Conozca a la ‘Diva’ de Utadeo Caribe

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Conozca a la ‘Diva’ de Utadeo Caribe
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Jueves, Julio 5, 2018
Profesores
Esta monteriana de nacimiento pero cartagenera de corazón conoce cada metro cuadrado del campus del Anillo Vial. Su labor va más allá de administrar los recursos de la planta física de la sede, pues se ha convertido en la amiga, confidente y hasta protectora de las generaciones de tadeístas que allí han pasado.
Fotografía: Simón Sánchez - Oficina de Comunicación

A lo lejos, por los pasillos de la sede principal de Utadeo Caribe, se escucha un característico sonido de llaves moviéndose. Desde hace ya 18 años, las diferentes generaciones de tadeístas reconocen que muy cerca se encuentra Diva Méndez, una monteriana de nacimiento pero cartagenera por adopción que desde el año 2000 es la encargada de los apoyos pedagógicos de la sede.

Su labor, que inicia a las 6:30 a.m., y termina pasadas las cinco de la tarde, no solo consiste en abrir y cerrar los salones y laboratorios especializados. Gracias a ella, profesores, funcionarios y estudiantes pueden programar y disponer sin contratiempos de todos los recursos de la planta física de la Universidad.

Pero aún así eso no es lo más importante que hace Diva en su cotidianidad, pues para la comunidad universitaria es considerada como una amiga, e incluso, confidente que siempre está dispuesta a ayudar: “los estudiantes vienen novatos del bachillerato y cuando llegan aquí no saben muchas cosas. Por lo general, ellos están en contacto conmigo, pues yo recorro constantemente los pasillos”.

Diva es considerada como una mujer organizada, que busca lo positivo de las personas, y ante todo, se empeña por servir a los demás: “Me gusta resolver problemas y me encanta participar en el proceso de los estudiantes, así eso implique colocarle una mesa o una silla”, comenta esta tadeísta, quien a pesar de cargar más de 80 llaves en sus manos, reconoce a qué espacio corresponde cada una de ellas.

De voz pausada, pero muy cálida, Diva resuelve a diario los problemas de los estudiantes, desde las 8:00 a.m., cuando los primeros tadeístas llegan a la sede. Ellos ya saben que si olvidaron algún objeto en los salones, Diva lo guardará y lo cuidará como si fuera propio.

Pero como buena madre adoptiva de estos tadeístas también los reprende por su bien, pues está pendiente de que los estudiantes no se suban a las barandas o no comiencen el mal hábito de fumar. A estos últimos, jocosamente les dice que si siguen así no les tomará la fotografía de grado a ellos sino a sus tanques de oxigeno: “No solo los estamos educando a nivel de una profesión, sino como personas también. Queremos que los estudiantes se sientan siempre apreciados, que el rato que pasan en la universidad son bienvenidos”, añade.

Pese a que ama a toda la Universidad, reconoce que en el Laboratorio de Fotografía se siente como en casa, pues fue el espacio en donde comenzó a trabajar en Utadeo, pero también representa la confluencia de sus dos pasiones: ser tadeísta y la fotografía, oficio del que considera ha aprendido de la mano de los estudiantes y profesores de la sede, a tal punto que es la fotógrafa oficial de los grados en Utadeo Caribe: “A nivel profesional, he aprendido a tener mucho respeto por lo que hacen los demás y a valorar el esfuerzo que hacen muchos estudiantes, pues muchos no tienen la facilidad económica, y a nivel de trabajadores, he aprendido a hacer de la Tadeo parte de mi hogar, y ante todo, tengo mucho aprecio y amor por lo que hago”, indica.

Por siempre ‘Diva’

Nuestra tadeísta recuerda con nostalgia sus años de niñez. Proveniente de una familia de seis hermanos, a sus diez años dejó su tierra natal para venir a “La Heroica”, tiempos que inicialmente describe como difíciles.

Para ese entonces, su papá era chef en algunos hoteles de la ciudad, mientras su mamá cuidaba de la numerosa familia, y así mismo atendía una tradicional ‘mesa de fritos’, donde vendía tintos.

Luego de recorrer varias ciudades del país, entre ellas Bucaramanga, Montería y Santa Marta, así como vivir durante varios años en Bogotá y aburrirse del frío que, según lo relata, la tenía “correteada”, decidió volver a la capital de Bolívar, en donde una de sus amigas, Mónica Yepes, quien era auxiliar de laboratorios de Utadeo Caribe, la recomendó para el trabajo en la Universidad.

Así es como Diva llegó a Utadeo en febrero del año 2000, ocho meses después de que la sede de nuestra Universidad se trasladara al Anillo Vial, experiencia que la lleva a conocer de memoria cada metro cuadrado de esta sede campestre, en donde dice sentirse libre.

Y es que nuestra tadeísta ha sido testigo directo de las mejoras a los salones del primer piso, así como la creación de los salones especializados, espacios que, según ella, se han adaptado a las necesidades de los diferentes programas que allí se ofertan. Hoy tiene la gran responsabilidad de administrar la planta física de la sede.

Gracias a la gestión de la directora de la sede, Roxana Segovia, Diva logró cumplir uno de sus mayores sueños: incorporarse como administrativa de planta.

Hoy Diva, a pesar que no tiene hijos biológicos, dice tener cientos de hijos tadeístas. Por su parte, su mayor deseo es no querer irse jamás de Utadeo, un lugar en el que sin lugar a dudas es la única “Diva”.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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