La pandemia cambió la vida de todos y todas, sobre todo, de los niños, niñas y adolescentes. Desde su inocencia, en sus casas asumieron la nueva realidad de la educación virtual, lejos de sus compañeros de clase y de las instalaciones de sus colegios, a través de dispositivos electrónicos y teléfonos celulares. El regreso no fue sencillo. Esta es la historia de Andrey, la historia de un niño que refleja la realidad de miles de infantes.
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¡Hola! Esta es la historia de miles de niños en Colombia
Es complejo para el inocente pensamiento de un niño de tan solo 9 años, entender las dimensiones y el peligro que presenta el covid – 19. Para la mayoría de ellos era una simple enfermedad, que los tenía obligados a estar en casa por un tiempo corto. Sin imaginar con ello, que los días fueron pasando y tuvieron que adaptarse a una nueva manera de formación académica; el término de educación en modo virtual se hizo viral.
La educación virtual, poco conocida en el país y más en edades tempranas, hizo que los niños sintieran una incertidumbre combinada con miedo; no era muy común estar sentado frente a un computador o celular (dependiendo de las posibilidades económicas de los padres) durante tres a cinco horas.
Ellos manifestaban una inconformidad por las plataformas utilizadas por el colegio, eran demasiado complejas, no solo para ellos, también para sus padres; el estrés que les producía cada clase, cada conexión y, peor aún, el envío de las tareas. Un periodo de virtualidad que se llevó acabo por casi un año y medio.
Un reto para los profesores
De igual forma, los profesores estaban de frente con una nueva realidad; que asumían con el mismo miedo que presentaron los niños, estaban a la intemperie de cómo llevar sus clases en medio de una pandemia y de manera virtual.
Los docentes entendían las limitaciones tecnológicas que presentaban la mayoría de los niños; escogieron herramientas como WhatsApp para establecer comunicación con los menores y poder llevar a cabo sus enseñanzas.
La asistencia a las clases virtuales era mínima, entendiendo que algunos niños no contaban con los equipos adecuados, o en algunos casos había tan solo un computador para dos o tres niños; esta problemática se pudo disminuir con la creación de guías y cartillas de aprendizaje que eran enviadas por la institución a las casas de los niños. Esta estrategia mejoraba notablemente el rendimiento académico de los menores.
Una esperanza
La educación virtual fue la solución para continuar con los procesos formativos a nivel académico de los infantes; la pandemia no podía frenar su educación. Los niños estaban ansiosos por volver al colegio, les hace falta compartir con sus compañeros, comprender mejor los temas impartidos por los profesores, pues esto también hace parte de su crecimiento y aprendizaje.
Veamos lo que dice la psicóloga Patricia con respecto a la ansiedad que presentan los niños por volver al colegio:
De vuelta al colegio
La trabajadora social del Colegio Moralba, presenta un contexto y esas primeras estrategias implementadas por la institución para el regreso seguro a las clases presenciales:
Educación y pademia: Pódcast
Estamos con Andrey, su mamá y una invitada especial, escúchanos:
"Para qué vinimos... esto es muy aburrido"
La psicóloga Patricia Castro ofrece una perspectiva sobre el impacto que generó en los niños el regreso al colegio en pandemia.
¿Los niños estaban preparados para volver a las clases presenciales?
No, un niño no está preparado, un niño tiene expectativas… el niño quiere ver a sus amigos, volver a la normalidad. Ellos nunca están preparados.
Los primeros días de clase, el saber que ellos tenían que tener un distanciamiento, que no se podían quitar el tapabocas, para ellos fue difícil y les costó muchísimo.
¿Habrá un choque emocional en los niños, cuando llegan de nuevo al colegio y encuentra tantos cambios?
Sí hubo un choque emocional, al principio, esperaban un escenario totalmente diferente al que vieron cuando regresaron al colegio.
Ellos querían reencontrarse, volver a abrazarse, volver a la normalidad. Cuando nosotros comenzamos con el distanciamiento, a no tener un descanso, no estar en grupo; para ellos fue fatal.
Inclusive, hubo niños que me decían “para qué vinimos, esto es muy aburrido”. Son procesos a los que el niño se irá adaptando; esperamos que sean de transición y con mayor normalidad para el año próximo.
¿Qué esperaría para el próximo año en materia educativa?
Continuamos a la expectativa para el próximo año, estamos realizando un plan estratégico para el retorno a la presencialidad de la totalidad de nuestros estudiantes. La verdad creemos que la situación con la pandemia va a mejorar y es algo bueno no solo para nosotros como administrativos, también para los niños.
Ellos necesitan volver a compartir, estar en grupo y esto hace parte fundamental para una buena formación personal y académica.