El profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, continúa haciendo revisión a los programas de gobierno propuestos por los candidatos y precandidatos presidenciales de las diferentes colectividades, de cara a las Elecciones de 2018. El turno esta vez fue para los candidatos Gustavo Petro y Claudia López. En su más reciente columna de opinión, el tadeísta resalta que ambos políticos trabajan bajo un enfoque de protección ambiental y fomento de la economía verde, pero que el primero de ellos se basa en una utopía de progreso sin un programa detallado, mientras la candidata reflexiona sobre temas coyunturales como la política, la corrupción, el gasto público y su financiamiento.
Según la cita de Kalmanovitz a Petro, el candidato propone una Colombia como potencia agraria, a partir del desarrollo de esta industria desde una reforma agraria, y el alejamiento de productos extractivos como el carbón y el petróleo. Sin embargo, Kalmanovitz recuerda que los países que han tenido bonanza petrolera y de materia prima no se han desindustrializado debido al ahorro que estas naciones hicieron por fuera de sus economías, integrando así la agroindustria como un elemento más de la diversificación.
En la orilla de Claudia López, el columnista resalta que mantendrá los programas sociales del gobierno Santos, pero disminuyendo la dependencia que actualmente tienen los diferentes beneficiarios de los programas, al tiempo que la inversión en seguridad permanecerá y promete la eliminación de la “mermelada” como principal foco de la corrupción: “Sobre la gobernanza del suelo, buscará proveer el catastro a todos los entes territoriales como bien público. La cofinanciación nacional estará atada a la existencia de un sistema tributario sólido y eficiente en lo local. El suelo debe ser una de las principales fuentes de ingresos para los municipios. Se debe fortalecer el cobro de predial, plusvalía y valorización”, destaca Kalmanovitz frente a las medidas económicas planteadas por la candidata.
Así mismo, destaca el economista, López busca ampliar el sistema público de salud y de educación, acompañado de programas para reducir embarazos en adolescentes a través de educación sexual y acompañamiento.