• Michael Ahrens

    “Empecé con siembras de plantas acuáticas en el lago hasta diseñar mi propio mini-humedal en la huerta de mis padres. Allí rápidamente se asentaron libélulas y ranas. Estábamos en Berlín cuando corrían los años 80.  Para mí fue una inspiración más para estudiar ciencias ambientales”.

     

    En sus más de 30 años como biólogo en Alemania, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Colombia, Michael Ahrens ha trabajado en diversos temas que involucran el cuidado del medio ambiente, como proyectos que van desde la docencia y la interacción con comunidades locales hasta la investigación científica formal. 

    Ha liderado eventos de educación ambiental con comunidades, por ejemplo, caminatas de conservación con niños de preescolar o días de limpieza de playas. También ha organizado monitoreos de contaminación costera con comunidades indígenas en Colombia y Nueva Zelanda. En todas sus clases promueve la consciencia ambiental y acciones en pro del medio ambiente.

    Acciones que van desde el reciclaje y medios de transporte alternativo. “Uso mi bicicleta cada día para venir a la universidad. La mejor manera de cuidar el medio ambiente empieza barriendo el frente de tu propia casa. Antes de intentar de salvar el mundo, se debe salvar tu hábitat local", dice.

    Cuidar ese hábitat implica la reducción de consumo y desechos no necesarios, apostarle al reciclaje como por ejemplo reusar papel, plástico, metal, mamposteando desechos orgánicos en nuestra huerta o balcón, reparando daños, limpiando humedales y mejorando su hidrología.

    El docente también recomienda a todos sus estudiantes salir de su casa y conocer la naturaleza, descubrir un parque nacional, regional, municipal y por qué no, navegar un río, lago o el mar. Estas experiencias personales y locales permiten dimensionar la majestuosidad de la naturaleza, dan una referencia y la confianza de que sí es posible un cambio.  

    “Con esta confianza adquirida puedes salir a emprender actividades de conservación y sostenibilidad más grandes, como por ejemplo, diseñar continentes flotantes (para capturar carbono) o convertir a Colombia en un país de emisiones cero”, asegura.

    La importancia de cuidar el medio ambiente se dio en su infancia al crecer al borde de un lago urbano en Berlín, Alemania. En los años 70, y como era el caso para muchos cuerpos de agua en Europa, este lago estaba altamente eutrofizado por un exceso de nutrientes inorgánicos y un muy pobre estado, resultando en un desbalance ecológico con mortandades de peces.

    “Yo empecé como niño de primaria interesándome por la ecología acuática y el cuidado del medio ambiente. Empecé con la siembra de plantas acuáticas en el lago, hasta diseñar mi propio mini humedal en la huerta de mis padres. Rápidamente se asentaron libélulas y ranas dentro de Berlín. En los 80 el lago recibió un tratamiento de sus aguas y lodos y se re-convirtió en un lago mesotrófico. Para mí, fue una inspiración más para estudiar ciencias ambientales”.

    Michael Ahrens quiere motivar a otros a través de su trabajo y experiencias, por eso entre sus actividades favoritas las salidas de campo con los estudiantes, ocupan el primer lugar, sea en las excursiones para los cursos, para proyectos de investigación o consultoría.

    “Es un momento muy gratificante ver cuando un estudiante experimenta por primera vez la majestad del Océano Pacífico o del Amazonas; los nevados; un desierto con las estrellas en el firmamento; o cuando se fascinan por la magia del microcosmos: de tener en sus manos un pulpo, una rana, un caracol, un insecto o de encontrar en una gota de agua un mundo de vida bajo un microscopio”, concluye.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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