Durante nuestras vidas, pasamos un tercio del tiempo durmiendo, lo que demuestra que el descanso y el sueño son necesarios para asegurar funciones orgánicas indispensables. Tener una buena calidad del sueño mejora de manera significativa nuestra salud física, mental y emocional. Mejora nuestras relaciones personales, profesionales y nos ayuda a tener una vida saludable. La calidad del sueño guarda una relación directa con la salud e impacta el bienestar general de cada uno de nosotros. Lamentablemente el mundo moderno y el ritmo de vida actual afectan la calidad del sueño. Los estudios nos enseñan que millones de personas en el mundo no duermen la cantidad de horas mínimas necesarias para descansar y obtener los efectos reparadores del buen dormir.
Condiciones ambientales que impactan la calidad de nuestro sueño
La temperatura, la luz, la incomodidad de la cama y las distracciones electrónicas, tienen un papel importante en la calidad del sueño. Sabemos que los sonidos altos durante el sueño, como el tráfico, vecinos ruidosos o molestias en la propia casa, pueden disminuir la intensidad del sueño debido a que se aumentan los despertares durante la noche e incluso puede aumentar la secreción de la hormona del estrés (Cortisol). Las consecuencias a largo plazo de la pérdida del sueño debido al ruido ambiental, incluyen enfermedades cardíacas y un aumento de ingesta de medicamentos.
¿Cuánto se necesita dormir según la edad?
- Recién nacido: 14 a 17 horas
- Niños en edad escolar: 9 a 11 horas
- Adolescentes y adultos: 7 a 9 horas.
Los diez mandamientos de la higiene del sueño:
- Establezca un horario para irse a dormir y para despertarse.
- Si toma siesta durante el día, que sea de máximo 30 minutos.
- Evite el consumo de alcohol o cigarrillo, por lo menos cuatro horas antes de ir a la cama.
- Evite la cafeína por lo menos tres horas antes de dormir.
- Use accesorios cómodos en la cama (colchón, sábanas, cobijas, almohadas).
- Ajuste la temperatura y la ventilación en su dormitorio.
- Bloquee todos los ruidos distractores y elimine la mayor cantidad posible de luz.
- Haga de su cama un lugar exclusivo para dormir, no para hacer otras tareas o actividades recreativas.
- Evite comidas picantes, azucaradas o pesadas tres horas antes de ir a la cama.
- Realice ejercicio con regularidad máximo hasta 2 horas antes de dormir.
Desde el área de salud, le recordamos que el sueño de buena calidad tiene muchos beneficios para la salud, ayuda a tener mejor desempeño académico, aumenta la productividad y mejora las relaciones sociales. Dormir mal disminuye la energía, el estado de alerta y causa irritabilidad.
¡Felices sueños!