En estas sesiones el arte nos acompañará como herramienta para provocar y comprender colectivamente diversas situaciones afectivas y emocionales. A partir de diversos ejercicios, con materiales visuales y corporales, nos permitiremos entender, cuestionar y redefinir nuestros mundos personales y grupales.
Entrar en contacto con actividades artísticas nos permite vincular aspectos de nosotros mismos que, por lo general, ignoramos. La idea, es acercarnos a nuestras propias sombras, no sólo para descubrirlas sino para transformarlas. La imagen y la palabra nos permiten acceder a mundos inconscientes y silenciados. Una y otra construyen puentes entre el mundo psíquico y el somático.
Nos puede parecer extraño y difícil hablar de cómo nos sentimos, incluso puede ocurrir que desconozcamos lo que nos sucede, no obstante, la aparición de nosotros mismos sucede de manera natural cuando creamos un espacio de conversación colectiva e individual. A partir de algunas imágenes escogidas para dichos encuentros, propiciamos un espacio amistoso donde se hace factible enunciar e intentar comprender lo que sentimos y experimentamos. Esos espacios de encuentro, activados por imágenes y palabras, facilitan el libre y espontáneo flujo de ideas, expresiones y asociaciones.
Construir mundos posibles implica sentir, pensar y nombrar lo que somos y lo que podemos ser.