Aunque este mueble no tiene la importancia política de símbolos como la hoz y el martillo, su imagen se utiliza estratégicamente por el presidente ruso Vladimir Putin para proyectar una imagen psicológica impactante.
La mesa fue fabricada alrededor del año 2000, y tanto una empresa italiana como una española reclaman su autoría. Se destaca su importancia en el ámbito político y diplomático, así como su popularidad entre coleccionistas y caricaturistas.
El doctor Pinzón menciona en el texto otras mesas famosas a lo largo de la historia, como la mesa de cedro de la Última Cena de Jesús y la mesa redonda del rey Arturo, pero afirma que ninguna de ellas tiene las características de la mesa utilizada por Putin, quien tiene un pasado como comunista reformado y antiguo miembro de la KGB.
Se menciona también la ausencia del presidente Zelenski de Ucrania en el extremo de la mesa, lo cual se interpreta como un mensaje sobre los objetivos de anexión territorial de Rusia y la responsabilidad de Putin en la muerte de miembros de las fuerzas armadas y civiles en el conflicto en Ucrania.
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