El profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, dedicó su más reciente columna de opinión en El Espectador, a desestimar los señalamientos que desde el Centro Democrático le han conferido acerca de ser castrochavista, al tiempo que desde el Polo Democrático lo tildan de neoliberal. El columnista sostiene ser un “liberal a secas”, al tiempo que enfatiza que ambas corrientes políticas que lo señalan tienen en común un antiliberalismo visceral: “Uribe se identifica con el nacionalismo y las mentiras de Donald Trump, mientras que Petro simpatiza más con Chávez que con Maduro”.
Frente al castrochavismo, Kalmanovitz recuerda que es un movimiento colapsado económicamente más no desde lo político, al tiempo que demuestra ser un fracaso de la productividad en Cuba: “Mostré que el ingreso por habitante de Cuba fue el más alto de América Latina en los años 40 del siglo XX y hoy está por encima solo de Haití, El Salvador y de Nicaragua, otro régimen socialista dirigido por una pareja que replica la estructura dictatorial de los Somoza”, manifiesta el columnista.
Así mismo enfatiza que el régimen de Chávez acabó con la industria y la agricultura, al tiempo que deterioró la empresa petrolera estatal, generando que ese país produjera 40% menos de crudo que en 1999. Advierte, además, que Maduro ha renegado del legado de Chávez, al negar el derecho al voto a la oposición, pues sabe que perdería las elecciones.
En cuanto al neoliberalismo, sostiene que Uribe entregó responsabilidades públicas al sector privado, al ser uno de los ponentes de la Ley 100 que creó las EPS, al tiempo que fortaleció militarmente al Estado volviéndolo hacia el abuso del poder que se tradujo en casos como el de los falsos positivos: “Uribe sigue defendiendo la rebaja de impuestos de ricos y de terratenientes, y la monumental evasión legalizada de las zonas francas. Yo, por el contrario, siempre he defendido impuestos progresivos que financien un Estado fuerte pero respetuoso de la ley”.