La atomatización de la representación y el aumento del costo de las campañas y su incidencia en el clintelismo, luego que la Constitución de 1991 intentara ampliar la participación política a pequeñas agrupaciones, es el tema abordado por el profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, en su más reciente columna de opinión en El Espectador, titulada “La reforma electoral “.
Para el economista, actualmente existe una miríada de partidos, algunos con tintes religiosos, que no contribuyen al desarrollo de la democracia en un país laico; al tiempo que la compra de las conciencias y el financiamiento de campañas por contratos y nóminas públicas generan que la corrupción política en Colombia sea grande: “La propuesta de fortalecer los partidos mediante las listas cerradas de la Misión Electoral haría que los debates giren en torno a las ideas y apunta en la dirección de reducir el clientelismo y la atomización, mientras que a los partidos se les impone cierta disciplina por la prohibición de cambiar de filiación a sus elegidos”, señala Kalmanovitz como reforma electoral viable ante las coyunturas que afronta el país.
Por su parte, para disminuir el costo de las campañas, el columnista sugiere reducir el tamaño de las circunscripciones. Sin embargo, la Misión Electoral elige solo cierto número de representantes por este método, pero mantiene la circunscripción nacional para el Senado, teniendo como agravante el aumento en el número de miembros en la Cámara para garantizar la inclusión de todos los ciudadanos, lo cual aumenta el costo del erario.
Para ello, Kalmanovitz considera que es pertinente elegir a la mitad de los 100 senadores por circunscripciones de un millón de habitantes, mientras en la Cámara se aumenta la representación de los territorios con baja participación, restándole a los departamentos sobrerrepresentados.
El profesor emérito, sin embargo, se muestra poco optimista frente a cambios substanciales en las dinámicas electorales, en la medida que los congresistas se encuentran cómodos con el actual sistema: “Pocos grupos políticos apoyan la reforma electoral. El Centro Democrático en especial se siente a gusto con el financiamiento de las campañas por empresarios como Odebrecht y calcula que con listas abiertas aumentará sus curules. Su marcha contra la corrupción el 1 de abril encubrió su propia indecencia pero insistió en enterrar el proceso de paz y demandó la renuncia del presidente”.