En el contexto colombiano, la Constitución garantiza esta autonomía, y en la columna, el Dr Pinzón menciona el caso reciente de la Universidad Nacional, donde la elección del profesor Ismael Peña como rector fue legal según el Consejo Superior, la Procuraduría y un juez penal, pese a una consulta no vinculante que no lo favoreció.
El presidente Gustavo Petro, a través del ministro de Cultura como ministro ad-hoc de Educación, ha intervenido pidiendo la designación de un nuevo rector, lo cual es visto como una violación de la autonomía universitaria. Esta intervención ha sido rechazada por universidades privadas y ha generado protestas, algunas violentas, que han sido condenadas incluso por los participantes en la consulta.
El profesor Peña, quien asumió el cargo en una notaría debido a la negativa de la ministra de Educación de tomarle juramento, ha declarado que acatará cualquier decisión judicial adversa. La intervención gubernamental y la demanda de prevaricato contra el ministro de Cultura han exacerbado la situación, impidiendo el retorno a la normalidad académica. Además, el presidente de Consejo, advierte que desconocer los estatutos universitarios y permitir la injerencia externa amenaza la autonomía y debilita el Estado de Derecho, citando a Jaime Posada sobre el peligro de factores externos violentos en las instituciones educativas.
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