Danilo Cubillos, un hombre de paz

Desde las montañas del cálido, fresco y colorido valle colonial, Danilo Cubillos se prepara un café, para que en conjunto con los micrófonos y la puesta en marcha de la consola que acompaña a Guaduas Stereo 88.3 FM, inicie el día. Esta rutina la tiene desde hace más de dieciocho años, cuando la fundó. Él quiere llegar a cada una de los rincones de la provincia del Magdalena Bajo cundinamarqués. A las casas, establecimientos comerciales, hoteles, cafetales y fincas, para ponerse en contacto con campesinos, residentes, visitantes y quienes van de paso por la emblemática, histórica y colonial Villa de Guaduas, aunque la cobertura no lo permita en algunas ocasiones. La polifonía vocal no es la más amplia, pero sí la necesaria para entretener a los radioescuchas que sintonizan la emisora muy puntual, con el objetico de escuchar la voz de Danilo Cubillos, el único hombre que acompaña a todos los guadueros desde la madrugada hasta el anochecer.    

El inicio de un largo camino

Sentado sobre un modesto sofá, en una de las salas del emblemático museo de Guaduas Virrey de Ezpeleta, rodeado por más de cien años de historia albergados en pequeñas, medianas y grandes piezas de hierro, barro, telas y papel, se encuentra “La voz de Guaduas”, como le llaman a Danilo algunos de sus oyentes, haciendo un recuento de cómo el destino lo llevó al pueblo colonial que literalmente “lo enamoró”.

Hace más de cuatro años, Danilo era un visitante más en la tierra de Policarpa, no llegó con ánimos de turista, pues su colega Pablo Antonio Vanegas, fundador y en ese entonces director de la emisora, lo contactó con el fin de cubrir las vacaciones de uno de sus locutores, el requerimiento de Antonio era que Cubillos ocupara de manera temporal la labor de locutor máster, lo que permitió que durante este tiempo Cubillos dialogara con Pablo durante horas sobre temas varios, pero en relación con la pasión que tenían en común, la radio. Al finalizar su periodo de reemplazo, Danilo y Pablo realizaron un acuerdo laboral de carácter económico y por un tiempo indefinido, así que Danilo tomó la decisión y se mudó a Guaduas, sin embargo, cuando el hombre se encontraba de camino al pueblo, recibió una noticia fatal e inesperada por parte de un colega, “Pablo falleció”. Sin saber cómo tomar las riendas de la emisora y con un reconocimiento casi nulo en la Villa Colonial, Danilo asumió la dirección de Guaduas Estéreo, además del reto que suponía en ese momento “conquistar el corazón de los Guadueros”, asegura John, amigo y colega de Danilo.

Catedral San Miguel Arcángel, ubicada en la plaza de la constitución del municipio de Guaduas, Cundinamarca.

 

Los retos de la Estéreo

En medio de la incertidumbre de los oyentes sobre el destino de Guaduas Stereo tras la muerte de Pablo, Danilo identificó varios de los obstáculos que tenía la emisora, tomó nota de cada uno de ellos y emprendió camino en búsqueda de soluciones. La primera dificultad que tenía la emisora, y que debían atender con urgencia, correspondía a la infraestructura y el espacio que poseían para transmitir, debido a que el lugar en  aquel entonces, no permitía el ingreso de más de dos personas al “estudio”, por lo tanto, la idea de tener un invitado era inconcebible, así como  la noción de alquilar un salón en donde ubicar la emisora, pues la pauta, “colchón financiero de la emisora”, indica Cubillos, era limitada no solo por la falta de plaza comercial en el pueblo, sino también por la cobertura y la calidad del audio que emitían, demostrando así que “dinero para alquilar una instalación, no había”. Así que después de la insistencia y de los múltiples esfuerzos de Danilo, la emisora logró, gracias a un comodato, acuerdo que se pactó con la Alcaldía Municipal de la Villa de Guaduas, la obtención de una casa en un conjunto cercano al centro histórico de Guaduas, lo que ha permitido que Danilo, sus colaboradores e invitados puedan transmitir en un espacio más amplio y cómodo un mensaje “asertivo” para la comunidad. “Aunque no es una sede propia, es una sede que todos los oyentes sentimos como propia”, afirma un habitante que transitaba por la plaza de la constitución. 

Danilo no se detuvo en la mejora de la infraestructura que poseía la emisora, así que modernizó y ubicó la emisora en una plataforma digital, algo que, sin duda, mejoró de manera inmediata la cobertura de Guaduas Estéreo y permitió que en la emisora fuese escuchada no solo en el pueblo, pues le dio la oportunidad de mostrarse a nivel internacional. Danilo encontró la forma y planteó nuevos proyectos para la radio, desde su llegada su intención siempre fue crear “un lugar para la comunidad o, por lo menos, ser la representación de la misma”, así que decidió darle voz a los guadueros y hacerlos partícipes en la elaboración y producción del contenido que se planteaba para la emisora. Danilo tenía un magazine que emitía de manera diaria, y decidió crear otras franjas para atraer más oyentes, para darle la oportunidad a la comunidad de transmitir un mensaje. Cubillos organizó espacios radiales para niños, además de otros espacios en donde solo buscaba documentar a la comunidad en temas de interés.

Monumento en conmemoración a Policarpa Salavarrieta, la heroína nacida en el municipio de Guaduas, Cundinamarca.

 

Los escenarios de paz    

Danilo no habla mucho de su niñez, sin embargo, su madre no olvidó ni un solo detalle de los momentos por los que tuvieron que pasar mientras Cubillos era un pequeño. “Danilo no tuvo la infancia de un niño normal”, pues el conflicto armado y la situación económica en la que se encontraba su familia nunca lo permitió, fue desplazado desde que era un bebé, cuando su madre tomó la decisión de salir con Danilo en brazos, por la presencia de grupos armados en el municipio de Vergara, Cundinamarca. Arbeláez fue el municipio que vio crecer a Danilo, sin embargo, no fue el único lugar en donde Danilo vivió, pues según su madre, sus mudanzas eras constantes, “éramos de todos lados, parecíamos gitanos”. Danilo fue víctima, testigo y espectador de las formas de violencia que se manifiestan de manera diaria en nuestro país, pues desde pequeño vio cómo su madre era violentada por su esposo de manera económica y psicológica, además, durante algún tiempo su familia fue víctima del conflicto, secuestros y amenazas fueron parte de su historia, desde la adolescencia.

El primer contacto que tuvo con la radio se dio cuando tenía trece años, el gobierno de turno, mediante una licitación, realizó la asignación de frecuencias de radio comunitaria para las parroquias de la Diócesis de Girardot, Arbeláez, municipio en donde residía Danilo en ese momento, fue merecedor de una de esas frecuencias, así que inició un trabajo en conjunto con los sacerdotes de su parroquia y empezaron a emitir contenido de carácter religioso en la emisora. Este fue el primer proyecto en donde Cubillos vio la oportunidad de impactar en la comunidad, así que aprovechó los espacios que le brindaba la emisora para llegar a los jóvenes, crear conciencia y hacerlos «discípulos del cambio».

El antecedente de violencia por el que Cubillos tuvo que pasar, y su trayectoria en la radio desde muy temprana edad, sirvieron como fundamento para querer cambiar la situación de conflicto por la que pasaba el país, desde los espacios comunitarios en donde se la pasaba la mayor parte del tiempo, Danilo empezó a promover espacios en donde los jóvenes hicieran parte del cambio, y  fueran capaces de reconocer la importancia de la paz en un  país  que estaba ofreciendo la oportunidad de dejar las diferencias  y las armas de un lado, para hacer las paces con las Farc, (Antiguas  Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y reconstruir el país. «El primer intento en el gobierno de Pastrana fue desastroso», pero eso no represento una pérdida para él, pues el sueño de la paz permanecía intacto.

Colaboradores de la emisora en las instalaciones actuales de Guaduas Stereo.

La labor de Cubillos en la identificación de las dificultades por las que pasaba la emisora, no eran su única preocupación, los problemas de carácter social también le tenían un pendiente. Inició ayudando a la gente del casco urbano y rural del municipio de Guaduas, con labores de recolección, en su mayoría económicas, para la mejora de la calidad de vida de comunidades o familias que lo requerían, como en el caso de Angie, una pequeña por quien se realizó una “Radiotón” con la finalidad de hacer una recolección de fondos, para así poder darle continuidad a un tratamiento que requería, además de una silla de ruedas que necesitaba de forma inmediata.

Durante los cuatro años que Danilo lleva  en Guaduas, ha destacado por su labor social, no solo en la Villa que lo acogió como un hijo más, también en lugares que requerían  de la ayuda de los guadueros, como lo fue en Mocoa para el año 2017,  cuando el pueblo pasaba por un  mal momento, y Danilo vio la oportunidad de dejar su “granito de arena”, así que con ayuda de los guadueros logró recolectar más de seis toneladas de comida e insumos que, posteriormente, se encargó de llevar a la zona  afectada y entregarlas en mano de los damnificados, afirma que este acontecimiento no solo se dio gracias a su gestión, pues la comunidad de Guaduas es “servicial, es como su sello personal”.

Danilo insiste en que la paz solo se logrará cuando seamos capaces de producirla en nuestro interior, pero lo más importante es “no dejar que los hechos que acontecen a nuestro alrededor, nos arrebaten el sentimiento”. Otro aspecto importante en donde considera que «hay que tener cuidado», es la forma en la que los medios transmiten un mensaje, pues un mensaje sin el uso de un lenguaje adecuado, puede hacer que el oyente o el espectador pierda el “sentimiento de la paz”, esa es la responsabilidad de los medios en la actualidad, asegura Danilo. Confesó entre risas y un poco de rubor en sus mejillas, que su más grande sueño es llegar a producir e informar en su totalidad, contenido positivo para la comunidad, “es algo por lo que intento trabajar todos los días”, aseguró.

Vestimenta utilizada por los sacerdotes de la Villa de Guaduas en la época colonial. Hoy reposan en el museo Virrey de Ezpeleta en Guaduas, Cundinamarca.

 

Un guaduero más

Recibir un reconocimiento como el premio a la “Labor comunitaria” en Guaduas era algo que, sin duda, Danilo no contemplaba, su enfoque había sido, en veintidós años en la radio, dedicar sus días a la gente, llevar un “mensaje adecuado con el mensaje indicado” a la comunidad, y, sobre todo, ayudar a quienes ya consideraba su familia, esto le hizo merecedor de un reconocimiento que se otorga exclusivamente a personas nativas de Guaduas, “algo de no creer”, como dicen algunos de sus colegas. El consejo municipal de la Villa de Guaduas le otorgó a Danilo este reconocimiento después de que sus acciones por la comunidad y por la Villa fueran tema de todos los días, uno de los reconocimientos que Danilo considera más importantes, y que afirma “siempre llevará en su corazón”.

La Villa de Guaduas le ha permitido a Danilo hacerse merecedor de varios reconocimientos, producto de su labor, uno de los más recientes es el que le realizó el Centro de Producciones Radiofónicas (C.P.R.)  y la Organización de las Naciones unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco) el pasado trece de febrero de 2019, durante la conmemoración del día mundial de la radio. Este reconocimiento consistió en una entrevista “que le dio la vuelta al mundo”, el registro sonoro contiene, a grandes rasgos, un concepto de lo que significa hacer periodismo comunitario para la paz en una zona que fue afectada por el conflicto.

Cubillos reconoce, que lo que ha logrado hasta hoy es solo un fragmento de su misión con el municipio de Guaduas, con los oyentes de la emisora que dirige, con su país y con la radio, su más grande pasión. Cuenta que la radio para él “es una enfermedad o una droga”, una vez te toca te vuelves adicto a ella. Asegura que la obligación de los medios, de la comunidad y en específico de los periodistas en este momento de “reconciliación”, es “luchar por la paz”. Ama la radio comunitaria y sin duda alguna seguirá ejerciendo la profesión que por más de veintidós años le ha permitido cambiar la perspectiva del conflicto y de las problemáticas sociales a miles de oyentes de la radio cundinamarquesa. Al finalizar el largo y tedioso recuento de lo que la radio significa para Danilo, se levanta del cómodo sillón en el que se encontraba y a paso largo y firme, retoma el camino que, sin prisa, pero sin pausa, se dedica a construir de forma diaria.

 

Museo casa Policarpa Salavarrieta, declarado patrimonio histórico y cultural de Colombia.

 

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Este perfil hace parte del especial "Contar la región, así se hace periodismo en Cundinamarca" producido por el CrossmediaLab

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