró mucho, su madre se enteró de todo.
Los amigos y personas más cercanas a Julián han sido ese “az bajo la manga” que le han ayudado en todas las situaciones, no solo con un consejo, sino también en el mantenimiento de la emisora. Muchos de los amigos de Julián le colaboran prestando el servicio de reporteros. Mientras se levanta a las cinco de la mañana para ir a la emisora, con el objetivo de hacer El Magazine, el espacio más oído en Facatativá, su amigo Carlos, compañero y periodista, lo acompaña, hombro con hombro, todos los días en la mañana. Diariamente reciben las “chivas” del municipio o reciben la respuesta de favores que mandaron a hacer con personas de la plaza, vendedores de tintos, amigos o familiares.
El lugar en donde la emisora es más visible es en la plaza principal, allí, a pesar de las dificultades, la emisora sirve de eco para problemas como los tejados y su mantenimiento, la administración y el espacio público.
El club de automovilismo, al que pertenece Julián, rifa boletas para ir a carreras en el autódromo en las que participan personalidades como 'Tatán' Mejía.
El director de la emisora
Estando en la universidad, Julián recibió una llamada de la dueña del claustro académico. Después de que la emisora Radio Unilatina estuviera a punto de cerrar su sede en Facatativá, le ofreció que la dirigiera, esto con la intención de que levantara la emisora de una crisis económica por la que atravesaba. “Yo lo vi como un reto”, relata Julián. En la llamada se acordó que se verían en Bogotá, sede principal de la universidad, y allí, sin dudarlo, Julián aceptó y decidió unirse a la emisora como cabeza mayor, sin pensar que esta decisión lo llevaría a ser la voz de muchas personas.
Por el desfalco de la emisora, que casi la lleva a su cierre, fue necesario trasladar el máster y la cabina donde se tenían las antenas, en una finca ubicada en la montaña de Pueblo Viejo en Facatativá. La finca, muy modesta, tenía una casa, cocheras de marranos, gallinas y vacas, por estar en una zona segura y grande, los animales andan sueltos por todo el lugar, y los olores producidos por el excremento de estos animales eran percibidos por toda la finca.
Los problemas sociales en los que se ha involucrado Julián han llevado a que su vida sea amenazada o se tenga que callar. En una ocasión, en la emisora se realizó la denuncia de cómo las prostitutas estaban ocupando del espacio público en la entrada del municipio, la emisora realizó una fuerte campaña y presión en este tema.
Julian y Carlos han hecho denuncias por irregularidades en la nueva administración de la plaza de Facatativá y sobre un problema de los tejados.
Un día llegó a la emisora una señora, Julián no se encontraba, por lo que la locutora que trabaja en un programa de la tarde le comunicó que la señora estaba esperándolo y que no se iba hasta hablar con él, la respuesta fue: “Déjela que se aburra, porque qué podemos hacer”, a las seis de la tarde, cuando se iba a terminar el programa, la locutora se volvió a comunicar y le dijo que la señora aún esperaba, pero ahora estaba con dos señoras más. Esta vez Julián decidió ir.
Al llegar, la señora se presentó como la dueña de uno de los prostíbulos involucrados en las denuncias, dos de sus trabajadoras la acompañaban. Muy amablemente, le dijo que le traía unas muchachas que eran madres y cabezas de hogar, y que por eso se habían ubicado en ese sector. Después de varios minutos de conversación, hubo momentos de tensión, entre los reclamos, Julián se sintió amenazado. Afortunadamente no pasó nada, y después de un seguimiento policial, las autoridades encontraron signos del incumplimiento de otras leyes en esos lugares.
Según el último estudio de mercadeo realizado en el 2018 por la Universidad de Cundinamarca, la más grande de Facatativá, radio Unilatina cuenta, aproximadamente, con 7.500 oyentes, siendo una radio comunitaria con mucha audiencia.